El piloto argentino comenzará una de las temporadas más importantes de su carrera con un objetivo claro: sumar puntos para la Superlicencia. Para eso debe pasar casi obligatoriamente por la segunda categoría. ¿Qué posibilidades tiene?
Luego de la llegada de Franco Colapinto a Alpine como piloto de reserva, hay otro argentino que quiere arribar a la Fórmula 1 en un futuro cercano. Se trata de su amigo, Nicolás Varrone, quien afrontará una de las temporadas más importantes de su carrera con los focos puestos en arribar a la F2.
Por el momento, el bonaerense se encuentra preparando las valijas para viajar a Estados Unidos, donde correrá las 24 horas de Daytona el sábado 25 y domingo 26 de enero, competición que ganó en 2023. Allí, el piloto de 24 años comenzará su plan de trabajo con el equipo Pratt Miller Motorsports, que incluye otras dos carreras de resistencia: las 12 horas de Sebring (15 de marzo) y Petit Le Mans (11 de octubre).
Al ser piloto de General Motors, tras el anuncio de la llegada de Cadillac a F1 a partir del 2026, las expectativas de Varrone crecieron. Por eso, su objetivo este año será sumar la mayor cantidad de puntos para la Superlicencia, requisito excluyente para competir en la Máxima. Actualmente posee 12 y se necesitan 40.
Los cañones apuntan hacia dos lugares: regresar a la clase Hypercar de la World Endurance Championship (WEC) y sumar carreras el la Fórmula 2. Lo primero parece estar encaminado, ya que hay charlas con una escudería histórica que no pertenece a la firma General Motors. Lo segundo es un poco más complejo por el aspecto económico. Pese a que posee el presupuesto necesario para competir en la categoría (aproximadamente 2.5 millones de dólares) existen otros corredores que duplican este monto, tienen más experiencia en este tipo de autos y están primeros en la fila. Además, los once equipos ya confirmaron a sus pilotos de cara al inicio del 2025 en Melbourne.
Igualmente las gestiones están y el círculo del oriundo de Ingeniero Maschwitz se está moviendo para conseguirle una butaca en la categoría antesala a la Fórmula 1. Los rumores indican que están negociando con tres equipos. Lo pretenden en el caso de que uno de sus corredores principales no cumplan con los resultados exigidos, algo similar a lo que ocurre con Colapinto en Alpine.
Cabe recordar que tras el Gran Premio de Abu Dhabi, Varrone probó el monoplaza del paraguayo Joshua Duerksen, que corre para el equipo AIX Racing. Allí se midió contra pilotos que corrieron todo el año en la categoría o contra otros que tienen mucho potencial y sorprendió con su buen rendimiento. Además, en la F2 el movimiento en los asientos es mucho más fluido. De hecho, en la última temporada, 14 de los 22 que iniciaron estuvieron en la última fecha.
Toda esta logística, que tiene como objetivo sumar puntos para la Superlicencia y probarse en la Fórmula 2, apunta a mostrarle a Geneal Motors que puede ser una buena opción de cara al equipo Cadillac. Corre de atrás, es cierto, pero nadie le quita el sueño de llegar a la Fórmula 1.
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