En una de sus últimas acciones como presidente de Estados Unidos, Joe Biden otorgó perdones preventivos a varios funcionarios de alto perfil, incluidos el Dr. Anthony Fauci, el general retirado Mark Milley y miembros del comité selecto que investigó los disturbios del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de los Estados Unidos, así como a sus familiares por varios delitos cometidos en el pasado.
Debido a esta medida, que busca exonerar a figuras clave de la administración anterior de cualquier consecuencia judicial, se desataron fuertes críticas, especialmente del gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien no dudó en calificar la decisión como uno de los “mayores abusos de poder” cometidos por el ahora ex mandatario.
Sin callarse nada
El mandatario, conocido por sus posturas políticas contra las decisiones de la administración Biden, fue especialmente crítico con el hecho de que se indultara al Dr. Fauci, el principal promotor de las políticas de salud pública relacionadas con la pandemia de COVID-19, y al general Milley, quien fue una figura central en la gestión de la retirada de Afganistán.
DeSantis expresó que este perdón presidencial era una muestra más de cómo “el pantano” de Washington protege a sus propios actores, al acusar a Biden de utilizar su poder para proteger a quienes, según él, fueron responsables de una serie de “abusos” durante la pandemia.
Además, hizo referencia a las políticas de vacunas impulsadas por la administración Biden, particularmente los mandatos de las inyecciones de mRNA, los cuales fueron bloqueados exitosamente en Florida.
Lee también
Donald Trump y su polémico mensaje: “Me salvó Dios para hacer a Estados Unidos grande otra vez”
VÍCTOR HUGO ALVARADo
DeSantis critica el poder saliente
El gobernador destacó que uno de los mayores abusos de poder de Biden fue precisamente la imposición de estos mandatos de vacunación, los cuales, en su opinión, dañaron la libertad individual y generaron divisiones políticas.
Por su parte, el presidente Biden defendió su decisión al argumentar que estas figuras públicas habían “servido a la nación con honor y distinción” y que no merecían ser objeto de persecuciones políticas injustificadas, al explicar que, aunque no creía que hubieran hecho nada incorrecto, el simple hecho de haber sido investigados o procesados había afectado sus reputaciones y finanzas.
En un contexto político más amplio, el candidato a la Cámara de Representantes de Florida, Jimmy Patronis, también se sumó a las críticas hacia el comité del 6 de enero, al comprometerse a trabajar con el liderazgo del Congreso para investigar las acciones de figuras como Liz Cheney y Adam Kinzinger, quienes participaron en la investigación de los hechos ocurridos durante el asalto al Capitolio.