El 20 de enero de 2025 se lleva a cabo la toma de posesión de Donald Trump como el 47° presidente de Estados Unidos. Este evento será la segunda toma de posesión del empresario, quien cumplió su primer periodo entre el 2017 y el 2021.
Durante esta administración se implementaron diversas políticas que afectaron de manera directa e indirecta el transporte de carga fronterizo, algunas de las cuales tuvieron implicaciones significativas para las relaciones comerciales entre Estados Unidos, México y Canadá, especialmente en el marco del T-MEC.
El muro fronterizo
Esta es probablemente una de las promesas y discursos más recurrentes de Trump, desde la administración pasada. Si bien no se completó por completo, sí provocó cambios en las rutas de transporte de carga terrestre. Algunas de ellas son:
- En la frontera de Arizona el inicio de construcciones de barreras físicas afectaron las rutas de carga en áreas como Nogales y Sasabe.
- La frontera entre San Diego y Tijuana sufrió modificaciones. Aunque la infraestructura ya estaba en gran parte, la ampliación del muro afectó rutas de carga sobre todo en el cruce de Otay Mesa, uno de los más importantes para el comercio.
- Texas fue el estado con más trabajo de construcción de barreras, particularmente en el área del Valle del Río Grande y en el cruce de Laredo, que es uno de los más importantes para el comercio de carga. Las ciudades de El Paso y McAllen también fueron afectadas.
Por ejemplo, la American Trucking Associations (ATA) estimó en 2020 que el comercio de carga a través de la frontera entre Estados Unidos y México representa más de 1.7 billones de dólares al año. Sin embargo, los retrasos de la construcción de barreras fronterizas generaron una reducción del 5% en la eficiencia del transporte de carga, lo que resultó en costos adicionales de 3.5 mil millones anuales. Esto solo en el cruce de Laredo.
En este mismo sentido, un estudio de la Federación Nacional de Empresarios de Transporte de Carga (FENATAC), apunta que los tiempos de espera aumentaron un 35% en promedio durante los años de la construcción activa del muro, especialmente en áreas como McAllen, Texas, y Nogales, Arizona.
El brinco del TLCAN al T-MEC
Aunque ahora Donald Trump ha lanzado varias declaraciones contra la estructura del T-MEC (entre México, Estados Unidos y Canadá), es importante recordar que la transición entre el TLCAN y el nuevo tratado ocurrió durante su administración, en agosto de 2017.
El T-MEC trajo consigo regulaciones muy importantes del transporte de carga transfronterizo que impactaron directamente a los transportistas mexicanos. Entre ellas:
- Mayor acceso al cabotaje para transportistas mexicanos. Sin embargo, existen limitaciones en ciertos estados del sur, mismas que se mantuvieron del TLCAN por seguridad y regulaciones locales.
- Los transportistas mexicanos que operan en Estados Unidos deben cumplir con los mismos estándares de seguridad y de vehículos comerciales que los estadounidenses (dispositivos de seguridad en los vehículos, sistemas de monitoreo de velocidad y cumplimiento de las normativas de emisiones de gases contaminantes).
- Las condiciones laborales de los conductores mexicanos que operan en Estados Unidos deben cumplir con leyes laborales estadounidenses, más estrictas en cuando a jornadas laborales, descansos y salarios mínimos.
Políticas más duras de seguridad y control en la frontera
Después de la entrada del T-MEC aumentaron de manera gradual los controles en las aduanas y las inspecciones correspondientes, lo que tuvo un impacto directo en el tiempo de tránsito de los camiones.
Estas regulaciones se centraron en la lucha del contrabando, tráfico de drogas, terrorismo y otros riesgos para la seguridad.
- Se instalaron tecnologías de escáneres de rayos X y de cuerpo completo para inspeccionar las cargas sin abrir los contenedores. Esto aumentó los tiempos de inspección.
