Categoria:

Ruth Chepngetich, culpable de ser keniana, por Daniel Sanabria

Autor: Mundo Deportivo

Pasadas setenta y dos horas del récord de Ruth Chepngetich conservo la sensación que ya tenía el mismo domingo: se ha hablado muy poco del asunto. Puede ser una cuestión de machismo, como si el suceso de bajar de las dos horas diez en el maratón femenino no fuese equiparable a hacerlo de las dos horas en el masculino. O simplemente, incredulidad colectiva. Tras rescatar varias opiniones de expertos en la materia y sondear el sentimiento público, me inclino más por la segunda. Ruth Chepngetich es culpable de ser keniana. Su prodigiosa marca, 2h 09:56, está siendo juzgada por su procedencia. De ahí el ghosting mediático. Entonces… ¿Somos más machistas o más racistas? La nueva pregunta clásica de David Broncano no puede ser más oportuna.

Porque si acudimos a las tablas húngaras -un macrodocumento con el que la World Athletics categoriza cada hito del atletismo mediante una puntuación- la marca de Ruth Chepngetich está inmensamente mejor valorada (1.339) que la del propio Kiptum (1.322). Es curioso. El malogrado atleta, también keniano, nunca fue sometido a ese proceso de enjuiciamiento tras su estratosférico crono en Chicago. También es cierto que sus antecedentes –2h 01:53 en Valencia y 2h 01:25 en Londres– ofrecían argumentos más sólidos que los de Ruth, cuyo bagaje se reducía a una marca de dos horas catorce un par de años atrás.

No sé, supongo que los sucesivos episodios de dopaje en Kenia están comenzando a pasar factura. Hay una desconfianza global que ya no se disimula y cualquier marca que se sale del tiesto se examina con sospecha. Diría que hasta se ha perdido la presunción de inocencia. Sinceramente, me cuesta analizar el atletismo desde ese prisma, ajusticiando sin pruebas a quienes escriben capítulos inesperados en la historia, a quienes se cuelan en una fiesta a la que no estaban invitados.

Los libros de atletismo están colmados de páginas improvisadas, de nombres que nadie esperaba ahí y ahora figuran como héroes y heroínas del deporte. Por qué Ruth Chepngetich no puede ser uno de ellos. Por qué siempre reclamamos justicia a la justicia y ahora somos los primeros en pedir pagar a inocentes por pecadores. Dejemos que el tiempo sea el único juez y no convirtamos el atletismo en una inquisición permanente. De lo contrario, es preferible resetear todos los registros y empezar de cero. O dedicarnos a jugar al Buscaminas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar también

¿Quieres hablar con nosotros en cabina?

Nuestros Horarios en el Estudio:

9am a 11am | 12m a 1pm | 4 a 5 pm | 5 a 6pm

horario del pacifico