Hablar de la Fórmula 1 es hablar de Ayrton Senna, el brillante piloto que a pesar de haber fallecido hace tres décadas, sigue estando en lo más alto. Fue justamente su talento el que hizo que todos quisieran patrocinarlo.
El brasileño debutó en la máxima competencia de automovilismo del mundo en 1984 y corrió hasta 1994, cuando encontró la muerte de manera trágica y totalmente evitable. Durante todos estos años el Banco Nacional de Brasil fue su principal patrocinador, al punto de que las imágenes del astro con la gorra de color azul y la palabra “Nacional” inscripta, se cuentan por decenas.
Actualmente este elemento es considerado además uno de colección para los aficionados y fue parte de varias subastas en las que los más acaudalados llegaron a pagar mucho dinero por tenerlo.
Según información que se conoce hoy, uno de los contratos que firmó el corredor con esta entidad bancaria fue de un año por un total de $900 mil dólares, lo cual en la década del ´90 significaba mucho dinero.
Por otro lado el nacido en Sao Paulo también recibió el apoyo económico de Honda, empresa con la cual firmó contrato en 1987 (cuando era parte de la escudería Lotus), en el que se especificaba que la estrella promovería esos coches “sólo en territorio brasileño, y siempre que se trate de un apoyo estrictamente personal”.
A la empresa anterior se le sumaron en el acuerdo R. J. Reynolds Tobacco International Ltd y Elf, que produce aceite para motores. El documento, al que tuvo acceso el medio Motor Sport, explica: “Todos estos elementos, con excepción de la presencia de Elf, son esenciales para la validez del acuerdo”.
El anexo 6 del contrato en cuestión manifiesta también que “durante funciones oficiales, Senna debe llevar un gorro identificado con el equipo Lotus” y no el del Banco Nacional. Asimismo “en el podio, debe usar una gorra de Goodyear”, se manifestaba.