El Reino Unido ocupa el último lugar de Europa en bienestar infantil y juvenil. ¿Cómo se comparan los países y a qué creen los expertos que se debe el descenso de la satisfacción entre los adolescentes y niños?
Europa, y en particular la UE, está considerada una de las regiones más prósperas del mundo. Sin embargo, a pesar de esta prosperidad, muchos de sus jóvenes se enfrentan a un creciente deterioro de su bienestar, con una preocupación cada vez mayor por la salud mental.
El mes pasado, la organización benéfica británica Children’s Society publicó un informe sobre el bienestar de los jóvenes en el Reino Unido y su comparación con los de Europa. El Informe sobre la Buena Infancia 2024 reveló que, de media, el 16,6% de los jóvenes europeos están insatisfechos con su vida, lo que equivale aproximadamente a uno de cada seis en todo el continente.
Los Países Bajos registran la tasa más baja, con sólo el 6,7% de los jóvenes de 15 años que declaran no estar satisfechos con su vida. Del mismo modo, los países nórdicos Finlandia y Dinamarca también obtuvieron buenos resultados, con sólo un 10,8% y un 11,3% respectivamente que declararon estar poco satisfechos con su vida.
Por otro lado, el Reino Unido registró el nivel más alto de insatisfacción vital entre los jóvenes, con un 25,2%, seguido de cerca por Polonia (24,4%) y Malta (23,6%). “Las conclusiones del Informe sobre una Buena Infancia 2024 son alarmantes e ilustran un panorama inaceptable del bienestar de los niños en el Reino Unido”, declaró a ‘Euronews Health’ Jack O’Neill, responsable de políticas y asuntos públicos de The Children’s Society.
Demuestra claramente que los jóvenes del Reino Unido experimentan un menor bienestar y satisfacción vital en comparación con sus coetáneos de toda Europa, y que el bienestar de los jóvenes también está en declive”,
El informe utilizó datos de diversas fuentes para analizar la satisfacción vital de los jóvenes, como la Encuesta Longitudinal de Hogares del Reino Unido, la encuesta anual de The Children’s Society y el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) de la OCDE.
¿Por qué los niños del Reino Unido son los más infelices de Europa?
“Al examinar medidas específicas, podemos ver que el Reino Unido obtiene resultados notablemente peores que otros países europeos. Aunque ningún factor por sí solo puede explicar la baja clasificación general cuando determinadas áreas obtienen puntuaciones tan bajas, sí sugiere su importancia a la hora de impulsar esta situación”, afirmó O’Neill.
El Reino Unido también mostró la mayor brecha en satisfacción vital entre jóvenes favorecidos y desfavorecidos, lo que podría apuntar al impacto de la desigualdad socioeconómica en el bienestar de los niños.
Además, el informe reveló que el Reino Unido ocupaba el cuarto lugar en privación de alimentos, con un 11% de jóvenes de 15 años que se saltan comidas por falta de dinero. “También sabemos que la crisis del coste de la vida en el Reino Unido está repercutiendo en las oportunidades de los jóvenes para tener tiempo libre o disfrutar de la vida social con amigos o familiares”, afirmó O’Neill.
Muchas familias del Reino Unido declararon tener dificultades para permitirse vacaciones, actividades extraescolares para sus hijos y, en algunos casos, incluso celebraciones y ocasiones especiales, ya que el 41% afirmó no poder permitirse tales acontecimientos. Además, el 50% de los niños declararon que la falta de dinero les impedía participar en actividades como socializar o ir de excursión con el colegio.
Más allá de las limitaciones económicas, los niños también expresaron importantes preocupaciones sobre diversos aspectos de la vida, en particular el aumento del coste de la vida en el Reino Unido.
“Dos de cada cinco niños y jóvenes encuestados estaban preocupados por la subida de los precios, lo que demuestra que la preocupación por llegar a fin de mes se está filtrando a los jóvenes y está aumentando su inquietud y preocupación”, afirmó O’Neill. Además de la subida de los precios, los niños también estaban preocupados por la delincuencia, la seguridad en Internet y los problemas medioambientales.
