Tegucigalpa, 26 ene (EFE).- El cardenal hondureño, Óscar Andrés Rodríguez, dijo este domingo que las remesas familiares que envían los migrantes de su país que viven en el exterior, y que sumaron cerca de 10.000 millones de dólares en el 2024, están marcadas por el dolor y no deben ser despilfarradas, peor todavía en la politiquería.
“Esas remesas llegan marcadas por el dolor, por la angustia, por el sufrimiento y debemos apreciarlas, no simplemente deben ser despilfarradas, peor todavía en politiquería”, subrayó Rodríguez en un pasaje de la misa que ofició en la Basílica Menor de Suyapa, en Tegucigalpa.
Agregó que los migrantes hondureños, que en 2024 enviaron alrededor de 10.000 millones de dólares, ahora están “sufriendo tanto, tanto miedo, tanta angustia”, por las deportaciones masivas que está haciendo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, “y nuestro país que sólo contempla que sigan viniendo remesas familiares”.
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, dijo el sábado que defenderá los derechos de los migrantes “ante cualquier acción hostil y seguiremos trabajando para que quienes deseen regresar encuentren un país con oportunidades reales y dignas”.
Cada migrante retornado, según Castro, “recibirá bonos económicos, alimentación y propuestas de empleo” con el programa creado por su Gobierno para el migrante, bajo el nombre ‘Hermano vuelve a casa’.
El cardenal Rodríguez subrayó que “en nuestro mundo continúa creciendo la pobreza” y hay un “escándalo del hambre”, que es “inaceptable cuando se dispone de tantos recursos que son simplemente despilfarrados”.
Destacó además el problema de “los millones de personas que se ven obligadas a abandonar sus hogares buscando condiciones de vida más digna”.
Ante las elecciones internas que se celebrarán en marzo próximo, y las generales, en noviembre de este año, Rodríguez dijo que es un proceso que no hay que dejar “en manos de aquellos que se llaman a sí mismos los políticos”.
“Toca a toda nuestra ciudadanía, porque es la manera como en democracia se debe caminar en el Estado. No es un grupo que debe manipular, llámese como se llama, no, los ciudadanos todos debemos participar, lo que no se admite es la indiferencia y decir no, ese está en manos de corruptos”, expresó el religioso.
Señaló además que el que no participa en el proceso de elecciones, “se asocia a aquellos que puede que estén corruptos” y que “cada uno debe sentir en su corazón la llamada de Dios a participar, según su conducta, según sus convicciones, según su fe, según su responsabilidad ciudadana”.
(c) Agencia EFE