- Endurecimiento de los permisos y documentos de la carga antes de cruzar
- En las inspecciones se incluyó la verificación del tipo de mercancía
- Los conductores de camiones deben pasar por un proceso de inspección de antecedentes
Todas estas políticas en conjunto tuvieron un impacto en el tiempo de cruce y eficiencia. Por ejemplo, Laredo es uno de los cruces más importantes entre México y Estados Unidos. Según la Cámara de Comercio de Laredo, los tiempos de espera pasaron de aproximadamente 2 horas a 5 o 6 horas en promedio durante los picos de inspección en 2020.
Esta misma información apunta a que en 2020 el impacto de la eficiencia operativa por los retrasos generó costos adicionales de hasta 3.5 mil millones solo en ese punto fronterizo.
La American Trucking Associations (ATA) estimó que el incremento en los tiempos de espera aumentaron un 5% los costos operativos anuales de las empresas de transporte que cruzan la frontera.
Inversiones en infraestructura fronteriza
También durante esta administración hubo un enfoque significativo para mejorar la infraestructura fronteriza, especialmente con el fin de agilizar el transporte de carga.
Esto implica la modernización y ampliación de puertos de entrada, siendo algunos de los principales beneficiados el de Laredo en Texas, el de Otay Mesa en California, el de El Paso en Texas y el de Nogales en Arizona.
Algunas de las herramientas tecnológicas que se implementaron son:
- Tecnologías de Inspección No Intrusiva (INI) como escáneres de rayos X y escáneres de carga gamma
- Sistemas de detección de cargas ilícitas
- Análisis de datos para detección de contrabando y actividades sospechosas
- Plataformas de Gestión de Datos y Control de Carga (C-TPAT)
- Sistemas de identificación automática (RFID) para el seguimiento automático de camiones de carga, así como un sistema de pre-inscripción de carga
Transporte aéreo
Las políticas impulsadas durante la primera administración Trump estuvieron centradas en optimizar la eficiencia, reducir los costos y mejorar la seguridad en los aeropuertos y puertos de carga.
Si bien se continuó con las políticas de seguridad en la carga aérea que se implementaron después del 9/11, se hizo un mayor énfasis en inspecciones más estrictas y tecnologías de monitoreo. Todo esto mediante el uso de tecnologías como rayos X y escáneres de alta resolución.
Se continuó con la expansión de programas como el Customs-Trade Partnership Against Terrorism (C-TPAT) que involucraba a empresas en el transporte aéreo de carga para fortalecer la seguridad en las cadenas de suministro y facilitar el cruce de mercancías.
Además, se implementaron nuevas tecnologías de infraestructura de logística aérea para mejorar la eficiencia en los aeropuertos y agilizar el tránsito de carga.
De igual forma, durante ese gobierno se implementaron restricciones adicionales en el transporte de carga basadas en preocupaciones de seguridad nacional, terrorismo y política comercial.
Los principales países afectados fueron Irán, Corea del Norte y Siria por preocupaciones de seguridad y sanciones económicas estrictas; China como parte de la guerra comercial, países de mayoría musulmana incluidos en el Travel Ban, así como restricciones al transporte aéreo de mercancías provenientes de Venezuela como parte de las sanciones impuestas al régimen de Nicolás Maduro.
Transporte marítimo
Una de las principales inversiones que fueron impulsadas durante la administración Trump está relacionada con la infraestructura portuaria y la modernización de puertos.
Por ejemplo, en el Puerto de Los Ángeles, considerado como el más grande de América del Norte, se destinaron recursos para la implementación de nuevas tecnologías como sistemas de gestión de carga automatizada y mejoras en general en las instalaciones de carga.
Al igual que en las otras modalidades de transporte, en esta administración aumentaron las inspecciones de carga en los puertos para garantizar que las mercancías no estuvieran siendo utilizadas para contrabando o actividades ilícitas.
Esto incluyó la expansión de las inspecciones de contenedores mediante el uso de tecnologías de escaneo en puertos de entrada clave, como el Puerto de Nueva York y Nueva Jersey, Los Ángeles y Long Beach.
En este punto es importante mencionar la huelga de estibadores de la Costa Este y el Golfo. Si bien el paro estalló durante la administración de Joe Biden, el ahora presidente Donald Trump mantuvo diálogos con el sindicato y manifestó su rechazo a la automatización total de los puertos.