Además, las cuestiones relacionadas con la escuela también han desempeñado un papel importante en el descenso del bienestar de los niños en el Reino Unido. En 2024, el 14,3% de los jóvenes declararon estar insatisfechos con su experiencia escolar.
Las preocupaciones en torno a la seguridad escolar, el sentido de pertenencia y el acoso escolar, del que el Reino Unido tenía la segunda tasa más alta de Europa, son algunos de los problemas clave, según O’Neill. “Sabemos por datos comparativos internacionales, y por hablar con niños y jóvenes, que el acoso y las presiones del rendimiento académico juegan en la mente de los niños“, dijo.
“La escuela debería ser una oportunidad para que los jóvenes crearan recuerdos para toda la vida, encontraran su inspiración, hicieran amigos y tuvieran esperanza en el futuro. Desgraciadamente, este no parece ser el caso de algunos niños, y es crucial que no sólo desbloqueemos el potencial de cada niño, sino también su felicidad”, añadió O’Neill.
En medio del deterioro de la salud mental de los jóvenes en el Reino Unido, el país también se enfrenta a importantes retos a la hora de proporcionar un apoyo adecuado en materia de salud mental. Según el informe, más de 270.000 niños siguen a la espera de recibir más ayuda tras una derivación inicial, y los largos tiempos de espera son uno de los principales problemas.
Reflexionando sobre las preocupaciones planteadas por los jóvenes durante las consultas políticas, “nos contaron cómo la escuela les inquieta, ya que están ansiosos por los exámenes, preocupados por suspender y sin esperanzas para el futuro“, señaló O’Neill.
“Nos contaron que los parques se están cerrando, lo que significa que no tienen ningún lugar donde pasar el rato con sus amigos; que sólo pueden buscar apoyo para su salud mental cuando han llegado a un punto de crisis y que sus voces son silenciadas y no se sienten escuchados”.
Principales causas del deterioro del bienestar en Europa
Aunque el informe se centra en el Reino Unido, se observan tendencias similares en toda Europa, con informes que indican un descenso del bienestar entre los jóvenes de varios países.
Según UNICEF, el porcentaje de jóvenes de 15 años que informan una alta satisfacción con la vida cayó de alrededor del 74% en 2018 al 69% en 2022, en 23 países para los que se dispone de datos.
Uno de los factores clave que contribuyen a ello incluyen las altas tasas de pobreza, con aproximadamente 20 millones de niños en la UE, uno de cada cuatro, en riesgo de pobreza o exclusión social, según un informe de UNICEF.
“La pobreza tiene un impacto a largo plazo en los niños. No se trata sólo de que un niño viva en la pobreza y en cuanto crezca y consiga un trabajo salga de ella. Afecta a su cuerpo, a su mente y también a sus perspectivas de futuro”, declaró a ‘Euronews Health’ Ally Dunhill, directora de política, defensa y comunicación de Eurochild.
Según Dunhill, los niños que crecen en la pobreza suelen tener dificultades para cubrir necesidades básicas como la alimentación, la ropa, el material escolar o el equipamiento deportivo, lo que limita su participación en las actividades normales de la infancia y conduce al aislamiento social.
La pobreza también afecta a la salud mental, ya que los niños que viven en la pobreza tienen más probabilidades de sufrir estrés, ansiedad y depresión. Además, la mala alimentación es otro problema crítico vinculado a la pobreza, ya que las familias suelen tener más fácil acceso a alimentos baratos y menos nutritivos, lo que repercute negativamente en la salud física de los niños tanto a corto como a largo plazo.
Dunhill señaló además que la pobreza afecta profundamente a la capacidad de los niños para asistir a la escuela. “Esos niños realmente no participan en la educación, algunos ni siquiera van a la escuela, o van a la escuela pero están tan cansados, o tienen tanto frío, o tienen tanta hambre, que no pueden sentarse y aprender y escuchar y participar”, dijo.
