Con cada inicio de año, uno de los propósitos más populares es perder peso y mejorar la salud. Una forma sostenible y científicamente respaldada de lograrlo es adoptando una dieta que se ajuste a las necesidades de quien busca seguirla, tomando en cuenta factores de tiempo y economía.
Es bien sabido que una de las mejores es la dieta mediterránea, considerada durante años como una de las mejores para la salud y el bienestar general, además de lo fácil que puede ser sostenerla y que, en este caso, pueda ayudar a alcanzar ese propósito de inicio de año.
¿Qué es la dieta mediterránea?
Inspirada en los patrones alimenticios tradicionales de los países mediterráneos como Grecia, Italia y España, esta idea se caracteriza por el consumo abundante de alimentos frescos, naturales y no procesados.
De hecho, en el 2023, fue nuevamente clasificada como la mejor dieta general por el U.S. News & World Report gracias a sus beneficios para la salud y su facilidad para adoptarla a largo plazo.
¿Por qué es la mejor dieta?Simple y sencillamente porque sus principales componentes son accesibles y ajustables a todo tipo de bolsillo y hábitos, pues está compuesta por alimentos que se pueden conseguir casi en cualquier lugar.
Para empezar a convencerse de que es la mejor dieta, muy lejana al popular “ayuno intermitente”, numerosos estudios han destacado que la dieta mediterránea tiene grandes beneficios.
¿Por qué seguir esta dieta?
La dieta mediterránea promueve la pérdida de peso. Su enfoque en alimentos ricos en fibra y grasas saludables ayuda a controlar el apetito y mantener un peso saludable.
También mejora la salud cardiovascular gracias a su contenido en aceite de oliva, frutos secos y pescado, por lo que reduce el colesterol LDL y mejora la salud del corazón.
Otro punto a favor es que reduce el riesgo de enfermedades crónicas. Tiene un impacto positivo en la prevención de diabetes tipo 2, ciertos tipos de cáncer y enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Y por si fuera poco, también favorece la salud mental, pues su aporte de omega-3, antioxidantes y vitaminas contribuye al bienestar emocional y mental.
¿En qué consiste la dieta mediterránea?
Después de todo lo anterior solo queda entender cuáles son los alimentos clave de la dieta mediterránea.
Sus alimentos principales son vegetales y frutas (la base de las comidas), granos enteros, como pan integral, quinoa o arroz integral, legumbres y frutos secos, (ideales para proteínas y grasas saludables) y aceite de oliva extra virgen como principal fuente de grasa.
En cuanto a las proteínas están el pescado y mariscos (al menos dos veces a la semana), carnes magras y aves, en moderación, huevos, varias veces a la semana, y lácteos como el yogur y quesos bajos en grasa en porciones moderadas.
El agua es la principal fuente de hidratación en esta dieta, por lo que los refrescos quedan fuera.
¿Cómo mantener la dieta durante el año?
Conociendo ya las bases de esta dieta, ahora viene la parte de cómo sostenerlo, pero realmente es más sencillo de lo que parece.
1. Planificar las comidas
Tener un menú semanal puede ayudar a organizar las compras y evitar caer en opciones menos saludables.
2. Incorporar la actividad física
La dieta mediterránea se complementa perfectamente con un estilo de vida activo, como caminar, nadar o practicar yoga.
3. Variar los alimentos
Este punto es muy importante para no caer en el aburrimiento. La idea es explorar recetas tradicionales mediterráneas para mantener la motivación.
4. Evitar los ultraprocesados
Hay que sustituir snacks empaquetados por alternativas naturales como frutas, nueces o hummus.
Así, la dieta mediterránea será fácil de llevar, además de que es adecuada para casi cualquier persona gracias a su flexibilidad y equilibrio, por lo que adoptarla no solo puede ayudarte a cumplir ese propósito de Año Nuevo, sino que también puede mejorar la salud a largo plazo.