Prepararse para el verano con una nutrición saludable como meta y no como sacrificio – La Clave

A medida que se acerca el fin de año, la preocupación por la figura se intensifica. Muchos recurren a dietas estrictas con la esperanza de alcanzar sus metas rápidamente. Sin embargo, la nutricionista Giselle Peña advierte que este enfoque puede ser perjudicial y sugiere un cambio de mentalidad en torno a la alimentación saludable.

“El mayor problema es que la gente asocia la dieta con dejar de comer ciertas cosas, y eso genera frustración”, resalta la profesional. En lugar de saltar de una dieta extrema a otra, recomienda adoptar una alimentación equilibrada que incluya todos los grupos alimenticios.

“Una dieta debe incorporar proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales. No se trata de eliminar completamente un grupo, como los carbohidratos o las grasas, sino de equilibrar las porciones”, explica.

Este tipo de dietas extremas, basadas en la eliminación de ciertos alimentos, pueden llevar a una pérdida rápida de peso, pero no siempre en términos saludables. “Puede que la balanza marque menos, pero ¿qué es lo que estamos perdiendo? Puede ser agua o incluso masa muscular, en lugar de grasa”, aclara Peña, al mencionar que esto no solo afecta la salud, sino que también impide alcanzar un estado físico óptimo.

Uno de los principales errores, según la nutricionista, es recurrir a “comidas trampa” o permitir excesos durante los fines de semana, lo que puede sabotear los avances logrados durante la semana. “Es fundamental mantener un déficit calórico constante para bajar de peso y grasa. Si compensamos el fin de semana con comidas fuera del plan, retrocedemos”, remarca.

La nutricionista destaca la importancia de la paciencia y el respeto por los procesos individuales. Cada persona tiene un ritmo y unas necesidades diferentes. Compararse con otros o esperar resultados rápidos puede generar más ansiedad y desaliento. “En consulta, siempre priorizamos la salud antes que lo estético. Los buenos resultados llegarán como consecuencia de elecciones alimenticias sostenibles”, subraya.

El objetivo no debe ser solo bajar de peso, sino nutrir al cuerpo de manera adecuada. Por ejemplo, un plato saludable debe incluir proteínas, ya sea de origen animal (pollo, carne, pescado) o vegetal (lentejas, legumbres), acompañado de carbohidratos en cantidades moderadas, como arroz, batata o mandioca, junto a una porción de vegetales. “No es necesario eliminar alimentos, sino aprender a equilibrarlos”, añade la nutricionista.

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