Kamala Harris y Donald Trump tienen visiones del mundo muy diferentes, y las elecciones presidenciales en Estados Unidos en noviembre pueden cambiar radicalmente la política hacia Ucrania y otros socios internacionales.
La vicepresidenta demócrata propone en buena medida continuar la agenda de Joe Biden, aunque busca matizar el tema de Medio Oriente; mientras que una eventual victoria del republicano puede significar una fuerte ruptura en la política exterior estadounidense.
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La guerra de Ucrania: un tema que divide a los dos candidatos
Pocos temas dividen tanto a los dos candidatos como Ucrania. Trump se burló de los miles de millones de dólares de ayuda estadounidense a Ucrania, al decir que Rusia, que inició la invasión en febrero de 2022, está destinada a ganar.
En el pasado, el expresidente mostró admiración por el mandatario ruso, Vladimir Putin, quien recientemente calificó a Trump de “sincero” al intentar poner fin a la guerra en Ucrania.
Melania, Hulk Hogan y Elon Musk acompañaron a Donald Trump en el Madison Square Garden
El republicano sugirió el retiro de la ayuda estadounidense para forzar a Kiev a hacer concesiones territoriales y acabar con la guerra de forma rápida.
Trump también se burló del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, al llamarlo “el más grande de los vendedores” en referencia a su gestión para obtener la ayuda militar estadounidense, pese a lo cual, ambos sostuvieron una reunión cordial en septiembre.
Harris prometió mantener el apoyo a Ucrania y dijo en el debate de septiembre que “si Donald Trump fuera presidente, Putin estaría sentado en Kiev justo ahora“.
Oriente Medio: Harris defiende una “autodeterminación” palestina
Harris y Trump son proisraelíes pero divergen en cuánta presión ejercer sobre el aliado estadounidense en sus casi 13 meses de guerra, iniciada tras el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, extendida a Líbano y con ataques de toma y dame entre Israel e Irán.
Harris, al igual que Biden, dejó claro que seguirá armando a Israel, distanciándose de los llamados de la izquierda del Partido Demócrata a un embargo de armas por la seguridad de los civiles.
Pero Harris también defiende una “autodeterminación” palestina y vio en el asesinato del jefe de Hamas, Yahya Sinwar, una oportunidad para acabar con la guerra en Gaza.
Trump, cuya base republicana es incondicionalmente proisraelí, acusó a la administración Biden de intentar injustamente restringir a Israel y dijo que está en contacto regular con el primer ministro Benjamín Netanyahu.
Como presidente, Trump tomó una serie de medidas históricas a favor de Israel, como el traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén o los incentivos que dio a países árabes para reconocer al estado hebreo.
Pero él también tiene una compleja historia con Netanyahu, a quien critica por ser parte del grupo de líderes mundiales que reconocieron la victoria de Biden en las elecciones de 2020, un resultado que Trump rechaza.
Harris apoya “la autodefensa de Taiwán”; Trump ataca a Xi Jinping
Los congresistas demócratas y republicanos ven a China como el mayor desafío en el largo plazo, sin embargo difieren en su enfoque y retórica.
Trump atacó a Pekín de forma incesante en sus discursos y prometió que impondrá masivas tarifas a los bienes provenientes de China, con el ánimo de impulsar la manufactura doméstica.
Pero pese a sus declaraciones, también dijo que está abierto a buscar acuerdos con el presidente chino, Xi Jinping.
De cierta forma, Biden fue más lejos que Trump al prohibir radicalmente las exportaciones de chips de alta tecnología.
Los Obama, aliados clave de Kamala Harris en los últimos días de campaña
Harris remarcó la reticencia de Trump para tomar medidas similares mientras estuvo en el cargo acusándolo de que “básicamente nos vendió”, y que el ejército de China se beneficia de tecnología estadounidense.
En Taiwán, la isla de democracia autónoma que Pekín reclama como parte de su territorio, Trump causó nerviosismo al sugerir que pague por su defensa, comparando a Estados Unidos con una compañía de seguros.
Como vicepresidenta, Harris pidió mantener el statu quo, al afirmar que “apoyamos la autodefensa de Taiwán, en consonancia con nuestra política de larga data”.
Aliados de EEUU
En un profundo contraste con respecto a presidentes de ambos bandos, Trump cuestionó la utilidad de la alianza atlántica OTAN, que integran desde el inicio de la Guerra Fría varios países occidentales.
Trump incluso dijo en febrero que animaría a los rusos a hacer “lo que quieran” a los miembros de la OTAN que no aporten los fondos para defensa.
Harris señaló con frecuencia los comentarios de Trump, y al igual que Biden prometió trabajar con los aliados y apoyar a la OTAN.
En su presidencia, Trump se mostró a favor de romper acuerdos internacionales que no le gustan, incluido el acuerdo nuclear con Irán.
También se esperaría de Trump una mayor presión sobre líderes de izquierda en América Latina, sobretodo en Cuba y Venezuela, aunque ni Biden ni Harris parecen desmarcarse de esa política.
AFP