Ruth Chepngetich cumplió su promesa: tras ganar en Buenos Aires, marcó un brutal nuevo récord mundial en el Maratón de Chicago

Un año atrás, cuando la etíope Tigst Assefa destrozó el récord del maratón en Berlín con un tiempo de 2h11m53, el mundo del atletismo se estremeció: se había ingresado en otra escala del deporte. Una casi impensable. Más allá de las dudas -el control antidoping confirmó que la atleta lo había logrado en condiciones reglamentarias-, muchos pensaron que se trataba de “un récord para quedarse”, porque marcaba un cambio de época, y que sería casi intocable por un extenso período. Duró un año y 19 días, apenas… En su travesía por los barrios de Chicago, lo que hizo este domingo la keniata Ruth Chepngetich es directamente para el asombro: se convirtió en la primera mujer que corre un maratón (42.195 metros) debajo de las 2 horas y 10 minutos.

Apenas nueve hombres de una extensa elite convocada para uno de los principales maratones del mundo pudieron hacerlo más rápido que ella. No hay adjetivos para describir su hazaña. Si los controles médicos también ratifican que su estado era impecable -demoran aproximadamente un mes-, ahora sí estaremos ante una nueva era del atletismo. Habrá que reescribir su historia, por la influencia tecnológica (sobre todo el diseño y la elaboración del calzado para carreras), los nuevos sistemas de entrenamiento y el acondicionamiento médico y físico que rodea a los corredores de elite. Otra historia.

“Estoy feliz y orgullosa. Era mi sueño. Luché mucho pensando en este récord que ha vuelto a Kenia y se lo dedico a Kelvin Kiptum”, dijo la flamante recordwoman apenas cruzó la meta en 2 horas, 9 minutos y 56 segundos.

Hace un año, en esta misma prueba, el muy joven Kiptum se había apoderado del récord de los hombres, que hasta entonces tenía su compatriota Eliud Kipchoge, con 2h00m35. Con un futuro abierto, todo concluyó en una inhóspita carretera del interior de Kenia, el pasado 11 de febrero: el auto en el que iba Kiptum y su entrenador se estrelló contra un árbol y ambos murieron. Las decenas de miles de maratonistas en Chicago le ofrecieron su silencio y su tributo en el momento previo a la salida.

El ritmo que impuso este domingo Chepngetich fue demoledor: 15 minutos al paso de los 5 kilómetros, 30m14 a los 10 y, fundamentalmente, 1h04m16 a la mitad de la prueba. Para cualquier observador era un motivo de preocupación: ¿cómo podría sostenerse semejante velocidad? Solamente cuatro mujeres (la misma Chepngetich, entre ellas) habían corrido hasta ahora un medio maratón a esa velocidad. Y todavía la faltaba una distancia similar.

A los 25 kilómetros, registraba 1h16m17 y la comentarista televisiva Carrie Tollefson expresó: “Es como si estuviéramos viendo al hombre pisar la Luna”. Y en la transmisión para el área latinoamericana, Daniel Arcucci y Mariano Ryan anticipaban que se venía “un récord mundial histórico”. Es cierto que Chepngetich bajó levemente su ritmo a partir de los 30 kilómetros, donde pasó en 1h31m49, mientras que los 35 los superó en 1h47m32, pero el récord ya estaba asegurado. Solamente la acompañaban sus “pacers” Barnabas Kiptum y Evans Makaya.

A falta de dos kilómetros -2h03m11 a los 40- y pese al tremendo esfuerzo, tuvo un plus anímico para ir a pelear por lo que faltaba. Fue apoteótico hasta el final, junto al Parque Grant y las celebraciones. Había recorrido la segunda mitad de la carrera en 1:05m40. La segunda mujer, la etíope Sutume Asefa Kebede terminó en 2h17m32, a 7m36 de la ganadora.

Ruth Chepngetich y John Korir. Foto: Patrick Gorski-Imagn Images

Fue una jornada plena para Kenia, ya que John Korir se despegó de sus rivales poco después de los 30 kilómetros y terminó en 2h02m44, el segundo tiempo más veloz del historial del circuito, detrás del récord de Kiptum. Es el sexto maratonista que ha corrido más rápido esta distancia, después de Kiptum, Kipchoge, los etíopes Kenenisa Bekele (2h01m41) y Sisay Lemma (2h01m48), y el keniata Benson Kipruto (2h02m16), y el dueño ahora de la duodécima mejor marca. El etíope Huseydin Esa terminó segundo en 2h04m39 y tercero quedó otro keniata, Amos Kipruto, quien llegaba como favorito y marcó 2h04m50.

Para Korir, de 28 años, también fue un triunfo consagratorio con un gran margen de superación: tenía como mejor marca las 2h05m01 logradas en Chicago hace dos años, cuando llegó tercero. Había ganado en dos oportunidades el Maratón de Los Angeles. “Cuando Kiptum hizo su récord, fue una inspiración para mí. Me dije que yo también podría mejorar a estos niveles. Le dedico el triunfo”, expresó.

Pero todos los flashes fueron para Ruth Chepngetich. En la Ciudad del Viento, había volado como nadie en la historia.

La evolución del récord femenino de maratón