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TOMÁS CAMPOS
Actualizado
En una edición memorable, acorde con la efeméride redonda, Marta García, leonesa, otra atleta de la comunidad de gente recia y áspero paisaje, que curte a los fondistas, cuna de la otra Marta, Domínguez, la última española que había ganado la San Silvestre Vallecana, se llevó la victoria. El tamaño de su oponente, Ruth Chepngetich, elevó el valor de su éxito. Los cinco récords de España que logró en 2024 quedaron rebajados ante la gesta lograda.
Dio caza a la keniana, la primera mujer en la historia que bajó de 2.10 en maratón, a la altura de Ciudad de Barcelona y antes del Puente de Vallecas se puso delante. Forzando el paso, derrumbó al mito, que aún intentó darle caza en la subida a Vallecas, pero ya no había margen. Llegó en 31.19, la mejor marca española en esta prueba, además.Agueda Marqués, en otra carrera de mérito, (31.34) estuvo a punto de cazar a la gran figura del fondo mundial. Le faltaron dos segundos
Mientras, en hombres, de la misma manera que Eliud Kipchoge, la referencia de las carreras de asfalto en el siglo, completó un doblete en 2005 y 2006, como hizo Jesús Hurtado en los orígenes de la San Silvestre Vallecana (1964 y 1965) el etiope Baheri Aregawi reivindicó su condición de gran atleta en la última noche del año. En un duelo con Jacob Kiplimo, ganador de 2018 y el atleta que arroja la mejor marca de la historia en Vallecas (26.41), flamante plusmarquista de los 15 km, el vencedor se llevó el derbi que Etiopía y Kenia originaron en el cross y trasladaron posteriormente a la ruta para apoderarse de todas las grandes carreras del planeta.
Una carrera desenfrenada
El 60 aniversario de la gran carrera de fin de año salió rápida. Siempre se vuela en Serrano. Se entró en la milla de oro, pasando Juan Bravo y Ortega y Gasset, y ambos ya marcaban diferencias con todos los demás. El km 3 se pasó en 8.02. A la Puerta de Alcalá ya llegaron con una distancia más que generosa, cada una con su estilo, más ortodoxo el de Kiplimo; igual de eficaz el de Aregawi. El 5 se pasó en 13.05, siete segundos menos que Kiplimo hace seis años.
Esta vez no había opción de sorpresas. La condición de ganador les impedía sorprender con un cambio de ritmo. Se conocían los rincones de Vallecas al dedillo. En la llegada más apretada de la historia, batieron el récord de la prueba (26.30), Aregawi ganó por centésimas. Mechaal fue tercero con 27.38. Sin duda, la gran noche de la historia de esta carrera.