El principal asesor de inmigración del presidente electo Donald Trump, el ultraconservador Stephen Miller, ha prometido acelerar los esfuerzos para desnaturalizar a los ciudadanos estadounidenses.
“Iniciamos un nuevo proyecto de desnaturalización con Trump. En 2025, pueden esperar que se acelere”, escribió Miller en su cuenta de la red social X en 2023.
Miller fue el arquitecto de las políticas migratorias de Trump en su primer mandato y, cuando vuelva a la Casa Blanca en enero, planea revisar las naturalizaciones de migrantes que se han concedido en los últimos años.
Durante su primer mandato, Trump reforzó la Operación Segunda Mirada, una estrategia iniciada por el mandatario demócrata Barack Obama con el fin de identificar a personas que fueron naturalizadas pese a tener órdenes de deportación o cargos criminales.
Entre 2004 y 2016, se presentaron 46 casos de desnaturalización en promedio cada año y, tras la llegada de Trump a la Casa Blanca en 2017, esa cifra se duplicó. En febrero de 2020, se creó una sección dedicada a la desnaturalización dentro de la Oficina de Litigios de Inmigración del Departamento de Justicia, lo que implicó la contratación de decenas de nuevos abogados y funcionarios de inmigración dedicados a los procesos de desnaturalización.
Al respecto, CNN informó que el Departamento de Justicia había presentado un total de 228 casos entre 2008 y 2020, 94 de los cuales se procesaron durante los primeros tres años de la Administración Trump. Sin embargo, la media anual de naturalizaciones roza la cifra de 900,000 desde 2016, así que el número de afectados es mínimo.
Durante su mandato, Trump intensificó los esfuerzos de desnaturalización con un documento presupuestario de Seguridad Nacional que proponía hasta 700,000 investigaciones de ciudadanos estadounidenses naturalizados.
“Estamos hablando de un aumento masivo del número de personas que intentan sacar del país con falsos pretextos, porque quizás no les gustan los países de los que proceden”, dijo en una entrevista con MSNBC la exembajadora y experta en políticas nacionales Susan Rice.
“¿Se imaginan lo que eso significa para este país, que los ciudadanos estadounidenses que están aquí legalmente, que están viviendo sus vidas con sus familias, puedan despertar un día y encontrarse desnaturalizados y deportados?”, afirmó Rice sobre las declaraciones de Miller.
¿Cómo podría afectar esta medida a los inmigrantes naturalizados?
La invalidación de la naturalización existe desde 1906, y también se usó durante grandes conflictos bélicos como las guerras mundiales que generaron flujos migratorios masivos que alteraron la configuración demográfica de muchos países.
“Por ejemplo, después de la Segunda Guerra Mundial se creó el Acta de las Personas Desplazadas. Se hizo para que los europeos que estaban huyendo de la guerra pudieran entrar en Estados Unidos, y también para captar talentos que obtuvieran su ciudadanía de manera expedita y vivieran en el país”, explica en entrevista con Noticias Telemundo Mario Lovo, abogado especializado en temas migratorios. “Pero, con el tiempo, muchas de estas personas omitieron haber trabajado en campos de concentración y haber perseguido judíos, entonces el Gobierno empezó a desnaturalizar nazis”, afirma el experto.
A principios del siglo XXI, la desnaturalización se solicitaba principalmente para los acusados de terrorismo, criminales de guerra y violadores de los derechos humanos que habían ocultado sus antecedentes en sus solicitudes de visado y ciudadanía.
Durante el Gobierno de Obama, por ejemplo, se inició con éxito un caso de desnaturalización contra Rasmea Odeh, quien ocultó su condena por un atentado con bomba en un supermercado de Israel en el que murieron dos estudiantes universitarios.
La desnaturalización civil puede aplicarse a personas que obtuvieron su estatus legal de manera ilegal o que son hijos de alguien que hizo eso, también incluye a quienes mintieron deliberadamente sobre un hecho en su solicitud de ciudadanía, las personas que obtuvieron la ciudadanía a través del servicio militar pero luego fueron dados de baja deshonrosamente o aquellos que se convirtieron en miembros de un grupo subversivo.
