Las formas sintéticas denominadas “bacterias espejo” son organismos en diseño que podrían ser una realidad en las próximas décadas, en función del avance genético actual: sus estructuras de ADN son una imagen especular de todos los organismos naturales conocidos en el planeta. Un grupo de investigadores ha publicado un extenso informe técnico sobre los múltiples y graves riesgos relacionados con el desarrollo de estos organismos sintéticos.
Científicos de prestigio mundial, como por ejemplo Craig Venter, verdadero pionero en la creación de vida sintética artificial, encienden una alarma en un informe detallado y un artículo publicado en la revista Science sobre los peligros de la síntesis de las denominadas “bacterias espejo”: aunque valoran su potencial uso en distintas áreas de la investigación científica, también expresan que podrían convertirse en una amenaza real para toda la vida existente sobre la Tierra.
Esta clase de microorganismos, que presentarían una estructura en espejo con respecto a la que puede hallarse actualmente en la naturaleza, tendrían interesantes aplicaciones por su resistencia a la degradación biológica. Sin embargo, al mismo tiempo podrían ser extremadamente peligrosos porque no serían reconocidos por nuestras defensas y se propagarían sin límite alguno en los ecosistemas.
Vida al revés
Como informa Futurism, sabemos que la famosa doble hélice de ADN o ácido desoxirribonucleico, la estructura base del código genético de todas las formas de vida, se considera diestra porque sus hebras espirales giran siempre hacia la derecha. Al mismo tiempo, las proteínas, que son el bloque de construcción de las células, giran hacia la izquierda, en sentido opuesto. ¿Qué pasaría si se desarrollan organismos sintéticos que reproducen en espejo esta estructura vital, con un ADN girando hacia la izquierda y proteínas haciéndolo hacia la derecha?
“En el caso concreto de la biología especular, ciertamente es un misterio aún por qué la vida en este planeta ha elegido una simetría particular en sus moléculas fundamentales, y es posible pensar que se podría desarrollar otra forma de vida usando la simetría opuesta. En principio esta nueva forma de vida podría interaccionar poco con la existente, pero al no estar seguros es muy conveniente ser prevenidos y establecer protocolos que impidan situaciones dañinas en el futuro”, reflexionó en una publicación de Science Media Centre España el científico Jordi García Ojalvo, de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, quien no participó del informe técnico.
¿Un riesgo global?
Un escenario posible en el cual una bacteria espejo experimental se liberara accidentalmente en el ambiente supone una gran incógnita sobre su influencia sobre las formas de vida conocidas: algunos investigadores creen que podría infectar fácilmente a un huésped sin ser advertida por sus defensas biológicas y propagar una pandemia mortal a nivel global, mientras que otros suponen que su interacción con la biología convencional sería prácticamente nula.
Considerando estas dudas y situaciones a resolver, los científicos que elaboraron el informe creen imprescindible que a menos que surja evidencia convincente en torno a que la vida espejo no representaría peligros extraordinarios, las bacterias espejo, las células espejo y otros organismos sintéticos similares, incluso aquellos con medidas de biocontención diseñadas, no deberían desarrollarse. En el mismo sentido, recomiendan que no se permita la investigación con el objetivo de crear bacterias espejo y que cese el financiamiento para este tipo de proyectos.