Ya en 2019, los máximos responsables de la Fórmula 1 decidieron celebrar un evento de apertura de temporada en Australia para dar el pistoletazo de salida a la nueva temporada. Todos los pilotos asistieron al espectáculo, que se llevó a cabo en un gran escenario en la Plaza de la Federación de Melbourne, que por cierto era gratuito, y fue un éxito rotundo.
Por alguna razón, nunca se repitió, supuestamente por la falta de aficionados a las carreras en las sedes inaugurales de Bahrein y Arabia Saudí, que impidieron que se convirtiera en un gran acontecimiento.
Ahora, la F1 ha rescatado ese evento, que en 2025 además será la presentación oficial de los diseños de los 10 equipos de la parrilla, que se celebrará en el londinense The O2 el 18 de febrero.
Es una gran idea sobre el papel, una forma de atraer a los aficionados al centro de una ciudad y generar interés durante el invierno. También es un buen barómetro para comprobar el valor que los fans conceden actualmente a la Fórmula 1.
Los 20 pilotos y los 10 directores de equipo asistirán al evento, que dará el pistoletazo de salida al 75º aniversario de la F1, en lo que se anuncia como “una velada increíble” en la que “los aficionados se verán inmersos en el drama y el espectáculo de la F1, mientras se unen a los equipos para desvelar sus decoraciones para 2025”.
Si Sauber, Williams o Haas F1 Team se conforman con la limitada exposición mediática global que recibirán -dado que se enfrentan a equipos más grandes que probablemente atraerán la atención, especialmente con Lewis Hamilton como piloto de Ferrari por primera vez-, será perfecto, pero está bastante claro que quizá no sea lo que los patrocinadores quieran.
Los equipos suelen elegir una fecha durante la pretemporada para no coincidir con la de sus rivales. Eso significa que cada equipo tiene la oportunidad de presentar su coche en un momento “exclusivo”, algo que le da una valiosa exposición de marca y tiempo en los medios para sus pilotos y jefe de equipo.
En contrapartida, la presentación de los 10 equipos en un evento único reducirá ese impacto, a menos que celebren un evento por separado, como un shakedown en un circuito, por ejemplo.
Lance Stroll, Aston Martin AMR24
Foto de: Aston Martin
En última instancia, la Fórmula 1 merece crédito por crear un evento así, pero por otro lado, cobrar a los aficionados entre 70 y 136 euros por entrada podría ser un problema.
Es comprensible que la F1 intente sacar provecho de su creciente número de seguidores, especialmente entre los más jóvenes. El merchandising de la F1 ya es habitual en las calles y a este precio -una cuarta parte de lo que cuesta una entrada para ver la F1- ofrece a los aficionados la oportunidad de ver a sus héroes en un lugar más accesible. ¿Pero a unos 100 euros merece la pena?
Los organizadores han prometido “entretenimiento de primer nivel y presentadores especiales” y, en cualquier caso, tal es la popularidad actual de la F1, que probablemente se agoten las entradas.
Es probable que la generación de más edad se escandalice por el precio, pero la realidad es que este no es el público al que se dirige la F1 con este evento. Más bien se dirige a los aficionados más jóvenes, y si están dispuestos a pagar -y disfrutarlo-, ¿cuál es el problema?