Francisco de Goya no tuvo nada que ver con el cine en vida. Sí su figura, más bien su cabeza, casi doscientos años después de su muerte. La estatuilla que reciben los mejores actores, actrices o cineastas es, efectivamente, la gran y pesada testa de uno de los grandes exponentes de la pintura española.
Pero, por qué Goya da nombre e imagen a los máximos galardones del cine patrio. Cuánto peso tienen que sostener los premiados cuando reciben el llamado ‘cabezón’ o quién fue el autor de la primera estatuilla que se entregó hace 39 ediciones y cómo era esta.
Todo lo que envuelve a una gala como la de los Premios Goya está cargada de interés y de curiosidades que, muchas veces, quedan opacadas por los brillos de las alfombras rojas, los artistas asistentes y el desarrollo de la propia gala.
Las bambalinas de la historia de una fiesta que se repite año a año, no obstante, cuenta con su propio brillo.
La Academia del Cine, quien organiza y hace entrega de los Premios Goya, tuvo que ponerse a sí misma en el brete de elegir nombre y representante internacional del cine español de ahí a la eternidad. Había que bautizar los galardones.
Fue en 1986, cuando los académicos en asamblea, “se enzarzaron en una nueva polémica” en torno al nombre. Tras barajar varios, fue el director artístico Ramiro Gómez, quien recordó a los asistentes que “Goya había tenido un concepto pictórico cercano al cine y que varias de sus obras más representantes tenían casi un tratamiento secuencial“. Por ahí ‘coló’ la defensa.
Aunque el argumento principal, añaden, fue que Goya “aparte de ser un pintor mundialmente conocido y representativo de la cultura española, resultaba un nombre corto y semejante a los de los Oscar o César que existían en Estados Unidos y Francia“.
El primer Goya y el peso del ‘cabezón’
El primer Goya que se entregó era desmontable y lanzaba al mundo 3D una combinación del busto del pintor con una cámara cinematográfica, explica la Academia. Esta primera obra salió de la mente y las manos del escultor Miguel Ortiz Berrocal.
Ahora mismo, la estatuilla que vemos cada mes de febrero “esponde al diseño original que esculpió el valenciano Mariano Benlliure en virtud del acuerdo alcanzado entre la Fundación Mariano Benlliure y la Academia de Cine“.
El ‘cabezón‘ ha bajado de peso desde aquella primera fundición de Benlliure, “se ha reducido el peso de la escultura, que varía entre los 2,5 y 3 kilos”.
Quién organiza la Gala y cómo se financia
Aunque las galas se celebren en distintas ciudades, la competencia absoluta sobre la misma, organización y toma de decisiones artísticas incluidas, es de la Academia del Cine. Así, “la Junta Directiva elige cada año al equipo que se encargará de la dirección, del guion, de la presentación y del contenido artístico de la Gala”, independientemente de dónde tenga lugar la fiesta del cine español.
En cuanto a su financiación, parte del montante lo aporta la propia Academia “mediante los derechos de retransmisión de Televisión” así como gracias a las “aportaciones que hacen diversas instituciones, organismos y empresas en forma de Patrocinio y Colaboración”.