Roberto Manrique es el protagonista de la obra El juego de ser perfecto. Foto: cortesía.
El actor ecuatoriano Roberto Manrique es el protagonista de ‘El juego de ser perfecto’. Se trata de un monólogo en el que habla, sin reparos, de su vida y sus activismos.
En junio de 2023, mientras estaba en México, Roberto Manrique (Guayaquil, 1979) decidió que iba a llevar su vida a los escenarios. Ahí nació El juego de ser perfecto, un monólogo en el que el actor ecuatoriano se desnuda emocionalmente para repasar su trayectoria personal y profesional. En esta obra se atreve a “contar la plena” para proponer ver a la vida como un juego, donde no siempre se gana, pero en la que se puede jugar mejor.
¿Qué te motivó a hablar de tu vida a través de un monólogo?
Quería contar mi recorrido de ‘Juntos por la Tierra’ (programa en favor del medioambiente). Y, de repente, un día estando en México, me dije: por qué no llevo toda mi vida a escena. Me dio ganas de treparme a un escenario y decir la plena con total transparencia, casi sin filtro. Llamé a Sebastián Sánchez, el director de mi monólogo anterior, y le propuse que me dirija.
En otra entrevista mencionabas que en esta obra te muestras más allá de las redes.
Creo que la maravilla del proceso artístico está en que se puede contar todo. Eso sí, con respeto tanto para ti como para los implicados. Leí mi obra a varias personas cercanas para que sepan de lo que voy a hablar, porque de alguna manera mi historia es la suya. No quería ponerme en un estado vulnerable y mucho menos a otras personas.
¿Cómo te preparaste para equilibrar la exposición y la vulnerabilidad?
He venido preparándome durante años. Promocionando la obra en redes quedé totalmente sorprendido, porque había personas escandalizadas por contar que iba a exponer toda mi vida en un escenario. No te hablo de gente mayor o tradicional. Nunca imaginé que parte de la comunidad Lgbti+ se sintiera afectada. Actuar es un riesgo y en teatro más todavía, porque hay cosas que no se pueden controlar. Es un voto de confianza más que una certeza.
¿Cómo están inmersos en este monólogo tus activismos por los derechos ambientales y de la comunidad Lgbti+?
La industria y el activismo son opuestos, pero el trabajo que realizo es lo que me permite tener un mayor impacto en mis audiencias, y así llegar con un mensaje en favor de los derechos. Eso sí, para desarrollar ‘Juntos por la Tierra’ tuve que poner una pausa en mi carrera, ahí me di cuenta de mis prioridades. En la obra están presentes mis intereses socioambientales, que he logrado hacerlos más públicos gracias a mi trabajo como actor.
El juego de ser perfecto
- El monólogo se presenta hasta el 29 de septiembre en El Teatro del CCI, Quito.
- Puede mirarlo de jueves a sábado a las 19:00 y los domingos a las 18:00.
- La obra la dirige Sebastián Sánchez e Iñaki Moreno.
- El monólogo es apto para mayores de 16 años.
- Tendrá su temporada en Guayaquil y se gestiona una gira internacional.
¿Qué espera del público?
Apuesto por algo interactivo para enfatizar que mi vida, como la de todos, termina siendo un juego. Quiero que, al menos, el público se vaya alivianado y pensando en cómo asumir lo que nos pasa a diario. Sí, son tiempos difíciles y nadie tiene la última palabra, pero tratemos de ver a la vida como un juego, en el que a veces pierdes. La cuestión es que siempre podemos ir encontrando formas para jugar mejor.
Desde tus inicios en la televisión hasta hoy, ¿cómo sientes que ha evolucionado tu carrera? ¿Qué lugar ocupa esta obra en ella?
Estoy en un momento muy particular de mi vida laboral. Mi proceso evolutivo está en dejar de priorizar a la industria audiovisual como la única o la gran fuente de éxito. Es decir, siempre había concebido que el triunfo está en que me contraten en producciones internacionales y eso era algo que no podía arriesgar.
¿No ponerlo en juego?
Exacto (risas). Siempre pensaba que mi carrera tenía que ser la prioridad y alrededor de eso debía desarrollar mi vida. Decidí cambiar por completo: Ahora mi norte es lo que yo quiero y puedo crear y sacar adelante; los proyectos que puedo gestionar más allá de la gran producción internacional. Montar este monólogo es la mejor respuesta. Esta obra representa mi primer bebé en esta nueva perspectiva que tengo del mundo.
¿Buscas llevar a este monólogo por otras ciudades y países?
Como te decía: es mi nuevo bebé y hay que sacarlo a pasear (risas). Estamos por confirmar fechas en Guayaquil y he hablado con promotores para una gira por EE.UU. Ahora que estuve en Barcelona y Milán, celebrando con las comunidades ecuatorianas, también hice gestiones para que lleguemos hasta allá.
Breve, breve
¿Tu monólogo favorito?
¿Ahora? El juego de ser perfecto, de Roberto Manrique y sus demonios.
¿Qué standapero admiras?
A Sofía Niño de Rivera.
Tu primer recuerdo de ir al teatro:
Ver un show del Circo de Tico Tico.
Qué personaje quisieras interpretar:
Me encantaría interpretar a Alexander von Humboldt.
Tu teatro favorito:
El Teatro Sucre de Quito me gusta mucho.
Un escenario donde quisieras actuar:
Me encantaría presentarme en La Scala de Milán.
Te has repetido un monólogo:
Sí, varias veces los de Sofía Niño de Rivera.
La última obra que viste en Ecuador:
Las Mari Cesis no se callan, de Iñaki Moreno.
Si no fueras actor sería:
Bailarín.
