Subido a un McLaren que vuela, Lando Norris circula embalado en cualquier circunstancia; con el sol abrasando el asfalto o bajo un aguacero como el que hizo cundir el pánico durante la cronometrada en Interlagos, disputada de forma extraordinaria este domingo a primera hora de la mañana para tratar de sortear la lluvia que no dejó de caer. El temporal no se escampó ni mucho menos y los pilotos, disfrazados de gladiadores, saltaron a una arena llena de trampas que hizo estragos en todos los sentidos, una impresión reflejada en las cinco banderas amarillas que neutralizaron un entrenamiento que duró más de dos horas, prácticamente el doble de lo que debía.
El correcalles en que se convirtió el ensayo oficial fue una moneda al aire que salió cara para unos y cruz para otros. En el primer grupo encontramos a pilotos como Yuki Tsunoda, que saldrá el tercero, o Liam Lawson, que lo hará el cuarto. El nombre más llamativo del segundo montón es el de Max Verstappen, que arrancará el 17º tras verse damnificado por la bandera roja que provocó el accidente de Lance Stroll en la Q2, y que dejó a ‘Mad Max’ sin opción de realizar su última tentativa de vuelta rápida. En el momento del castañazo del canadiense, el holandés firmaba realmente el 12º mejor registro, pero perdió cinco posiciones de la sanción que arrastraba por recurrir a la sexta unidad de potencia de su Red Bull, cuando el reglamento estipula un máximo de cuatro para toda la temporada. Así las cosas, el actual campeón irá al ataque para intentar evitar que el margen de puntos que aún posee sobre Norris al frente de la tabla general (44 al inicio de la prueba) decrezca lo menos posible.
“Sé sensible; la carrera es en unas pocas horas”, escuchó el británico de McLaren, por la radio, justo antes de afrontar la vuelta definitiva que le valió su séptima pole del curso, la quinta en las últimas siete paradas del calendario. El muchacho de Somerset lo tiene todo de cara para darle un buen meneo a la clasificación, sobre todo si tenemos en cuenta la poca competencia que deberían plantearle los corredores de su alrededor. Fernando Alonso, otro de los que terminó estrellado con su Aston Martin contra las barreras, comenzará el noveno y Carlos Sainz, que siguió la misma suerte que el asturiano, lo hará el 13º.