Esta falta de compromiso educativo retrasa a los niños y reduce sus posibilidades de salir de la pobreza en el futuro, creando un ciclo en el que los niños criados en la pobreza tienen más probabilidades de seguir siendo pobres de adultos.
“La expectativa es que si no hacemos algo para sacar y apoyar a estos niños de la pobreza, crecerán y tendrán hijos que vivirán en la pobreza“, dijo Dunhill. Además, el aumento del coste de los alimentos, la vivienda y la calefacción, junto con la pérdida de empleo y los problemas de salud, también están empujando a la pobreza a más familias europeas.
Seguridad en línea y bienestar infantil
Según UNICEF, en lo que respecta a la seguridad en línea en Europa, los niños se enfrentan a diversos riesgos en los espacios digitales, como el ciberacoso, la exposición a contenidos inapropiados, la desinformación y la explotación sexual, todo lo cual puede perjudicar gravemente su bienestar.
Fabiola Bas Palomares, responsable de política y defensa de Eurochild, especializada en seguridad en línea, declaró a ‘Euronews Health’ que, aunque los efectos del uso de Internet son difíciles de medir, los efectos negativos de los medios digitales en los niños, como la adicción, el aislamiento y la reducción de la confianza social, son innegables.
Aunque las herramientas de moderación de contenidos han hecho algunos progresos en la reducción de contenidos nocivos, dijo que la atención debe centrarse en cómo se diseñan estas plataformas.
“El modelo de negocio de estas plataformas en línea se basa en gran medida en maximizar la participación del usuario, y utilizan métricas de popularidad que son muy penetrantes para los niños”, dijo Bas Palomares.
Además, hizo hincapié en la necesidad de dar prioridad a la seguridad de los niños en Internet desde el principio, integrándola en el diseño de la plataforma en lugar de intentar solucionar los problemas después de que se haya producido el daño.
“Creo que hay que centrarse en cambiar esa dinámica para garantizar que, mientras funcionan los modelos de negocio, entretanto se preservan los derechos de los niños”. Sin embargo, también reconoció que, incluso con estos cambios, cuestiones como el ciberacoso y los abusos sexuales seguirán requiriendo normativas específicas y herramientas especializadas para abordarlas con eficacia.
El papel de los Gobiernos y los responsables políticos
Para hacer frente a la creciente preocupación por el bienestar de los niños, O’Neill insistió en la necesidad de que los Gobiernos actúen. Algunas de las medidas clave que defiende son garantizar que los jóvenes tengan acceso a una intervención temprana y a un apoyo preventivo en materia de salud mental, hacer del bienestar infantil una prioridad nacional.
Propone introducir una Ley de Pobreza Infantil que garantice que ninguna familia carezca de lo básico, y reformar los entornos escolares para reducir la ansiedad y el acoso, al tiempo que se mejoran las experiencias de aprendizaje significativas.
Dunhill señaló que, si bien existen iniciativas prometedoras de los responsables políticos de la UE, como la Garantía Infantil Europea, cuyo objetivo es combatir la pobreza infantil y la exclusión social, muchos planes de acción nacionales tienen problemas de aplicación.
Uno de los principales problemas es que muchos Gobiernos no colaboran con las organizaciones de la sociedad civil ni con los propios niños a la hora de elaborar estos planes.
“¿Cómo sabe el Gobierno que está teniendo éxito en la ejecución de estos proyectos para sacar a los niños de la pobreza y la exclusión social si no pregunta a las mismas personas, a las mismas organizaciones de la sociedad civil, que trabajan con esos niños en esas zonas?
Añadió que esta falta de compromiso, unida a la debilidad de los mecanismos de supervisión, dificulta la evaluación de si estos programas pueden ayudar eficazmente a los niños.
