Tras la firma de las órdenes ejecutivas en materia migratoria por parte del presidente Donald J. Trump luego de tomar posesión, la Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas solicita a la comunidad internacional, organizaciones, gobiernos y sociedad civil unirse para defender los derechos de las personas en movilidad.
Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano
La Red Eclesial Latinoamericana de Migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas (Red CLAMOR) ha expresado, mediante un comunicado, su “profunda preocupación” por el impacto negativo de las declaraciones realizadas en la toma de posesión del Presidente Donald J. Trump el lunes 20 de enero, así como de la firma de las órdenes ejecutivas en materia migratoria. Las medidas influyen e incidirán en la población migrante y solicitantes de asilo que, como observa la institución, “huyen de la violencia sistemática e inseguridad que viven en sus países de origen”.
La entidad plantea que el control migratorio con enfoque de seguridad nacional, la privación de la libertad y el anuncio de las deportaciones masivas generan una inmensa inquietud y un incomensurable sufrimiento emocional. “Muchos de ellos, escribe el organismo, han depositado sus esperanzas en un proceso de regularización que les permita llevar una vida digna y segura”.
No obstante, desde el comienzo de la nueva administración, las funcionalidades de la aplicación CBP One, que permitían a los extranjeros indocumentados presentar información anticipada y programar citas en ocho puertos de entrada de la frontera suroeste, ya no están disponibles y las citas existentes han sido canceladas.
A su vez, Trump decretó la emergencia nacional en la frontera sur del país, alegando que la soberanía de la nación está siendo atacada por cárteles y bandas criminales.
Trabajadores montan boyas en la frontera entre EE.UU. y México en Eagle Pass, Texas. (REUTERS)
La Iglesia, siguiendo el mensaje del Papa Francisco, apela a acoger, proteger, promover e integrar a las personas migrantes y refugiadas, recordando que aquellos en movilidad, incluidos solicitantes de asilo, refugiados y apátridas, son sujetos de derechos que no deben ser sometidos a ideologías nacionalistas que dividen y debilitan la unidad social. En este contexto, la Red CLAMOR reafirma su compromiso en la defensa de los derechos humanos de las personas migrantes, desplazadas y víctimas de trata. Además, insta a las autoridades a adoptar políticas migratorias que respeten los derechos fundamentales y fomenten la inclusión y solidaridad.
Finalmente, exhorta a la comunidad internacional, organizaciones de fe, gobiernos y sociedad civil a trabajar juntos en la defensa de los derechos de las personas en movilidad, brindando apoyo emocional, legal y humanitario, y promoviendo la construcción de sociedades justas e inclusivas basadas en la dignidad humana.
La petición de los Obispos estadounidenses
En reacción a las órdenes ejecutivas firmadas por el presidente Trump, la Conferencia Episcopal Estadounidense (USCCB por sus siglas en inglés) adelanta que revisará cuidadosamente el contenido y recuerda que la enseñanza fundacional de la Iglesia católica nos llama a defender el carácter sagrado de la vida humana y la dignidad de la persona humana dada por Dios.
“Esto significa -establece la declaración del Episcopado- que el cuidado de los inmigrantes, los refugiados y los pobres es parte de la misma enseñanza de la Iglesia que nos exige proteger a los más vulnerables entre nosotros, especialmente a los niños no nacidos, los ancianos y los enfermos”.
Asimismo, anticipan que trabajarán con el gobierno de Trump, así como con el Congreso para avanzar en el bien común para todos, lo que incluirá instancias de acuerdo y de desacuerdo.
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