Los republicanos acusan al presidente Biden de intentar influir en las elecciones de 2024 con su medida de permitir a los cónyuges e hijos indocumentados de ciudadanos estadounidenses un camino más fácil para buscar la residencia permanente, y algunos utilizan la dudosa afirmación de que crearía más votantes demócratas antes de noviembre.
El expresidente Trump, quien dijo que revocaría el orden de Biden si fuera elegido, dijo que Biden simplemente estaba “utilizando” a los inmigrantes.
“Pero va a dejar que todos entren, porque ya sabes lo que están tratando de hacer, están tratando de inscribir a estas personas y registrarlas”, dijo Trump durante un mitin en Wisconsin el martes por la tarde.
La respuesta cínica a la acción de ayuda anunciada el martes, que se aplicaría a unas 550.000 personas, tiene muchas imprecisiones.
La orden agiliza los caminos para regularizar su estatus migratorio, incluso a través de solicitudes de visa de trabajo, y elimina la necesidad de que ciertos inmigrantes abandonen el país para solicitar la residencia permanente desde el extranjero, un proceso sujeto a períodos de espera de años.
Pero no crea una afluencia de cientos de miles de nuevos ciudadanos y ciertamente no aumentaría las listas de votantes elegibles antes de las elecciones de 2024.
Aún así, el temor a una afluencia de votantes demócratas ahora o en el futuro es una parte central de la resistencia del Partido Republicano a la acción de Biden.
La secretaria de prensa nacional de la campaña de Trump, Karoline Leavitt, dijo de manera similar en una declaración ese mismo día que Biden estaba “dando amnistía masiva y ciudadanía a cientos de miles de ilegales que él sabe que finalmente votarán por él y el Partido Demócrata de Frontera Abierta”.
“Ese es su plan de juego. Consiga que se registren para votar tantos como pueda”, dijo el senador Tommy Tuberville (republicano por Alabama). “No les importan los ciudadanos, no les importan estas personas. Simplemente están buscando votantes y están tratando [to] hacer todo lo que puedan antes de las próximas elecciones porque están viendo la señal en la pared”.
En respuesta al comentario de Tuberville, un demócrata de la Cámara de Representantes hizo una broma sobre la famosa lentitud de la burocracia federal de inmigración.
“Si tan solo USCIS trabajara tan rápido”, dijo el representante Greg Casar (D-Texas), refiriéndose a los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos, la agencia que procesa las solicitudes de inmigración.
Para los republicanos en el Capitolio que habían rechazado un plan de compromiso fronterizo respaldado por Biden a principios de este año, la orden también sirve como validación de su desconfianza hacia él en materia de política fronteriza y de inmigración.
A principios de este mes, Biden implementó otra acción ejecutiva destinada a tomar medidas enérgicas contra los cruces fronterizos, rechazando a los migrantes que buscaban asilo en la frontera durante los días con una gran cantidad de encuentros diarios. Los republicanos habían rechazado en gran medida una medida similar en un fallido compromiso sobre un proyecto de ley fronterizo a principios de este año.
El presidente Mike Johnson (R-La.) dijo que Biden está tratando de “tratar de jugar en ambos lados” con el par de acciones ejecutivas.
“El presidente puede pensar que nuestra seguridad nacional es una especie de juego que puede intentar utilizar para obtener puntos políticos, pero los estadounidenses saben que este plan de amnistía sólo incentivará una mayor inmigración ilegal y pondrá en peligro a los estadounidenses”, dijo Johnson en un comunicado.
Johnson también dijo que la acción de Biden “es una prueba positiva del plan de los demócratas para convertir a los extranjeros ilegales en votantes” y que espera que sea impugnada en los tribunales y anulada.
En un evento para anunciar la nueva medida y conmemorar el 12º aniversario del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) el martes, Biden dijo que la acción de ayuda no era una medida política.
“Amigos, no estoy interesado en jugar a la política en la frontera o la inmigración. Estoy interesado en solucionarlo. Lo he dicho antes y lo diré nuevamente hoy: trabajaré con cualquiera para resolver estos problemas. Esa es mi responsabilidad como presidente. Esa es nuestra responsabilidad como estadounidenses”, dijo Biden.
Y la Casa Blanca ha subrayado que quienes pueden acogerse a la acción de ayuda se limitan a un determinado grupo.
“La población elegible es limitada”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, sobre la acción de ayuda de Biden en una rueda de prensa el martes.
“Las personas que llegan ahora no son elegibles, así que intentamos darle un alcance a esto, por así decirlo”, dijo Jean-Pierre.
Aunque los republicanos describieron ampliamente la orden de Biden como un cálculo político, algunos hicieron una distinción entre exactamente qué tipo de votantes se verían afectados por ella en las próximas elecciones. El representante Josh Brecheen (republicano por Oklahoma) dijo en una publicación en la plataforma social X que la acción de Biden fue “un esfuerzo para apaciguar a los miembros de su familia con la esperanza de embargar sus votos para las próximas elecciones”.
Todos los beneficiarios directos del nuevo plan de Biden no podrán votar en las elecciones de 2024, aunque sí sus cónyuges, ciudadanos estadounidenses.
Incluso en el mejor de los casos, votar en las elecciones presidenciales de 2028 sería una posibilidad remota para los beneficiarios indocumentados que comienzan su solicitud de residencia permanente inmediatamente bajo la nueva política.
A los cónyuges de ciudadanos estadounidenses les toma al menos 10 meses recibir su tarjeta de residencia, y luego deben esperar tres años (y permanecer casados) para ser elegibles para solicitar la naturalización, un proceso que demora en promedio ocho meses desde el momento de la solicitud.
Teniendo en cuenta un subsidio de naturalización anticipada de 90 días, eso significa que lo más rápido que un beneficiario se convertiría en ciudadano estadounidense es aproximadamente 50 meses, y faltan 52 meses y 20 días para las elecciones de 2028.
Un republicano que ha abogado por una reforma migratoria evitó las afirmaciones engañosas de los nuevos votantes al responder a la orden de Biden, pero aun así evaluó que se trataba de una medida política.
“La última Orden Ejecutiva del presidente Biden sobre inmigración es una medida descaradamente política, de constitucionalidad cuestionable, en un año electoral”, dijo el representante Mario Díaz-Balart (R-Fla.) en un comunicado.
“Estas Órdenes Ejecutivas son contraproducentes y no harán nada para aliviar el caos actual en nuestra frontera sur. El personal [Department of Homeland Security] está abrumado y los agentes de la Patrulla Fronteriza apenas pueden seguir el ritmo de la afluencia de personas, incluidas personas peligrosas, que cruzan a nuestro país”.
El senador John Cornyn (R-Texas) argumentó que la orden de Biden contribuye a políticas que incentivan la migración ilegal.
“La gente se da cuenta de que si llegas aquí, el presidente Biden te permitirá quedarte y podrás emprender el camino hacia la ciudadanía”, dijo Cornyn. “Ese ha sido un gran imán y atraerá aún a más personas”.
Al Weaver, Brett Samuels y Alex Gangitano contribuyeron con el reportaje.
