Donald Trump asumió como el 47° presidente de Estados Unidos este lunes 20 de enero y en su discurso de investidura volvió a poner en el centro de la agenda para su segundo mandato la crisis migratoria que atraviesa el país norteamericano. En este contexto, anticipó algunas de sus primeras medidas y criticó las políticas “santuario” de algunas ciudades y estados de EE.UU.
Durante su exposición en el Capitolio de Washington D.C., frente a múltiples empresarios y figuras preponderantes de la política estadounidense, el líder republicano anunció que su administración declarará una emergencia nacional en la frontera sur como una de las primeras acciones de su segundo mandato, según informó CNN”>CNN.
Con esta medida, planea endurecer los controles y reinstaurar políticas migratorias implementadas durante su primer período presidencial. Una de estas iniciativas es el programa “Quédate en México”, que obliga a los solicitantes de asilo a esperar en México mientras se procesan sus casos.
En su discurso, el flamante afirmó: “Todo (migrante) ilegal será procesado y devuelto. Así regresaremos a millones y millones de criminales al lugar de donde vengan”. También reiteró su compromiso con enviar tropas para controlar lo que describió una vez más como una “invasión” en EE.UU.
El presidente atacó las políticas santuario, que permiten que ciertas ciudades y estados limiten su cooperación con las autoridades federales de inmigración.
Trump calificó estas medidas como una amenaza para los ciudadanos y sostuvo que estas protegen a delincuentes peligrosos. Según el mandatario, muchos de estos criminales provienen de prisiones e instituciones psiquiátricas en el extranjero y, según el magnate, “han entrado ilegalmente a EE.UU. desde todo el mundo”.
“El gobierno no protege a nuestros magníficos ciudadanos respetuosos de la ley, pero proporciona santuario y protección a peligrosos delincuentes”, declaró. Además, acusó a la administración saliente de Joe Biden de no haber logrado imponer límites efectivos en materia de inmigración.
Según informó CBS News”>CBS News, otra de las iniciativas destacadas en el discurso fue la promesa de designar a los cárteles de la droga mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras.
En esta línea, Trump afirmó que esta medida busca frenar el flujo de drogas, pandillas y criminales extranjeros que ingresan a ese país. “Como comandante en jefe, no tengo mayor responsabilidad que defender a nuestro país de amenazas e invasiones”, sostuvo el flamante mandatario, según consignó NBC News”>NBC News.
Por otra parte, el republicano también declaró su intención de poner fin a la polémica práctica de “atrapar y liberar”, que permite que algunos inmigrantes indocumentados queden en libertad mientras esperan sus audiencias judiciales.
Según el presidente electo, este enfoque contribuye al aumento de la inmigración ilegal y perjudica la seguridad de ese país.
Así, y con estas medidas —muchas de las cuáles se efectivizarán a través de órdenes ejecutivas en las próximas horas—, Trump reafirmó su compromiso de aplicar políticas de inmigración de línea dura en su segundo mandato y posicionar la seguridad fronteriza como una prioridad central de su gobierno, que tendrá al futuro director del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. (ICE, por sus siglas en inglés), Tom Homan, como el “nuevo zar de la frontera”.