Por Rob Wile – NBC News
Muchas personas han evitado lanzarse al mercado inmobiliario, esperando a que bajen las tasas hipotecarias. Pero hasta ahora, no ha ocurrido.
El promedio de las tasas hipotecarias a 30 años ha estado por encima del 6% durante dos años, y es probable que se mantenga así en el futuro inmediato, según expertos.
La combinación de un crecimiento mejor de lo esperado en Wall Street y la incertidumbre sobre el impacto de las propuestas económicas del presidente electo, Donald Trump, —especialmente respecto a la inflación y el déficit— mantendrán las tasas elevadas.
Esto pese a que la Reserva Federal ha vuelto a bajar su tasa clave de interés esta semana, para hacer los préstamos más accesibles.
“Seis es la nueva normalidad”, afirmó Lisa Sturtevant, economista jefa de Bright MLS, una agencia de servicios hipotecarios, refiriéndose a las tasas hipotecarias del 6%.
En general, las tasas de interés han bajado. El jueves, la Fed recortó un cuarto de punto a los tipos de interés, en un contexto de inflación relativamente baja y un enfriamiento del mercado laboral. En septiembre, la agencia bajó medio punto porcentual.
El recorte de esa tasa suele desencadenar una bajada de otras tarifas de préstamo en toda la economía.
“El recorte de las tasas [del jueves] beneficia a cualquiera que pida préstamos a corto plazo”, explicó Brian Rehling, un experto del Wells Fargo Investment Institute. “Esto incluye a las empresas y a los consumidores que tienen deudas de tarjetas de crédito, y a veces a los compradores de autos. En realidad, no impactará para nada en los intereses hipotecarios”.
Las hipotecas funcionan de forma diferente. Su comportamiento están estrechamente ligado a la demanda de bonos del Estado. Cuando aumenta la demanda de éstos, las tasas hipotecarias tienden a bajar.
Pero gracias al sólido crecimiento económico en la era de la pandemia, la demanda de esos bonos se ha debilitado.
[Los intereses hipotecarios llegan a su nivel más alto del año y podrían seguir subiendo]
Mientras tanto, las preocupaciones sobre el creciente déficit presupuestario y la posible necesidad de que el Gobierno estadounidense contraiga aun más deuda han debilitado todavía más el apetito de los inversores por comprar bonos del Estado, según los expertos.
La victoria de Trump en estas elecciones presidenciales sólo exacerbó esas preocupaciones.
Analistas han advertido que el plan de Trump de imponer aranceles generales a unos 3 billones de dólares en bienes podría reavivar la inflación. Sin embargo, su campaña ha rechazado esta idea citando su éxito en el aumento de aranceles en su primera Administración.
Sin embargo, el alcance de dichos aranceles era mucho menor que el que Trump acaba de proponer. Otros economistas creen que podrían tener un efecto más benigno. Pero otras propuestas del republicano, como ampliar o extender los recortes de impuestos, podrían acabar elevando por sí solas las tasas de interés, si hacen que la demanda vuelva a calentarse.
Si la economía es lo suficientemente fuerte como para capear el impacto de los aranceles de Trump, eso podría hacer subir las hipotecas, sobre todo si el Gobierno inyecta más dinero en el sistema, señaló Mike Fratantoni, jefe económico de la Asociación de Banqueros Hipotecarios.
“Los inversores esperan un crecimiento económico más fuerte, una mayor inflación y mayores déficits”, dijo Fratantoni en una nota a los clientes, el jueves. Como resultado, las tasas “se mantendrán dentro de un rango bastante similar durante el próximo año, con las hipotecas moviéndose al alza si hay señales de fortaleza económica y una política fiscal o monetaria más estimulante, o a la baja si ocurre lo contrario”.
Los intereses hipotecarios han bajado desde el pico de casi el 8% registrado el otoño pasado, cuando tanto la inflación como el crecimiento económico estaban en sus niveles más altos de la era pandémica.
Sin embargo, estos intereses todavía elevados han estrangulado grandes segmentos del mercado inmobiliario, especialmente las ventas de viviendas existentes, que en septiembre cayeron a su nivel más bajo en 14 años, según la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios.
“El bajo nivel de ventas de casas existentes en septiembre se debe principalmente a los elevadísimos intereses hipotecarios, no al huracán Helene ni a la cercanía de las elecciones”, escribió Samuel Tombs, economista jefe para Estados Unidos de Pantheon Macroeconomics, en una nota reciente. “En el futuro, anticipamos que la actividad del mercado de la vivienda siga siendo moderada hasta 2025”.
El asunto de las tasas de interés ha creado un efecto de “freno” en el que los actuales titulares de hipotecas no están dispuestos a renunciar a los intereses más bajos a los que compraron sus casas —que actualmente rondan alrededor del 4%—, dijo Tombs.
“Como resultado, los pagos de intereses de la mayoría de los propietarios actuales se dispararán si cambian de casa, lo que crea un enorme incentivo para no hacerlo”, aseguró.
Un rayo de esperanza para los posibles compradores puede venir de la tendencia al lento aumento de la oferta de casas, que también ha contribuido a enfriar el rápido crecimiento de los precios observado al principio de la era pandémica.
El índice de compradores de vivienda elaborado por NBC News, que refleja la dificultad para adquirir casa en varios mercados estadounidenses, ha disminuido durante tres meses consecutivos.
Sin embargo, sigue existiendo una gran disparidad entre regiones, en cuanto a la disponibilidad de inventario, y la tendencia general se ha frenado de nuevo recientemente.
Todo esto hace que las condiciones sigan siendo difíciles para los compradores que deseen adquirir una vivienda a un precio razonable, y especialmente para quienes esperen obtener un rendimiento significativo de su inversión, incluso a medio plazo, según Sturtevant.