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El dólar sigue manifestando una alta dependencia a las decisiones que tome la Fed en torno a sus tasas de interés.
Foto: Bloomberg – Andrew Harrer
El dólar cerró este martes cercano a los $4.000. La cotización de este martes quedó en $3.994.77, lo que representó un aumento de $50 respecto a la Tasa Representantiva del Mercado (TRM), que para la jornada se ubicó en $3,944.14.
El dólar inició su cotización del miércoles con una caída que lo dejó en $3,930.00. Esto se traduce en una reducción de $35,96 frente a la apertura de ayer, así como una variación de 0,12 %.
Por otro lado, el mínimo de transacción se ubica en $3,921 y un máximo de $3,997.
Para esta semana, el evento que influenciará más el precio del dólar será la decisión sobre tasas de interés que anuncie la Reserva Federal, que se reunirá desde este martes y anunciará su qué hará con tipos de interés este miércoles.
Los analistas coinciden en que la principal variable que continúa presionando el precio del dólar son las decisiones de la Fed en torno a las tasas de interés. Estas, hay que recordar, se han mantenido, pues la inflación no ha retrocedido al ritmo que se quisiera, y el banco central de Estados Unidos ha votado por mantener elevado el costo del crédito para así presionar desacelerar el crecimiento de la carestía.
La premisa que se maneja es que al encarecer el crédito se reduce el consumo, es decir, se genera un impacto en la oferta y la demanda, lo que hace que los productores y comerciantes se vean presionados a bajar sus precios.
El impacto de esto en el dólar en Colombia radica en que entre más bajas sean las tasas de interés, mayores serán los estímulos para invertir en el territorio nacional (más dólares circulando), lo que a su vez se traduce en un billete verde más económico frente al peso.
Las exportaciones también se traducen en una variable importante, al representar una importante fuente de ingreso de dólares al país. Sin embargo, estas han venido cayendo en el último año, principalmente por el deterioro que ha tenido el comercio exterior del petróleo y los productos que se derivan de las industrias extractivas.
También están las remesas, las cuales han venido registrando un incremento en el último tiempo. Cifras manejadas por el Banco de la República muestran que, durante el primer trimestre del año, Colombia recibió remesas por más de US$2.720 millones, lo que no solamente se tradujo en un aumento del 9,8 % frente al mismo periodo del año pasado, sino también en la cifra más alta de la historia.
Finalmente están factores políticos internos y externos, los cuales pueden mover la inversión. En el primer rubro están los proyectos de ley y políticas nacionales que puedan desincentivar o fomentar la inyección de recursos desde el extranjero; en el segundo, por ejemplo, la evolución que tenga el conflicto en Medio Oriente que, de llegar escalar, podría aumentar el apetito por el dólar como activo refugio, lo que aumentaría su demanda y lo haría más escaso (presionando así su aumento de precio).
Las principales previsiones apuntan a que, en tanto ninguna de estas variables registre una movida importante, las decisiones de la Fed seguirán siendo la brújula que definirá el norte del precio del dólar.
Es por lo anterior que se espera que su cotización continúe moviéndose en terrenos estables, en los umbrales de los $3.900 y los $4.000.
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