El conseller de Educación, José Antonio Rovira, junto a la rectora, Amparo Navarro, en la apertura oficial del curso de la UA. / ALEX DOMÍNGUEZ
En la edición del 17/09/2024 de INFORMACIÓN me permitía unas puntualizaciones al discurso del conseller de Educación, Cultura, Universidades y Ocupación en la apertura del curso académico de la Universidad de Alicante. Continúo con el tema. Aludía el conseller a que los servicios jurídicos indicaban dos graves irregularidades en la tramitación del grado de Medicina por parte del gobierno anterior: una acerca de la ausencia de memoria económica y del informe económico de la Conselleria de Hacienda; y otra sobre el preceptivo informe sobre la adecuación de los recursos y centros aportados, concretamente para las prácticas en los hospitales.
Sobre la falta de la memoria y el informe económico de la Generalitat. Efectivamente, es responsabilidad de la administración. Pero, aun siendo conveniente, no era requisito sine qua non. No tocaba entonces, cuando se elaboró la memoria del grado, ya que los costes se asumían con los presupuestos ordinarios, desde los recursos propios de la Universidad, los propios de la Facultad de Ciencias de la Salud, los departamentos del Área de la Salud, el profesorado…, lo que no eludía la necesidad de contar en un futuro con una financiación adecuada, como también sucede con Logopedia, Ingeniería Aeroespacial… Los recursos propios y una gestión eficaz, junto con la implantación progresiva del grado de Medicina, curso por año, permitían dejar para años posteriores, una vez asentado el grado, la actualización de los presupuestos, por ejemplo, con el esperado plan de financiación plurianual, también citado por el conseller. Parece que se quiere volver en contra del equipo de gobierno de la Universidad el haber implantado el grado, en sus dos primeros años, sin costes extraordinarios. Y he de resaltar que la fortuna nos ha acompañado con la financiación extraordinaria del Ministerio de Sanidad por responder a su petición de aumento de alumnado, extra que ha servido para afrontar con más desahogo los gastos del nuevo Aulario de Anatomía, sin coste alguno para nuestra Generalitat, y sin detraer cantidad alguna de otros títulos y programas relevantes.
Sobre las prácticas de los alumnos en los hospitales públicos, el conseller dio amplia y detallada explicación: hubo cuatro informes desfavorables y un quinto favorable (de 22/07/2022), este último «firmado por quien no tenía competencias para ello». En consecuencia, «las prácticas de los alumnos no estaban aseguradas».
Ni rectifico ni justifico lo expuesto en el párrafo anterior. Pero sí que presento una versión distinta con una conclusión más positiva.
El apartado de prácticas de la memoria remitida a la ANECA se cumplimentó hasta cumplir los requisitos legales mínimos, y se dejaba para tiempos más propicios, una vez iniciado el grado (¡seis años han transcurrido!), completar y mejorar el catálogo de hospitales universitarios, también públicos, conveniando por la vía de la «excepcionalidad», con el apoyo de la «razón» y la generosidad de las partes implicadas, algo que, como hemos visto y estamos comprobando, resulta difícil, pero no imposible.
Que en el dossier haya hasta cinco informes sobre los hospitales de prácticas, los cuatro primeros negativos y el quinto positivo, pero este último cuestionado al haber sido firmado por el organismo EVEST, que dice carecía de competencias en la materia, es un problema de peso, originado, en su caso, por la administración, también la actual, que ha tenido un año para, al menos, plantear soluciones aceptadas por todos y que respeten el statu quo, el grado de Medicina en la Universidad de Alicante.
La normativa estatal establece: las prácticas han de hacerse en hospitales universitarios, recalco, han de tener la calificación de universitario; cada hospital solo puede estar vinculado a una universidad, si bien se añade que «excepcionalmente» puede haber más de una universidad. En coherencia con este imperativo legal, la Universidad de Alicante señalaba en la memoria del grado de Medicina aquellos hospitales que en esos momentos no tenían convenio con la UMH, como era el caso del Hospital Universitario del Vinalopó, Hospital Universitario de Torrevieja, entonces gestionado por Ribera Salud; también se incluía el Hospital HLA Vistahermosa de Alicante, Hospital Vithas Alicante y Hospitales del grupo Quirón Salud. De esta manera se cumplían los requisitos para la aprobación del grado, como así sucedió, a la vez que la Universidad de Alicante se daba un plazo razonable de tiempo para nuevos convenios, que, en el caso de los hospitales universitarios del sector público, se tendrían que hacer, como indica la ley, por vía de la «excepcionalidad» y con el plácet de la UMH. Al tratarse de hospitales universitarios públicos, la voluntad y la acción de la Generalitat también cuentan, pues de ella dependen orgánicamente por ser públicos. No puede olvidarse que, sobre este asunto, ya se había pronunciado el Tribunal Supremo avalando el derecho de la Universidad Católica de Valencia a no ser excluida y discriminada del convenio para la realización de prácticas sanitarias de alumnos de Ciencias de la Salud en hospitales públicos.
Desde la experiencia acumulada estos últimos años, me permito una posible explicación a los informes negativos. Fueron cuatro años de espera hasta la aprobación del grado de Medicina, con silencios, dilaciones… y escritos que cuestionaban el carácter «universitario» de alguno de los hospitales propuestos, a los que se contestó aportando los datos de la condición de universitarios, corrigiendo así el error. O sea, dilación, silencio, emisión de informe negativo, respuesta… vuelta a empezar…, en un contexto en el que no percibí voluntad alguna de aprobar el grado de Medicina en la Universidad de Alicante… hasta que la terrible realidad del covid y sus consecuencias, junto con factores, entre otros, como la publicación del estudio del Ministerio de Sanidad Oferta y Necesidad de Médicos Especialistas en España (2021-2035) y la petición expresa de aumentar plazas en los estudios de Medicina, conllevó la visión favorable al grado de Medicina en la UA.
