Hace más de treinta años Peter Walter, distinguido profesor emérito en la Universidad de California en San Francisco, descubrió algo revolucionario y fundamental para la vida: el mecanismo de respuesta a las proteínas mal plegadas. Es lo que ayuda a las células a que las proteínas tengan la forma correcta y puedan cumplir su función. Los fallos en este proceso están implicados en numerosas enfermedades como el cáncer, el Alzheimer o la ELA.
Llegamos a la Universidad de California, en San Francisco. En la tercera planta del Genentech Hall, donde hasta hace muy poco tenía su laboratorio, nos espera el Doctor Peter Walter acompañado de su esposa, la también científica y Doctora Patricia Caldera-Muñoz. Nos invita al que solía ser su despacho, mira esas cuatro paredes con nostalgia y comenta lo mucho que ha cambiado en estos últimos años.
Actualmente trabaja en Altos Labs, una compañía biotecnológica de financiación privada (con 3.000 millones de dólares de salida) que ha fichado a varios Premios Nobel y a algunos de los científicos más prestigiosos del mundo con el objetivo de transformar la medicina a través del rejuvenecimiento de las células y revertir así enfermedades y lesiones relacionadas con el envejecimiento.
Peter es un hombre muy amable, dispuesto a hablar de “biología para torpes”, bromeamos, con entusiasmo y durante el tiempo que haga falta.
Un descubrimiento que está en la base, en el principio de todo
Su revolucionario descubrimiento se publicó en 1993 en la revista científica ‘Cell’: El mecanismo de respuesta a las proteínas mal plegadas. Para explicárnoslo utiliza una metáfora gastronómica. “Las proteínas son como un espagueti”, dice, “una línea recta que no sirve para nada. Necesitan plegarse en una forma tridimensional para hacer las funciones que se supone tienen que hacer. Hay un mecanismo tremendamente importante que se asegura de que las proteínas se pliegan correctamente. Si ese control de calidad falla, causa numerosas enfermedades”. Esto podría ser fundamental para entender enfermedades como el cáncer, la diabetes o patologías neurodegenerativas. Se produce en definitiva “una desregulación completa de nuestro organismo”.
Avances que abren la puerta a nuevos tratamientos contra el cáncer y las enfermedades neurodegenerativas
Los avances que reconoce este premio, dice “abren la puerta a tratar todos los tipos de una enfermedad en vez de uno en concreto”. En el caso del cáncer, por ejemplo, comenta que ha habido ya muchos progresos, también en los tratamientos convencionales, aunque “tengo la esperanza de seguir avanzando”. Todos los cánceres, sigue, experimentan el mismo defecto en el pliegue de proteínas por lo que “podríamos tener aquí el desarrollo potencial de nuevas formas de quimioterapia como por ejemplo una capaz de prevenir el cáncer”.
En las enfermedades neurodegenerativas es lo mismo, proteínas mal plegadas que afectan a las estructuras del cerebro de los individuos. Hay varios ensayos clínicos en marcha que trabajan en ese sentido para luchar con enfermedades como la ELA, “parecen prometedores y sin resultados tóxicos, aunque aún hay que esperar para ver las conclusiones”.
Rejuvenecer nuestras células y detener el envejecimiento
El Doctor Peter Walter es investigador distinguido en Altos Labs, donde algunos de los científicos más reputados del mundo trabajan juntos con una misión común: restaurar la salud celular para revertir enfermedades relacionadas con el envejecimiento. Se trata en palabras de Walter “de extender la salud de nuestras células para vivir más saludablemente y con más calidad de vida”.
Le pregunto si lo que buscan es la longevidad y en esto se muestra tajante. “No estoy seguro de que el planeta esté preparado para personas que vivan más de doscientos años”, dice, “buscamos asegurarnos de que la calidad de vida se mantenga con el paso del tiempo ya que la sociedad padece numerosas enfermedades relacionadas con el envejecimiento”.
Nos comenta que todavía nos encontramos en un proceso de entender lo que significa el envejecimiento y lo que produce en cada una de nuestras células. Aquí es importante un cambio de paradigma. “Que nos ocupemos y cuidemos de nuestra salud. El sistema médico actual se encarga sobre todo del cuidado de la enfermedad, vamos al médico cuando estamos malos”. Ellos están buscando anticiparse para tener tratamientos a largo plazo que puedan prevenir enfermedades o detectarlas tan pronto que puedan impedir que avancen.
Terminamos reflexionando sobre si es posible la inmortalidad, “la cuestión es, ¿sería deseable? Nos llevaría a un crecimiento insostenible de la población humana”.
“El reto es cada vez mayor pero no me asusta”
Los últimos minutos de nuestra charla los dedicamos a hacer un repaso y balance de su carrera, en ese despacho en el que ha pasado tantas horas y en el que todavía conservan algunas fotos suyas. Él ha pasado su vida investigando cómo trabajan las células cuando son normales, jóvenes y eficientes y pueden cumplir todas sus funciones de manera brillante. Le pregunto por un deseo. “Que mi laboratorio consiguiera que estor principios se materializaran en el tratamiento de las enfermedades y restaurar la salud de las células. Si pudiéramos hacer eso y ayudar a unas cuantas personas, yo sería enormemente feliz”.
Nos despedimos hablando de España, viajará a Bilbao para acudir a la gala de entrega de los Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento el próximo 20 de junio. Se siente muy honrado de recibir este galardón y no quiere olvidarse de mencionar a todo su equipo. “Yo lo recibo en nombre de todos, de los jóvenes que trabajan conmigo, del conocimiento de muchas personas que trabajan duramente y a diario y sin los que no conseguiríamos nada”.
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