A veces tememos que llegue la menstruación, pero utilizar los productos adecuados para el periodo puede liberarnos de la ansiedad ambiental.
En la actualidad, tenemos más productos menstruales para elegir que nuestras predecesoras, pero desde una perspectiva medioambiental, una opción es superior a todas las demás.
“Las copas menstruales son claramente las mejores”, afirmó Pippa Notten, consultora de sostenibilidad que analizó el impacto medioambiental de los productos menstruales para el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Las copas menstruales cuestan una fracción del precio de los productos de un solo uso, pueden cambiarse tan solo dos veces al día y reducen al mínimo tu exposición a aditivos no deseados.
Sin embargo, algunas afecciones, como el vaginismo y el flujo muy abundante, pueden hacer que las copas menstruales no sean una opción. Pero no desesperes. Otras opciones, como las compresas reutilizables, la ropa interior menstrual y los aplicadores de tampones reutilizables, pueden reducir el impacto medioambiental de tu ciclo de manera “significativa y notable”, sostuvo Notten, que es doctora en ingeniería química.
El santo grial de los productos menstruales
Las copas menstruales son productos con forma de campana, por lo general de silicona, que se introducen en la vagina para recoger la sangre, en lugar de absorberla. Duran hasta 10 años si se cuidan adecuadamente, pero no es necesario utilizar una durante una década completa para que valga la pena, aclaró Notten.
Las investigaciones indican que, al cabo del primer par de ciclos de uso, las copas menstruales “alcanzan el punto de equilibrio” en términos ambientales, lo que significa que logran ahorrar más energía y recursos de los que costó producirlas. Entonces, no tiene nada de malo probar varias copas menstruales diferentes hasta encontrar la que mejor se adapte a ti.
A lo largo de su vida útil, las copas menstruales representan una fracción mínima de la energía y los recursos que se emplean en los productos de un solo uso. No requieren lejía ni aditivos químicos para su absorción y no se acumulan en los vertederos ni ensucian las playas.
Otros productos reutilizables: compresas y ropa interior
Si no puedes utilizar copas menstruales por motivos médicos o culturales, las siguientes mejores opciones son las compresas o toallas reutilizables (plantillas de tela que se sujetan a la ropa interior y se cambian varias veces al día) y la ropa interior menstrual (que utiliza materiales sintéticos superabsorbentes para retener de 8 a 12 horas de flujo).
Los expertos subrayan que lavar mal las compresas y la ropa interior menstrual puede “cancelar” el ahorro medioambiental. Esto se debe a que lavar prendas con agua caliente consume una cantidad sorprendente de energía. Para evitar esto, puedes enjuagarlas con agua fría y luego lavar a máquina en frío.
Pero, ¿cuál es mejor para el medioambiente, la ropa interior menstrual o las compresas reutilizables? La mayoría de los análisis indican que son muy similares, aunque a veces le otorgan una ligera ventaja a la ropa interior menstrual porque también funciona como ropa interior.
La ropa interior menstrual puede usarse durante más tiempo, pero su vida útil es más corta que la de las compresas reutilizables.
Para conseguir esos tiempos de uso más largos, de hasta 12 horas, muchas marcas de ropa interior menstrual utilizan materiales sintéticos superabsorbentes, a menudo poliéster y nailon, que son fibras textiles a base de plástico fabricadas con petróleo.
En 2023, una demanda colectiva causó polémica cuando los resultados de una investigación detectaron las llamadas “sustancias químicas eternas” (PFAS, por su sigla en inglés) que pueden tener efectos negativos en la salud humana, en la ropa interior menstrual de marca Thinx, que se comercializaba como “orgánica” y “natural”. (Thinx negó haber cometido cualquier acto indebido como parte de un acuerdo final y subrayó que esa concesión no representaba una admisión de culpabilidad).
Los científicos desconocen si las PFAS se absorben a través de las membranas mucosas como el revestimiento de la vagina o, en caso afirmativo, en qué cantidad. Los resultados de las pruebas realizadas desde entonces en ropa interior menstrual han variado, y también se han encontrado PFAS en compresas reutilizables, toallas de un solo uso y tampones.
Para evitar las PFAS, tu mejor opción es, una vez más, la copa menstrual.
En caso de emergencia: productos de un solo uso
¿Qué pasa si estás en un aprieto? ¿Te viene la regla de improviso y tienes que comprar un producto de un solo uso?
En primer lugar, los expertos en tratamiento de aguas residuales te imploran que recuerdes que estos productos no se pueden tirar por el inodoro. Pueden obstruir las tuberías y hacer que las aguas residuales no depuradas rebosen hacia las casas y los vecindarios.
Pero el principal impacto medioambiental de los productos de un solo uso no es dónde acaban. Es cómo se producen.
Susan Powers, profesora de ingeniería ambiental en la Universidad Clarkson de Potsdam, Nueva York, dijo que había “diseccionado” toallas y tampones de un solo uso para deducir con ingeniería inversa qué contiene cada uno. (Como los productos menstruales legalmente se consideran dispositivos médicos en Estados Unidos, los fabricantes no están obligados a revelar los ingredientes).
Según la investigación de Powers y otros análisis, no hay un claro vencedor entre las toallas y los tampones de un solo uso. Considerando una serie de factores (como el uso de la tierra y el agua , la contaminación química de las fábricas que producen absorbentes sintéticos y la contribución al cambio climático), los tampones obtienen mejores resultados en algunas categorías, mientras que las toallas tienen ventaja en otras.
Una forma de mitigar el impacto medioambiental de los tampones de un solo uso es optar por tampones sin aplicador, que son responsables de una parte importante de los efectos en el medioambiente. Cambiar a un aplicador reutilizable junto con tampones “sueltos” es quizá el cambio más fácil que puedes hacer hoy en día, sin ninguna fase de adaptación.
Siempre que se laven adecuadamente, cualquier producto menstrual reutilizable es mejor que los de un solo uso. Esto se debe a que, cuando se trata de productos de un solo uso, “no es la forma en que los utilizas o el desecho que ocurre después”, explicó Powers. “Es el hecho de que estamos fabricando cosas para usarlas durante horas y luego tirarlas”.
c.2025 The New York Times Company
