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MARCO CANSECO
SHANGHÁI
Actualizado
A Liam Lawson le han tomado ya la matrícula, dentro se su propio equipo. Su deficientes calificaciones en China, especialmente la del sábado, donde fue último con el Red Bull con el que Verstappen era cuarto y a más de un segundo del holandés, han hecho sonar todas las alarmas en el equipo de bandera austriaca. Así, su asesor ejecutivo, Helmut Marko, ya no descarta nada, ni siquiera que siga en el próximo Gran Premio de Japón, dentro de dos semanas.
“”Esto no es lo que esperábamos”, decía Marko sobre el rendimiento del neozelandés al que él eligió por encima de Tsunoda y Hadjar, dos dos pilotos de la cantera, ahora en Racing Bulls. “Veamos lo positivo, Isack Hadjar, que nunca había pilotado en este circuito y está marcando tiempos increíbles en su segunda carrera, sin cometer errores”, decía sobre el hecho de haber podido entrar en la Q3 (como cuarto) y luego meterse en un flamante séptimo en parrilla, por delante de su compañero.
“Lo que ha demostrado hasta ahora es absolutamente fascinante. El sol [Hadjar] y la sombra [Lawson] están muy juntos y veremos qué pasa”, decía sobre la carrera y lo que pueden deparar las próximas citas. Marko tampoco descartaba la posibilidad de un cambio: “La Fórmula 1 es un deporte competitivo, al final, eso es lo que cuenta”, lanzaba con intención.
Tsunoda, preparado
A Yuki Tsunoda no tardaron en preguntarle en las teles si asumiría el puesto de Lawson dentro de 15 días en Suzuka. “Sí, ¿por qué no?”, decía de inmediato. “¿Japón? Sí, al cien por cien. El coche de Red Bull es más rápido”, subrayaba para destacar la penosa actuación de Lawson
El aludido, al menos era sincero sobre lo que está pasando: “No estoy siendo lo suficientemente bueno,. Creo que es solo cuestión de tiempo.. Desafortunadamente, no tengo mucho tiempo, pero es una de esas cosas en las que conducir un coche de Fórmula 1 requiere una confianza absoluta en lo que haces”, señalaba.
“No es que no me sienta seguro, pero la ventana de tiempo es tan pequeña que, ahora mismo, parece que la estoy perdiendo. Sólo necesito controlarlo. No sé cómo decirlo de otra manera, simplemente no es suficiente. Es realmente difícil, sinceramente. Creo que la ventana de rendimiento [del Red Bull] es muy pequeña. Eso lo sé, pero no es excusa. Tengo que controlarlo”, asumía el compañero de Max, que sabe que se le agota el crédito.