Sus últimas fotos muestran a una Zuleyka diferente y ella ha dado los motivos de este cambio
La felicidad y, sobre todo, la tranquilidad, reinan la vida de Zuleyka Rivera. Atrás quedó la presión de ser la número uno en todo y lucir perfecta. En realidad, la perfección no es lo que los demás perciben de ella, sino lo que ella siente al verse y contemplar su vida. Una de amor, de alegría y dicha.
El camino ha sido retador pero, a sus 36 años, la feliz mamá de Sebastián, está donde quiere. Eso se nota y así mismo se lo ha contado a Carlos Adyan en su podcast No lo cuentes.
Sus más recientes apariciones en redes han generado curiosidad pues, como suele ocurrir en estos casos, el cambio de imagen siempre es cuestionado y analizado con lupa. La que fuera Miss Universo ostenta más curvitas y ya no es tan esclava del gimnasio. La vida le ha enseñado que todo es balance y equilibrio.
Youtube/Carlos Adyan Podcast, No lo cuentes
Zuleyka Rivera da motivo de su cambio
“Hace casi tres años, yo creo que luego de la pandemia… La pandemia me dejó un hueco emocional muy fuerte. Cuando empecé a ver que morían tantas personas, incluso personas saludables que hacían ejercicio y hacían dietas, yo dije: ‘¿qué estoy haciendo con mi vida? Voy a comer lo que me dé la gana, no voy a hacer ejercicio, voy a hacer ¡lo que me dé la gana!'”, recordó.
Ahora, después de esos tres años, reconoce que quizá se fue al otro extremo y está tratando de recuperar esos hábitos. “Tres años después me estoy dando cuenta que también es un error. Estoy regresando a lo que era Zuleyka en su momento”, reconoció a Adyan.
Si no te quieres perder nada, suscríbete gratis aquí al boletín de People en Español para estar al día sobre todo lo que hacen tus celebridades favoritas, las noticias más impactantes y lo último en moda+belleza.
Tiene claro que hacer ejercicio es fundamental, lo practica desde los 13 años y le ha ayudado mucho en importantes etapas de su trayectoria. Pero ya no hay estrés ni agobio si un día no lo puede hacer. Vivir es urgente y “aprender a valorar” lo verdaderamente relevante es la gran lección que le ha dado la vida. “Valorar, valorar, todos los día de mi vida, ¡valora, valora!”.
