La iglesia Príncipe de Paz en el barrio Villa Paraguay estaba llena de flores, oraciones y llanto. Familias enteras, amigos cercanos y fieles de todas partes del municipio de Aguachica llegaron la tarde del jueves 2 de enero para despedir a los pastores Marlon Lora, su esposa Yurley Rincón, su hija Ángela Natalia y, como algunos esperaban, al menor de la familia, Santiago Lora.
En el lugar, tres ataúdes de color vino tinto reposaban frente al altar, adornados con coronas de claveles y rosas blancas, mientras el aroma a incienso llenaba el espacio. Algunos asistentes sostenían globos blancos clamando justicia por la tragedia que había marcado al municipio cesarense.
Durante el servicio, se escuchaban cantos y sentidas palabras, que solía entonar Ángela Natalia, la hija del matrimonio, quien era conocida por su talento musical y su pasión por la comunicación social. La congregación, vestida en su mayoría de blanco, trataba de contener las lágrimas mientras recordaban la dedicación y el compromiso de la familia con su fe y su comunidad.
En el transcurso de la ceremonia, que tuvo inicio a las 2 de la tarde, una pregunta se instaló entre los asistentes: ¿y Santiago? El joven de 20 años, único sobreviviente inicial del ataque ocurrido el pasado domingo 29 de diciembre, no estaba presente.
En medio del velorio se confirmó que el cuerpo del joven no había llegado desde Medicina Legal en la ciudad de Bucaramanga. El protocolo de necropsia, extendido por la acumulación de casos en la región, había retrasado su entrega. Esto impidió que el sepelio coincidiera con el de su familia, obligando a la comunidad a despedir a los tres primeros integrantes esperando la llegada de Santiago para el día siguiente.
Se tiene planeado que la comunidad se vuelva a reunir este viernes, 3 de enero, para velar al menor de la familia en la iglesia Príncipe de Paz, la cual abrirá sus puertas una vez más para recibir a los dolientes.
Pese a ello, el servicio continuó y se calificó por los presentes como uno de los más multitudinarios. Tanto así que, al llegar al cementerio, se dificultó el ingreso de los féretros por la cantidad de personas que se agolpaban en las puertas.
Los últimos detalles del crimen: así fue la masacre
El pasado 29 de diciembre, la víspera de año nuevo se empañó al conocerse que una familia fue atacada mientras almorzaba en un restaurante en Aguachica.
Un hombre desconocido disparó sin piedad dejando a los pastores Marlon y Yurley y a su hija Ángela muertos en el establecimiento público conocido como ‘Sorbetes y Jugos’, ubicado en el centro de la municipalidad.
Santiago, por su parte, quedó gravemente herido y luchó por su vida durante dos días en la Clínica de Alta Complejidad de Aguachica. Sin embargo, debido a las lesiones, la noche del 31 de diciembre se confirmó su deceso.
Testigos relatan que dos hombres en motocicleta se acercaron al lugar y abrieron fuego sin mediar palabra. Las balas alcanzaron a cada miembro de la familia.
Las primeras versiones indican que el motivo del crimen pudo haber sido una posible extorsión que estaría viviendo Ángela Lora o una aparente confusión de los sicarios con las víctimas, quienes habrían “confundido” a la mayor de los hijos con la pareja de un delincuente que se encontraba en el pueblo.
A medida que avanzan las investigaciones, surgen más detalles sobre el ataque. Las autoridades confirmaron que se encontraron dos motocicletas, presumiblemente las mismas que los sicarios utilizaron para perpetrar el hecho y que, además, ya se tiene conocimiento del alias de los presuntos responsables e imágenes claras de sus rostros.
En redes sociales, las fotografías de los sospechosos están siendo difundidas públicamente y las autoridades, en conjunto con la Gobernación del Cesar y la Alcaldía de Aguachica, han ofrecido una recompensa de 50 millones de pesos para quien brinde información que conduzca a su captura.
REDACCIÓN ÚLTIMAS NOTICIAS.