El relato de un periodista de una revista sobre haber sido agregado a un chat grupal de funcionarios de seguridad nacional de Estados Unidos que coordinaban planes para ataques aéreos ha generado preguntas sobre cómo se debe manejar información altamente sensible.
Jeffrey Goldberg, editor en jefe de The Atlantic, detalló una conversación que ocurrió en la aplicación de mensajería Signal horas antes de los ataques contra los rebeldes hutíes respaldados por Irán en Yemen, ordenados por el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El Consejo de Seguridad Nacional ha indicado que la cadena de mensajes “parece ser auténtica” y que están investigando cómo el número de un periodista fue agregado a la conversación.
Aquí un vistazo a la aplicación en cuestión:
¿Qué es Signal?
Es una aplicación que se puede usar para enviar mensajes directos y en grupo, así como para realizar llamadas de voz y video.
Signal utiliza cifrado de extremo a extremo para sus servicios de mensajería y llamadas, lo que impide que terceros puedan ver el contenido de las conversaciones o escuchar las llamadas.
En otras palabras, los mensajes y llamadas en Signal están encriptados y solo el remitente y el destinatario pueden descifrarlos.
El protocolo de cifrado de Signal es de código abierto, lo que significa que cualquiera puede inspeccionarlo, usarlo o modificarlo libremente. Este mismo protocolo también es utilizado por otro servicio de mensajería popular, WhatsApp, propiedad de Meta.
En Signal, el cifrado está activado por defecto, a diferencia de otra app popular, Telegram, que requiere que los usuarios lo activen manualmente y no lo ofrece para chats grupales.
Signal tiene funciones similares a las de otras aplicaciones de mensajería. Permite a los usuarios crear chats grupales con hasta 1,000 personas y configurar mensajes para que desaparezcan automáticamente después de un cierto tiempo.
¿Es segura?
Signal enfatiza la privacidad de su servicio, y su presidenta defendió las prácticas de seguridad de la app el martes.
“Signal es el estándar de oro en comunicaciones privadas”, dijo Meredith Whittaker, presidenta de Signal, en X, sin referirse directamente al informe de The Atlantic.
Los expertos coinciden en que Signal es más segura que los mensajes de texto convencionales.
Sin embargo, podría ser vulnerada.
Los funcionarios gubernamentales han utilizado Signal para coordinar reuniones confidenciales, pero en la administración de Biden, aquellos que tenían permiso para descargarla en sus teléfonos oficiales de la Casa Blanca fueron instruidos a usar la aplicación con moderación, según un exfuncionario de seguridad nacional.
Este funcionario, quien solicitó anonimato para hablar sobre los métodos utilizados para compartir información sensible, dijo que Signal se usaba principalmente para notificar a alguien que debía revisar un mensaje clasificado enviado por otros medios.
Más allá de las preocupaciones sobre seguridad, Signal y otras aplicaciones similares pueden permitir a los usuarios eludir las leyes de acceso a la información pública. Sin un software especial de archivo, los mensajes generalmente no se incluyen en las solicitudes de información pública.
En el artículo de The Atlantic, Goldberg escribió que algunos mensajes estaban configurados para desaparecer después de una semana y otros después de cuatro.
¿Otros funcionarios gubernamentales usan Signal?
Las aplicaciones de mensajería encriptada son cada vez más populares entre funcionarios gubernamentales, según una reciente revisión de Associated Press.
Funcionarios estatales, locales y federales en casi todos los estados tienen cuentas en aplicaciones de mensajería encriptada, según la revisión, que encontró que muchas de esas cuentas estaban registradas con números de celulares gubernamentales. Algunas también estaban registradas con números personales.
¿Quién está detrás de Signal?
Los orígenes de la aplicación se remontan a más de una década, cuando fue creada por un empresario que se hace llamar Moxie Marlinspike. Marlinspike trabajó brevemente como jefe de seguridad de productos en Twitter después de vender su empresa de seguridad móvil a la red social. Fusionó dos aplicaciones de código abierto, una para mensajes de texto y otra para llamadas de voz, para crear Signal.
En 2018, se creó la organización sin fines de lucro Signal Foundation para respaldar las operaciones de la aplicación y “explorar el futuro de la comunicación privada”, según su sitio web. La fundación afirma ser una organización sin fines de lucro “sin anunciantes ni inversionistas, sostenida únicamente por las personas que la usan y la valoran”.
La junta directiva de la fundación tiene cinco miembros, entre ellos Brian Acton, cofundador de WhatsApp, quien donó $50 millones para su creación.