CAMAGÜEY.- La ciudad de Camagüey fue testigo anoche de un momento especial al otorgar el Escudo de la Ciudad a Fernando Medrano, presidente fundador del Festival Internacional de Danza “Camagua Folk Dance”.
Este reconocimiento, conferido por el gobierno municipal, celebra no solo la trayectoria de un maestro multipremiado, líder de la compañía folclórica Camagua, sino también la importancia de un evento que ha puesto a Camagüey en el mapa cultural mundial.
Desde su fundación, este festival ha evolucionado significativamente. En sus inicios, marcados por las restricciones de la pandemia de COVID-19, tuvo un carácter predominantemente virtual. En ese entonces, 60 agrupaciones de diversas latitudes participaron a través de videos que fueron proyectados en los principales teatros de la ciudad, convertidos temporalmente en salas de cine. A pesar de las limitaciones, la compañía anfitriona mantuvo el espectáculo vivo con presentaciones a teatros llenos, demostrando que el arte puede trascender cualquier barrera.
El festival también ha sido un motor para la reactivación de espacios culturales y públicos, como las plazas emblemáticas de Camagüey. Sitios como el Parque del Gallo y el pequeño parque frente al Teatro Principal han acogido actividades vibrantes, ofreciendo opciones culturales al aire libre para los habitantes y visitantes.
Un espacio especial dentro del festival está dedicado a los artistas aficionados y las escuelas de danza en Cuba. Es sorprendente ver cómo el talento natural encuentra una plataforma para desarrollarse gracias a la labor comunitaria de los instructores de arte, quienes identifican y nutren a los jóvenes talentos como cantera para las escuelas de danza. Este esfuerzo garantiza la continuidad de las tradiciones folclóricas y abre las puertas al mundo profesional de la danza, donde muchos de estos artistas alcanzan niveles de excelencia.
Este año, el “Camagua Folk Dance” regresa a su versión presencial, con la participación de delegaciones de 15 países. Aunque el número de naciones es menor comparado con ediciones pasadas, la magia de la diversidad cultural sigue siendo su esencia. Anoche, durante la ceremonia de apertura, el desfile de trajes típicos tradicionales provocó un caleidoscopio de colores, para celebrar la riqueza de las culturas representadas.
Como un tapiz tejido con los hilos de las tradiciones danzarias de Alemania, Bolivia, Botswana, Bulgaria, Costa Rica, Colombia, Chile, Croacia, Ecuador, México, Panamá, Perú, Polonia, Rumania, Eslovenia y Cuba, por supuesto, el festival une al mundo a través del lenguaje universal de la danza. Cada pareja seleccionada por el Consejo Internacional Organizador de Festivales Folclóricos (CIOFF) trae consigo el alma de su cultura, para bordar en el escenario un mosaico de historias, ritmos y colores que trascienden fronteras.
Sin lugar a dudas, el Festival Internacional de Danza Camagua Folk Dance se consolida como un puente entre culturas y un tributo al poder del folclor para unir al mundo.