Resumen de noticias de la llegada a casa de la cápsula Starliner de Boeing sin su tripulación

El Starliner de Boeing ha tenido un vuelo de prueba accidentado, y tuvo dos vuelos de prueba sin tripulación antes de este que se encontraron con sus propios episodios de errores problemáticos.

Boeing y SpaceX recibieron sendos contratos al mismo tiempo para desarrollar sus propias naves espaciales capaces de transportar tripulación desde y hacia la ISS.

SpaceX obtuvo US$ 2.600 millones, mientras que Boeing recibió US$ 4.200 en 2014. Y la nave Crew Dragon de SpaceX lleva años realizando viajes rutinarios con astronautas, mientras que la Starliner aún está resolviendo problemas.

Pero la NASA sacó a relucir el hecho de que no es tan sencillo comparar ambos directamente.

La nave espacial Crew Dragon de SpaceX tiene su origen en el programa de carga Dragon, una nave espacial diseñada para transportar únicamente suministros y experimentos a la ISS a partir de 2008.

“Tenga en cuenta que tomamos un camino diferente con los vehículos Dragon”, dijo Dana Weigel, gerente del programa de la Estación Espacial Internacional de la NASA. “Así que, en general, cosas como el tratamiento de los sistemas (de propulsión) y muchas de las cosas que estamos aprendiendo ahora con la prueba de vuelo con tripulación (de Starliner) se trataron (en Dragon) durante la era de carga. …Así que hay trayectorias de desarrollo muy diferentes entre las dos naves espaciales”.

Los funcionarios de la NASA que supervisan el programa Starliner tienen mucho que celebrar. Pero todavía hay numerosos obstáculos que afrontar mientras la agencia espacial y Boeing trabajan para conseguir que la nave espacial Starliner llegue a un punto en el que pueda empezar a volar en misiones rutinarias con astronautas de la NASA a bordo.

“Está claro que tenemos trabajo por hacer”, dijo Steve Stich, director del Programa de Tripulación Comercial de la NASA.

“Los equipos comprenderán ese trabajo y seguirán adelante”, añadió. “Y si solo nos fijamos en los objetivos de la misión – creemos que probablemente hemos conseguido entre el 85 y el 90% de los objetivos de la misión”.

Sin embargo, no tener astronautas a bordo para el regreso dejó algo de un vacío de conocimiento, dijo.

“Obviamente, hay algunas cosas que nos faltan en términos de la experiencia de Butch y Suni como pilotos de pruebas y de cómo se comportó el vehículo (en el regreso)”, dijo Stich. “Lo que vieron en la cabina – no tendremos esos datos, pero todavía tenemos la riqueza de datos de la propia nave espacial”.

En lugar de chapotear en el océano, como han hecho la Crew Dragon de SpaceX y otras cápsulas que se remontan al programa Mercury de la NASA, la Starliner tocó tierra firme.

Había cinco posibles lugares de aterrizaje, la mayoría en el suroeste de Estados Unidos: dos en Nuevo México, uno en Utah, otro en Arizona y, por último, uno en California.

Para este aterrizaje, Boeing y la NASA eligieron el White Sands Space Harbor de Nuevo México, una zona dentro del White Sands Missile Range utilizada anteriormente para entrenar a los pilotos de los transbordadores espaciales de la NASA.

Pero, ¿por qué aterrizar en tierra en lugar de chapotear en el océano?

No tiene nada que ver con los problemas que ha experimentado el Starliner. Boeing siempre ha diseñado el vehículo para que funcione así.

El agua de mar es dura con las naves espaciales: La sal puede corroer los componentes y, además, hay que tener en cuenta la molestia que supone enviar barcos al mar para rescatar a la tripulación.

“Boeing optó por un diseño que aterrizara en tierra en lugar de chapotear en el océano para facilitar algunas partes del proceso de recuperación”, según la empresa.

El exastronauta de la NASA Garrett Reisman, que ahora es profesor y consultor de SpaceX que ayudó a dirigir el esfuerzo de la compañía para desarrollar su primera cápsula de tripulación, dijo a CNN el viernes por la noche que cree que la NASA hizo lo correcto al decidir volar el Starliner de Boeing a casa sin tripulación a bordo.

