Trump ha dicho que eliminaría el programa de Joe Biden que ha permitido a decenas de miles de cubanos entrar legalmente
El mundo tiene los ojos puestos en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, y en Cuba la inquietud es más patente porque los candidatos poco han hablado sobre la posición de Washington hacia la nación caribeña.
En momentos que el gobierno comunista de la isla lucha por revertir una crisis económica que ha hecho cada vez más insoportable la vida de muchos cubanos, la elección entre la candidata demócrata Kamala Harris o el republicano Donald Trump podría ser decisiva, dicen analistas.
Durante décadas, Washington ha aplicado un embargo comercial contra Cuba -ubicada a sólo unos 145 kilómetros de su frontera en Florida- que complica las transacciones financieras globales de la isla.
La designación de Cuba en la lista como estado patrocinador del terrorismo por parte de Trump durante su presidencia de 2017-2021, cerró un acercamiento histórico bajo el mandato de Barack Obama.
“Cuba no está preparada, ni estará preparada para resistir más presión (de Estados Unidos)”, dijo Carlos Alzugaray, un exdiplomático cubano que ahora es analista político independiente, quien agregó que una segunda presidencia de Trump “no augura nada bueno”.
Aunque destacó que bajo una presidencia de la demócrata las cosas podrían seguir igual. “Harris también podría razonar que el gobierno (de Cuba) está al punto del colapso, entonces ¿por qué invertir capital político en salvarlo?”, destacó Alzugaray en diálogo con Reuters.
Trump ha dicho que eliminaría el programa del Gobierno de Joe Biden que ha permitido a decenas de miles de cubanos con patrocinadores estadounidenses entrar al país legalmente.
“Estoy a favor de Kamala”, dijo Libia Morales, de 63 años. “Trump ya está diciendo que deportará a todos los inmigrantes y nos aplastará aún más con el bloqueo”.
La creciente crisis social y económica de Cuba llegó a un punto crítico este mescuando su red eléctrica colapsó, dejando a la isla a oscuras durante días y provocando varias protestas.
Cuba ha culpado a Washington por las sanciones que han complicado la compra de combustible y repuestos para sus plantas eléctricas de petróleo. Otros críticos dicen que la mala gestión y una economía estatal ineficiente también son culpables.
La crisis ha generado una ola migratoria sin precedentes que ha drenado a Cuba de su fuerza laboral. Más de un millón de personas han abandonado la isla desde 2020, según las estadísticas oficiales cubanas, casi una décima parte de su población, un éxodo con pocas comparaciones fuera de los tiempos de guerra.
Del lado estadounidense, Cuba ha estado en gran medida ausente de la política y la retórica de campaña.
Durante la campaña de 2020, Trump criticó a los líderes de Cuba y Venezuela, ganando a gran parte de la comunidad cubano-estadounidense de Miami. Pero esta vez, Florida es ampliamente vista como más firmemente del lado de Trump, lo que según algunos expertos es la razón por la que ambas campañas han dejado el tema en un segundo plano.
Las sanciones de Trump a La Habana durante su gobierno “pusieron fin a la desastrosa política de Obama que, en última instancia, desembocó en fondos para el régimen represivo de Castro”, dijo a Reuters la portavoz del Comité Nacional Republicano, Anna Kelly.
Kelly no respondió a una pregunta sobre si un segundo gobierno de Trump restablecería las restricciones a Cuba que Biden había reducido modestamente, incluido el flujo de remesas.
La campaña de Harris no respondió a una solicitud de comentarios. Si es elegida, se espera que mantenga el enfoque de Biden con respecto a Cuba.
La postura de Biden se endureció tras la represión del gobierno cubano a las protestas en julio de 2021. Desde entonces, solo ha tomado medidas modestas para flexibilizar las normas impuestas por Trump.