Cuando más necesidad tenía el Real Madrid de que llegara el siguiente partido en su calendario para empezar a olvidar los humillantes episodios del Clásico y el Balón de Oro, la desgracia se ha cebado con España, concretamente con la zona este del país, y ha afectado también, de manera deportiva, al conjunto blanco que no podrá jugar este fin de semana su partido de Liga ante el Valencia.
De esta manera, el conjunto blanco acumulará más de una semana sin jugar desde el pasado Clásico del día 28 de octubre que se unirá al duelo del próximo martes 5 de noviembre ante el Milan en Champions.
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Una situación que tiene dos vertientes en clave merengue pues por un lado el equipo descansa en un tramo de la temporada en el que los partidos se estaban acumulando con el riesgo de lesiones que eso conlleva, pero también está la parte negativa. Y es que el conjunto blanco tiene aún abierta la herida del Clásico y Vinicius en particular la de su Balón de Oro perdido y, de momento, no se la puede quitar con una actuación que se sobreponga al pasado.
Pese a ello, el Real Madrid sigue trabajando en Valdebebas con sus efectivos mayoritariamente a punto pese a las dudas de Rüdiger, Rodrygo y Courtois que ahora mismo son los únicos que no son fijos en la vuelta a la competición europea del próximo martes junto a Carvajal y Alaba cuyas lesiones son más largas.