“Creo que tomaron la decisión correcta en esta circunstancia”, dijo Reisman.

“Creo que todos los ingenieros que tomaron la decisión, si se les pidiera que apostaran sobre lo que ocurriría en este momento, habrían apostado a que tendríamos lo que estamos viendo aquí, que es una entrada bastante exitosa hasta ahora”, añadió.

“Pero no estaban dispuestos a jugarse la vida por ello. Debido a la incertidumbre, al hecho de que no sabían exactamente qué le pasaba (a la nave Starliner). … Y hasta ahora todo ha ido bien, pero no ha sido perfecto. Tuvimos otro fallo en un propulsor”.

Reisman se refería a una avería en un propulsor que los responsables de Boeing y de la NASA revelaron cuando el vehículo iniciaba su descenso final. Una serie de comprobaciones llevadas a cabo por los equipos en tierra mostraron que uno de los propulsores a bordo de la cápsula Starliner se había estropeado.

Las anteriores averías de los propulsores que preocuparon a los equipos de Boeing y de la NASA se produjeron en el módulo de servicio del Starliner, un accesorio cilíndrico situado en la base de la cápsula.

Para cerrar la retransmisión en directo de la NASA, Lauren Brennecke, de Boeing, ofreció un mensaje final:

“El Starliner ha regresado sano y salvo. Enhorabuena a todo el equipo por completar la misión con un exitoso desacoplamiento, órbita y aterrizaje. Una vez más, Starliner ha demostrado ser un viaje seguro hacia y desde el espacio”, dijo Brennecke.

La webcast de la NASA acaba de retransmitir otra comunicación entre controladores de tierra en la Tierra y astronautas en el espacio.

El controlador de vuelo de la NASA Rick Henfling celebraba su cumpleaños en el control de la misión. Un despacho a la estación fue: “Ha sido un buen aterrizaje, bastante impresionante”.

Suni Williams, uno de los astronautas que permanece a bordo de la ISS porque al Starliner no se le permitió regresar a casa con tripulación, elogió a los equipos de tierra por llevar la nave a casa sana y salva.

“Son los mejores. Son los mejores”, dijo Williams.

La nave espacial Boeing Starliner -apodada Calypso- ha tocado por fin tierra firme.

Tres grandes paracaídas y airbags suavizaron su aterrizaje. Y la nave espacial ha llegado «sana y salva al suelo del desierto», según los anfitriones de la transmisión por Internet de la NASA.

La hora oficial del aterrizaje fueron las 12:01 a.m. ET del sábado 7 de septiembre, según la NASA.

El Starliner acaba de desplegar los paracaídas “drogue”. Estos actuarán como sistema de frenado inicial durante el retorno.

Después se desplegará un conjunto más completo de paracaídas, que utilizarán más aire para frenar la cápsula.

Al acercarse a tierra, Starliner también desplegará un conjunto de airbags en su parte inferior, lo que suavizará aún más el golpe del aterrizaje.

El WB-57 de la NASA, un avión con base en el Centro Espacial Johnson de la agencia en Houston, ha captado las primeras imágenes del regreso del Starliner al espacio.

Aparece como un punto que cruza el cielo, la agencia espacial compartió imágenes en su livestream.

Como era de esperar, la nave espacial Starliner estará fuera de alcance durante unos minutos.

El vehículo acaba de entrar en un periodo de apagón durante el cual los controladores de tierra no pueden establecer contacto con el vehículo.

Esto es lo habitual en las naves espaciales que regresan de la órbita.

Cuando un vehículo regresa del espacio, golpeando la espesa atmósfera terrestre mientras viaja a una velocidad varias veces superior a la del sonido, la presión y la fricción provocan un calentamiento extremo.

Esto crea una acumulación de plasma que puede bloquear brevemente los equipos de comunicación.

Se espera que el apagón del Starliner dure unos cuatro minutos y medio.

La interfaz de entrada es un hito crucial. Es la parte más caliente y agotadora de la reentrada, ya que la presión y la fricción calientan el exterior del Starliner a más de 3.000 grados Fahrenheit.

