El presunto asesino de la atleta ugandesa Rebecca Cheptegei ha muerto a causa de las heridas que sufrió al rociar con gasolina a la atleta olímpica, según ha informado este martes el hospital keniano que lo atendía.
La policía asegura que Dickson Ndiema Marangach atacó a Cheptegei en su casa en el oeste de Kenia el 1 de septiembre. La madre de dos hijos sufrió quemaduras en el 80% de su cuerpo y murió la semana pasada.
En el transcurso del ataque, Marangach también sufrió quemaduras en el 30% de su cuerpo y estaba siendo tratado en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Universitario y de Referencia Moi (MTRH) en la ciudad de Eldoret, en el Valle del Rift, informa AFP.
«Perdimos a Dickson Ndiema anoche alrededor de las 20:00 horas», dijo a la AFP un funcionario del departamento de comunicaciones del hospital, que pidió el anonimato porque no estaba autorizado a hablar con la prensa. El funcionario comentó también que su familia había sido informada y que más tarde se publicaría una «declaración completa».
Cheptegei será enterrada el 14 de septiembre
El ataque a Cheptegei, de 33 años, ha sido recibido con dolor e ira como otro ejemplo horrible de violencia de género en el país del este de África. Al menos otras dos atletas han perdido la vida a manos de sus parejas desde 2021.
Cheptegei será enterrada el 14 de septiembre cerca de la casa de su familia en el este de Uganda, según el Comité Olímpico del país.
El ataque, que según los medios locales fue presenciado por las hijas de Cheptegei, se produjo apenas unas semanas después de que hiciera su debut olímpico en el maratón femenino de los Juegos de París, donde terminó en el puesto 44.
La policía narró los hechos a los medios presentes. Marangach se coló en su casa en Endebess, cerca de la frontera con Uganda, mientras estaba en la iglesia con sus hijos. La policía, en su declaración, comentó que la pareja había tenido «constantes disputas familiares».
Su padre, Joseph Cheptegei, dijo a los periodistas que la disputa con Marangach había sido por la propiedad donde vivía con su hermana y sus hijas. La semana pasada, también concedió a los medios de comunicación kenianos que Marangach había comprado cinco litros de gasolina y luego se había escondido en un gallinero antes del ataque: «Él vertió la gasolina y le prendió fuego. Cuando ella llamó a su hermana para que la ayudara, laamenazó con un machete y ella huyó».
La violencia contra las mujeres está muy extendida en Kenia, donde se produjeron 725 casos de feminicidio solo en 2022, según las últimas cifras de la ONU. Un informe de 2023 de la Oficina Nacional de Estadística de Kenia encontró que el 34 por ciento de las mujeres habían sufrido violencia física desde los 15 años.
La muerte de Cheptegei sigue a la de la corredora keniana que batió récords Agnes Tirop en 2021 y la atleta bahreiní nacida en Kenia Damaris Mutua el año siguiente. En ambos casos, sus ex parejas estuvieron implicadas en sus muertes. La pareja de Tirop, de la que se había separado y que niega haberla asesinado, está siendo juzgada.