Este último motivo podría implicar a ciudadanos estadounidenses incorrectamente incluidos en bases de datos de bandas o identificados como miembros de bandas por las fuerzas de seguridad.
Según datos del Centro de Investigaciones Pew, para 2022, cerca de 8.1 millones de ciudadanos adultos naturalizados en Estados Unidos eran hispanos, lo que representaba un aumento respecto a los 7.5 millones registrados en 2018.
“Estoy segurísimo que el 90 y pico por ciento de todos los hispanos que ya tienen su ciudadanía pueden dormir tranquilos. Esto no es cuestión de venganza política o de venganza de barrio. Aquí somos un país de leyes”, expresó Lovo.
“No es como que te van a quitar la ciudadanía porque cometiste una infracción de tráfico o porque simplemente quieren quitarle la ciudadanía a todos los que no quieren, a los que no nacieron aquí”, dijo la abogada de inmigración Claudia Cañizares.
¿Cuándo puede el Gobierno revocarle la ciudadanía a una persona?
Según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por su sigla en inglés), estos son los motivos de revocación de la naturalización contemplados en las leyes actuales:
- Si la persona obtuvo su ciudadanía de manera ilegal. Es decir, si la persona no era elegible para la naturalización en primer lugar. Esto incluye no cumplir con los requisitos de residencia, presencia física, admisión legal para residencia permanente, buen carácter moral y adhesión a la Constitución de Estados Unidos.
“Es cuando usted no ha cumplido con los requisitos de la ciudadanía. ¿Cuáles son? Primero, el haber sido residente, ya sea por un tiempo de cinco años o por un tiempo de tres si es casado con una ciudadana americana o con un ciudadano americano”, explica Lovo.
El experto señala que otro requisito importante es tener la presencia física y la residencia continua. Como señala la información oficial de USCIS, se considera “presencia física” al número total de días que ha permanecido físicamente en Estados Unidos. Y la duración de cada viaje que realiza puede ser muy relevante para decidir si su residencia ha sido continua.
“Una ausencia de Estados Unidos puede ser lo suficientemente larga para interrumpir la acumulación del tiempo de residencia continua. Si esto sucede, debe comenzar el proceso otra vez, cuando regrese a Estados Unidos”, afirma USCIS.
- Si hay engaño deliberado en su solicitud de naturalización. En general, una persona está sujeta a la revocación de la naturalización por este motivo si tergiversó u ocultó algún hecho, si la tergiversación u ocultación fue intencionada, si el hecho o hechos tergiversados fueron materiales y si el ciudadano estadounidense naturalizado obtuvo la nacionalidad como resultado de la tergiversación u ocultación.
“Material es el haber dicho una mentira tal que, si se hubiera dicho la verdad, no te hubieran dado el remedio por el cual estás aplicando. Si usted pone mal su dirección, no hay problema. Si usted pone mal su centro de trabajo, no hay problema”, explica el abogado Lovo sobre esta causa de desnaturalización.
“Tiene que ser un fraude, que sea material para la aplicación. Por ejemplo, tú recibiste la ciudadanía por matrimonio y luego se descubre que ese matrimonio nunca fue verdadero y que era falso desde el principio, lo cual invalidaría tu proceso de residencia y de ciudadanía”, precisa Cañizares.
- Si se convierte en miembro del Partido Comunista, o de otro partido totalitario u organización terrorista dentro de los cinco años posteriores a su naturalización.
“En general, una persona que participa en este tipo de organizaciones no puede cumplir los requisitos de naturalización de apego a la Constitución y buena disposición para el buen orden y la felicidad de los Estados Unidos”, afirman los datos oficiales de USCIS.
- Si la persona, que se convirtió en ciudadana por pertenecer a las Fuerzas Armadas, recibe una baja no honorable antes de los cinco años de servicio.
La información oficial recalca que este caso aplica cuando el ciudadano es separado o removido de su cargo en el sector militar de manera deshonrosa “antes de que la persona haya servido honorablemente durante un periodo o periodos que sumen al menos cinco años”.
“Es bien difícil quitarle la ciudadanía a alguien actualmente. Y la realidad es que se hace a través de un proceso federal”, asevera Cañizares.
¿En qué consiste el proceso de desnaturalización?
