CNN Español —
Cuando todavía no se ha cumplido la primera semana del Gobierno de Donald Trump, algunos de los cambios introducidos por la nueva administración ya comenzaron a sentirse, puntualmente para los inmigrantes en EE.UU. Este viernes, la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, compartió imágenes de personas alineadas y esposadas abordando un avión militar y escribió: “Los vuelos de deportación han comenzado”.
Pero los cambios comenzaron el mismo lunes, cuando el presidente firmó una serie de decretos que darían al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos más libertad para llevar a cabo acciones de cumplimiento en áreas sensibles, ampliar el grupo de inmigrantes indocumentados sujetos a la deportación acelerada y poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento.
Una de las novedades es la ampliación del procedimiento de la “expulsión acelerada” para apurar las deportaciones con el objetivo de incluir a inmigrantes indocumentados en cualquier parte de Estados Unidos que no puedan demostrar que han vivido en el país de manera continua durante dos años o más.
El procedimiento de deportación por vía rápida, conocido como “expulsión acelerada”, permite a las autoridades inmigratorias expulsar del país a una persona sin una audiencia ante un juez de inmigración. Al hacerlo, la administración amplía sus poderes para deportar a inmigrantes indocumentados.
De acuerdo con la organización no gubernamental American Inmigration Council, los extranjeros indocumentados sujetos a procedimientos de “expulsión acelerada” tienen derecho a acceder al sistema de asilo si expresan temor a ser perseguidos o torturados al regresar a su país de origen. Sin embargo, otra de las medidas de Trump de esta semana fue la suspensión de los vuelos para refugiados que tenían previsto viajar a EE.UU.
“Una vez que un funcionario de inmigración determina que un extranjero está sujeto a una ‘expulsión acelerada’, se ordena su expulsión”, detalla la organización. “A diferencia de otras órdenes de deportación, una orden de ‘expulsión acelerada’ normalmente no puede ser apelada y conlleva una prohibición de reingreso de cinco años en la mayoría de las circunstancias”.
“La persona que tiene documentos de viaje (como una visa de turista) está sujeta a la discreción del oficial de inmigración, debido a que algunas veces personas ingresan como turistas y se quedan a trabajar y vivir y eso no está permitido”, explicó a CNN Elizabeth Uribe, abogada y experta, sobre los distintos casos en los que se aplica generalmente esta figura jurídica. “También hay personas que presentan documentos falsos para ser admitidas, lo que es considerado fraude, y otras que se hacen pasar por ciudadanos estadounidenses, lo que los hace inadmisibles para siempre”.
La “expulsión acelerada” fue creada en 1996 como parte de la Ley de Reforma de la Inmigración Ilegal y Responsabilidad de los Inmigrantes, para aplicarse a los extranjeros que llegan a un puerto de entrada sin documentos de entrada o a quienes han intentado entrar mediante fraude o falsificación, con ciertas excepciones, indica el American Inmigration Council.
La organización añade que dicha figura legal puede aplicarse a los sujetos que entraron por mar sin inspección y han estado en Estados Unidos menos de dos años, y a aquellos que cruzan una frontera terrestre sin registro y son arrestados dentro de las dos semanas posteriores a su llegada y dentro de las 100 millas (160 kilómetros) de la frontera.
“Históricamente las deportaciones (expulsiones) aceleradas tomaban lugar en la frontera, cuando una persona era detenida intentando ingresar al país sin documentación adecuada. Entonces, el oficial de inmigración usaba su discreción para poner en efecto la medida”, explicó a Uribe. Indicó que “bajo la nueva administración de Trump 2.0 las ‘expulsiones aceleradas’ ocurrirán también en el interior del país, es decir, fuera de la frontera. Esto correrá específicamente para las personas que no tienen documentos y que llevan menos de dos años en el país”.
