Inmigración y economía probablemente serán los dos temas de la agenda pública estadounidense que, en forma prioritaria, atravesarán 2025 de principio a fin. Ambos son derivados del triunfo político de Donald Trump, que el 20 de enero regresará a la Casa Blanca con una agenda que modifica en diversos aspectos el rumbo de la Administración actual, tanto en el plano doméstico como en el ámbito de la política exterior.
La inmigración es el principal tema cuando la opinión pública piensa en esta segunda Administración de Trump, luego de una campaña electoral en la que anunció “deportaciones masivas” de inmigrantes indocumentados y afirmó que existió una apertura indiscriminada de la frontera con México durante los cuatro años del gobierno del demócrata Joe Biden. Arizona, en este sentido, es uno de los estados fronterizos donde podrían verse posibles impactos de nuevas medidas migratorias.
No todos los anuncios migratorios de Trump, sin embargo, serían de sencilla resolución, señaló a Conecta Arizona el abogado de inmigración Hugo Larios, quien dijo que algunas medidas podrían ser frenadas mediante demandas judiciales en las Cortes o sufrirían demoras en su aplicación debido a la sobrecarga de casos en el sistema migratorio. Mayores controles en la frontera sur, en este contexto, sí aparecen con más probabilidades de concretarse, indicó el especialista.
El tema migratorio podría definir gran parte de la relación bilateral con México, un vínculo que también estará atravesado por la política comercial de Estados Unidos: Trump ya anunció su intención de aplicar aranceles desde 25% a las importaciones mexicanas, no solo como forma de proteger e impulsar la industria estadounidense pero también como parte de la negociación por políticas migratorias más restrictivas del país vecino, receptor de migrantes de países de Centroamérica y Sudamérica que buscan llegar a Estados Unidos.
En el aspecto comercial, además, el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Canadá y México (T-MEC) debe ser revisado en 2026, por lo que se esperan negociaciones que podrían incidir en la marcha de la economía estadounidense, que al final de la Administración Biden muestra una inflación anual en torno al 2,7% y que, según advierten economistas, podría incrementarse si Trump impone altos aranceles a las importaciones.
En este sentido, una “guerra comercial” con China, como ya ocurrió durante la primera Administración Trump (2017-2021), podría ser parte del posible escenario internacional para Estados Unidos en 2025, que también incluirá desafíos en la región: con el nombramiento del senador hispano Marco Rubio como secretario de Estado, se espera mayor presión sobre las dictaduras de Venezuela (el 10 de enero debería haber recambio presidencial) y Cuba (Rubio es hijo de inmigrantes cubanos).
En el aspecto doméstico, además, el regreso de Trump a la Casa Blanca trae una novedad para la política estadounidense: el líder republicano anunció la creación del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), un área que será dirigida por los empresarios Elon Musk (propietario de X) y Vivek Ramaswamy (quien corrió como candidato presidencial en la primaria republicana) con la función de recortar gastos y reducir el tamaño del gobierno federal y agencias gubernamentales en Washington DC.