La incertidumbre ante las posibles redadas migratorias transformó el barrio de Little Village, en el suroeste de Chicago, en un lugar desolado. Esta zona, conocida como “el México del Medio Oeste”, suele ser uno de los corredores comerciales más activos de la metrópoli. Sin embargo, desde que Donald Trump asumió nuevamente como presidente de Estados Unidos, se transformó en un pueblo fantasma.
Según comentó Jennifer Aguilar, directora de la Cámara de Comercio de Chicago, en Bloomberg, el barrio de Little Village experimentó un descenso del 50% en el tráfico peatonal. El temor comenzó tras los reportes de que el equipo de Trump planeaba redadas masivas en Chicago. Muchos comercios cerraron sus puertas el martes, a pesar de que los propietarios temen el impacto económico futuro de estas medidas.
El propio presidente de Estados Unidos confirmó el lunes el endurecimiento de las políticas migratorias, con medidas para terminar con el foco puesto en el aumento en los operativos de deportación en todo el país. Sin embargo, esta situación afectó no solo a los residentes indocumentados, sino también a los negocios, cuya clientela se mantiene en sus hogares, preocupada por el accionar de Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), comandado por Tom Homan.
Little Village genera más ingresos fiscales para Chicago que casi cualquier otra área comercial, salvo la Magnificent Mile, reconocida por sus tiendas de lujo, de acuerdo a Bloomberg. Sin embargo, la combinación de redadas y bajas temperaturas redujo drásticamente las ventas. “Los negocios están viendo una caída en las ventas de hasta un 60%”, comentó Mike Rodríguez, concejal del distrito 22.
Esta situación no solo afecta a los comerciantes, sino también al sistema fiscal que depende de esos ingresos. Rebecca Shi, directora ejecutiva de la American Business Immigration Coalition, explicó en el mencionado medio que cuando los negocios sufren, la ciudad pasa el mismo destino.
“Cuando los negocios tienen menos tránsito peatonal, generan menos ingresos. Eso significa menos recaudación para nuestras escuelas, nuestro sistema de salud, nuestra seguridad pública, los departamentos de policía, todo lo que mantiene a salvo a cada habitante de Chicago”, señaló.
Diversos grupos y funcionarios trabajaron para preparar a la comunidad ante estas redadas. Durante un evento comunitario de Chicago Workers Collaborative, el congresista Jesús “Chuy” García destacó la importancia de conocer los derechos constitucionales. “Mi experiencia como inmigrante me hace entender esta realidad de manera personal”, afirmó.
Luego, García instó a los residentes a evitar abrir las puertas a agentes de ICE sin una orden judicial y a buscar asesoramiento legal. “Mi padre fue deportado varias veces cuando estaba aquí antes de convertirse en residente legal. Así que es algo personal”, agregó.
Eréndira Rendón, de la organización Resurrection Project, recomendó a las familias tener un plan en caso de deportación. Mientras tanto, voluntarios, como la representante estatal Delia Ramírez, distribuyeron volantes informativos en varios vecindarios. “Ellos son nuestra fuerza laboral, son nuestra economía. Queremos asegurarnos de que sepan que tienen derechos”, comentó.
De acuerdo con los cálculos de USA Facts, Estados Unidos hospeda a 47,8 millones de inmigrantes. Es decir, un 14,3% de su población total. De ese número, se estima que 11 millones no están autorizados para residir en el país norteamericano. Mientras tanto, en Chicago, se encuentran 332.760 personas que nacieron nació fuera de EE.UU. Y, según este sitio, en el estado de Illinois residen 420 mil inmigrantes ilegales.
Trump prometió la campaña de deportación másiva más grande en la historia de Estados Unidos. Sin embargo, un estudio del American Immigration Council calculó que deportar a 13 millones de personas costaría al menos 315 mil millones de dólares, cifra que podría aumentar si las operaciones se prolongan. Además del impacto directo en los inmigrantes, dicho informe prevé un efecto negativo en la economía local debido a la ausencia de trabajadores y el cierre de negocios.