Enfócate en lo que te da tranquilidad para ser más feliz / pexels
A veces, la felicidad depende de nosotros mismos y de los ojos con los que miremos a la vida. Está comprobado científicamente que altos niveles de estrés pueden llevar a estados más bajos de felicidad diaria y que, al contrario, la ansiedad del día a día puede provocar que ese estrés siga creciendo.
Por eso, de vez en cuando es importante parar a pensar, relajarse y evitar que esas preocupaciones ocupen gran parte de nuestros pensamientos diarios, pues si a algo hemos venido a la vida es a ser felices. Y sabemos que la vida solo es un ratito.
De acuerdo a datos del Informe Mundial de la Felicidad, en España somos un poquito menos felices en 2024, que en 2023, pues hemos descendido algunos puestos en el ranking. Y si tenemos en cuenta los datos de la primera encuesta sobre felicidad llevada a cabo por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) descubriremos que, aunque casi un 81% de nosotros se considera feliz, es cierto que casi todos pensamos que la felicidad depende, en parte, del estado de salud propio y del entorno.
Si tomamos en consideración estos datos, junto a los que afirman que desde la pandemia han aumentado considerablemente los casos de depresión y ansiedad y que, de hecho, se ha elevado también la tasa de riesgo de suicidio en España, podemos llegar a la conclusión que la salud mental es muy importante a la hora de conseguir la felicidad.
Y, aunque nos la venden como una meta alcanzable solo a unos pocos, lo que es cierto es que son los pequeños momentos del día a día los que nos hacen felices. Y que cambiando según qué hábitos, podremos estar más cerca de ella o, al menos, más lejos del estrés, que es uno de los principales factores que nos impiden alcanzar esos momentos plenos en le día a día.
Minimalismo emocional: el hábito para ser más feliz en el día a día
Anna Fargas , coach y experta en crecimiento personal, ha dado con la clave de esas felicidad diaria en su último libro. Es el que ella ha denominado ‘minimalismo emocional’.
cómo practicar el minimalismo emocional / unsplash
Seguro que el término ‘minimalismo’ te suena porque se ha puesto muy de moda en los últimos años. Sobre todo en tendencias de decoración. Pues bien, el minimalismo emocional va en la misma línea: consiste, básicamente, en eliminar de nuestra vida las cosas superfluas. «Hábitos, comportamientos o tipos de pensamientos que nos restan energía», explica Anna Fargas en su libro.
Ella aboga por el ‘menos es más’, por simplificar las emociones y no aferrarse a lo negativo, si no dejarlo ir para dar paso a lo positivo y enfocarnos en ello. «Basta con eliminar las emociones tóxicas para dejar espacios a las emociones positivas«, explica la propia autora en su cuenta de Instagram.
Cómo poner en práctica el minimalismo emocional
Antes de seguir, conviene dejar claro que no se consigue de la noche a la mañana. Se trata de un proceso que hay que comenzar poco a poco para acabar instaurándolo como un hábito más de nuestra vida.
De acuerdo a lo que explica Fargas en Welife , conseguir el minimalismo pasa por aplicar poco a poco estas recomendaciones:
Crear un diario emocional en el que, cada día, dediques tiempo a reflexionar su tus emociones y en identificar las que te crean más estrés o malestar para aprender a soltarlas.
Practicar el mindfulness o atención plena pues, de acuerdo a su criterio, ello puede ayudarte a distanciarte de preocupaciones del pasado y del futuro.
Cultivar la gratitud: en lugar de enfocarte en lo que te falta, agradece cada día lo que tienes.
Establece límites saludables con personas y situaciones. Aprende a decir que no a lo que creas que te va a desgastar emocionalmente.
Desarrolla la autocompasión, sobre todo contigo mismo. Reconoce tus fracasos y tus errores e interiorízalos como parte del proceso.
