El teclado está presente en celulares, tablets, laptops y computadores, proporcionando una interfaz crucial para la redacción y la comunicación. Una de las distribuciones más utilizadas a nivel mundial es la del teclado QWERTY, cuyo origen y evolución tienen una historia fascinante.
La razón por la que el teclado no está en orden alfabético
El teclado QWERTY fue diseñado por Christopher Latham Sholes, un inventor que, junto con Samuel W. Soulé, James Densmore y Carlos Glidden, desarrolló una máquina de escribir. Este invento fue patentado en 1868.
En su diseño inicial, la máquina de escribir de Sholes contaba con un teclado similar al de un piano, con 28 teclas ordenadas alfabéticamente, basado en la premisa de que este arreglo facilitaría la ubicación de cada letra por parte del usuario.
Sin embargo, Sholes continuó iterando su prototipo, organizando las letras en cuatro filas, con los números del 0 al 9 en la fila superior, seguidos por las vocales y signos de puntuación, y el alfabeto distribuyéndose en las dos filas restantes. En 1873, Sholes y sus socios vendieron los derechos de producción a Remington, un fabricante de armas que hizo varias modificaciones al diseño original, ajustando algunas letras a las posiciones que hoy conocemos.
Aunque el teclado QWERTY es el más conocido y utilizado, no es la única opción en el mercado. Entre las alternativas se encuentra el teclado Dvorak, diseñado por August Dvorak y patentado en 1932. Este teclado está configurado para favorecer la mano dominante, ya sea para diestros o zurdos, y agrupa las teclas más utilizadas para mejorar la eficiencia.
Un estudio realizado por la Armada de Estados Unidos en 1940 concluyó que el teclado Dvorak era superior en términos de eficiencia. Sin embargo, no logró desplazar al QWERTY, que para entonces ya se había consolidado como un diseño universalmente aceptado.