El calendario actual de la NASA sitúa la interfaz de reentrada a las 11:45 p.m. ET.

Es alrededor de esta hora cuando Starliner puede llegar a ser visible en el cielo, dijo Leah Cheshier, un oficial de asuntos públicos de la NASA, durante la transmisión de la agencia espacial.

“Esperamos empezar a ver a Starliner cruzando el horizonte alrededor de la hora en que comience la interfaz de entrada”, dijo Cheshier.

La cápsula Starliner, o la parte que albergaría a los astronautas durante los viajes rutinarios a casa desde el espacio, acaba de desprenderse de su módulo de servicio.

Este hito es en cierto modo monumental. Fueron los problemas con los propulsores y las fugas de helio en el módulo de servicio los que retrasaron el regreso a casa del Starliner y llevaron a Williams y Wilmore a pasar semanas más de lo previsto en la ISS.

Los responsables de la NASA y de Boeing querían mantener el Starliner unido a la ISS el mayor tiempo posible para poder trabajar en la comprensión de las fugas y los problemas de los propulsores antes de este momento, cuando el módulo de servicio es expulsado y se deja quemar en la atmósfera.

Desde que la cápsula Starliner partió de la ISS, se ha ido alejando lentamente de la estación espacial.

Mientras la nave espacial se aleja, los controladores de vuelo han aprovechado la oportunidad para realizar algunas pruebas en los sistemas de propulsión del vehículo.

Según la transmisión en directo de la NASA, uno de los propulsores del sistema de control de reacción (RCS) del Starliner no funcionó. Según los comentaristas de la NASA y Boeing, no es un gran problema, ya que la cápsula cuenta con muchos propulsores RCS de reserva.

Pero anteriormente, funcionarios de la NASA y de Boeing dijeron que al menos un propulsor RCS situado justo debajo de la cabina de la tripulación del Starliner -en el módulo de servicio de la cápsula- también se había agotado y no se utilizaría durante el resto de la misión.

Los comentaristas de la retransmisión también dijeron que los controladores de vuelo probaron 10 de los 28 propulsores RCS del módulo de servicio y “todos funcionaron como se esperaba”.

Los responsables de la NASA y de Boeing encargados de tomar la decisión final dieron el “visto bueno” definitivo para que el Starliner realizara su regreso a la Tierra.

El encendido de órbita dura unos minutos y orienta la nave espacial en una posición adecuada para la reentrada. La densa atmósfera de la Tierra hará mella en el vehículo, por lo que una orientación precisa será clave.

Incluso si el viaje de regreso sin tripulación del Starliner, este viernes por la noche, sale bien, la NASA tendrá que tomar una decisión crucial sobre si concede a la nave la certificación de vuelo espacial tripulado.

Si algo sale mal, o si se deniega la certificación a la nave, supondría un nuevo golpe para la ya muy dañada reputación de Boeing.

El programa Starliner ya ha sufrido importantes reveses en el pasado. Un vuelo de prueba al espacio sin tripulación en 2019 fracasó debido a problemas de software, incluido un reloj interno que se retrasó 11 horas.

Esa misión de prueba tuvo que ser rehecha en 2022, pero no antes de que los ingenieros tuvieran que resolver problemas con válvulas pegajosas que impidieron que la nave espacial tomara vuelo antes.

El aluvión de problemas durante el desarrollo del Starliner ha disparado los rumores de que Boeing podría abandonar el programa.

El nuevo consejero delegado de Boeing, Kelly Ortberg, aludió a sus conversaciones con la NASA en un correo electrónico a los empleados compartido con CNN el 30 de agosto:

“Como saben, nuestro equipo está preparando el Starliner para un regreso a casa sin tripulación. Aunque sé que no es así como habíamos previsto el vuelo de prueba, a menudo nos definimos más por cómo nos presentamos en momentos de cambio o desafío, y éste es un momento importante para nosotros. Nuestro trabajo consiste ahora en centrarnos en la misión que tenemos entre manos y en que el Starliner regrese a casa sano y salvo”, escribió Ortberg.