A diferencia de la mayoría de los otros procedimientos de inmigración que USCIS maneja en un entorno administrativo, la revocación de la naturalización sólo puede ocurrir en un tribunal federal.
La naturalización de una persona puede ser revocada ya sea por un procedimiento civil o en virtud de una condena penal. En el caso de la revocación civil de la naturalización, la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos debe presentar las acciones de revocación de la naturalización en el Tribunal Federal de Distrito, cuando se implementa la revocación penal de la naturalización, la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos presenta cargos penales en el Tribunal Federal de Distrito.
“El Servicio de Inmigración lo refiere a la oficina del fiscal federal. El fiscal federal tiene de 30 a 60 meses. A veces es mucho más tardado en tomar la decisión si vale la pena o no llevar su desnaturalización”, explica Lovo.
Según USCIS, el Gobierno tiene una alta carga de la prueba cuando se trata de revocar la naturalización de una persona. Para la revocación civil de la naturalización, la carga de la prueba debe basarse de manera clara, convincente e inequívoca en evidencia que no deja lugar a dudas. Para la revocación penal de la naturalización la carga de la prueba es la misma que para cualquier otro caso penal, “la prueba más allá de toda duda razonable”.
“En todo esto usted solo se entera cuando el servicio de migración le manda copia de la causa de que lo está enviando a usted adonde el fiscal. Si deciden llevarlo a corte, usted contrata a su abogado, si tiene plata, si no, el Gobierno federal tendrá que darle un abogado de oficio federal. Ante el juez usted va armado con su defensa que es decir ‘yo soy ciudadano, ustedes me la dieron, ustedes me tienen que probar que yo no la merecía’”, precisa Lovo.
¿Serán viables en el próximo mandato de Trump?
El proceso para comprobar las desnaturalizaciones se volvió más difícil en 2017, cuando la Corte Suprema decidió un caso histórico que establece una alta carga de la prueba para que el Gobierno procese con éxito el fraude en la solicitud de naturalización.
Como ya se ha dicho, en esencia, los ciudadanos naturalizados pueden perder su ciudadanía estadounidense si ocultaron o tergiversaron intencionadamente un hecho en sus solicitudes o interacciones con funcionarios de inmigración estadounidenses, y ese hecho era material para su elegibilidad para la naturalización.
“Son procesos bien largos, tediosos y bien costosos para el Gobierno”, asevera Lovo.
En 2016, antes de que Trump ganara sus primeras elecciones presidenciales, un organismo de control interno del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) descubrió que 315,000 archivos de huellas dactilares de inmigrantes que habían sido deportados o condenados por delitos no se habían cargado en una base de datos que coteja las identidades de los solicitantes.
Entre esos 315,000 expedientes, los funcionarios descubrieron que sólo 858 personas habían sido expulsadas pero habían usado una identidad diferente para solicitar con éxito la ciudadanía.
A pesar de la baja incidencia del fraude, incluso en una lista de deportados y condenados, la primera Administración Trump canalizó importantes recursos para buscar irregularidades en la tramitación de nuevas solicitudes y en los casos antiguos.
“Los esfuerzos de desnaturalización de la Administración Trump han hecho que los residentes permanentes legales tengan miedo de solicitar la ciudadanía y participar plenamente. Lo que antes era un momento de celebración en el que se reconocía la integración de un inmigrante en la vida estadounidense, ahora viene acompañado de un trasfondo de miedo y sospecha”, afirma la Unión Estadounidense de Libertades Civiles en un comunicado.
Al respecto, la abogada Cañizares asevera: “Si estás haciendo algún tipo de trámite y ellos se dan cuenta de ese error, quizás sí van a empezar tu proceso, pero no creo que revisen las aplicaciones de ciudadanía de millones de ciudadanos que tenemos aquí en los Estados Unidos. No creo que tengan tampoco el poder humano para poder hacer este tipo de trabajo y ese tipo de revisión”.
Albinson Linares
Albinson Linares es corresponsal sénior de Noticias Telemundo desde Ciudad de México y cubre temas de América Latina. Para recibir denuncias y consultas puede ser contactado en albinson.linares@nbcuni.com y @albinsonl.