Por Minyvonne Burke y Liz Kreutz – NBC News
Al menos dos de las personas fallecidas en los incendios forestales en el sur de California murieron intentando proteger los hogares en que habían vivido durante décadas, mientras que otra víctima murió al quedarse en casa con su hijo, quien sufría una parálisis cerebral y no pudo evacuar.
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Hasta el momento se sabe que 11 personas han muerto en la zona de Los Ángeles tras los destructivos incendios avivados por la sequía y los fuertes vientos que estallaron el martes. Miles de estructuras han quedado destruidas y unas 180,000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares.
Las autoridades han dicho que se desconoce el número real de víctimas mortales porque los incendios siguen borrando del mapa vecindarios enteros.
Aquí está lo que sabemos de las víctimas mortales hasta este sábado:
Anthony y Justin Mitchell
Anthony Mitchell recuerda a su padre como un “protector” innato que hacía lo que fuera por su familia. Este bisabuelo de 67 años y 10 hijos, que se llamaba igual que su hijo, murió en su casa en Altadena. El hermano menor de Anthony, Justin Mitchell, también falleció entre las llamas.
Anthony dijo que su padre quedó en silla de ruedas después de que le amputaron una pierna el año pasado y que se negó a abandonar a Justin, quien tenía parálisis cerebral y no podía caminar.
“Probablemente podría haber huido solo, pero no iba a dejar a mi hermano”, dijo a NBC News el viernes. “Quería mucho a sus hijos”.
Anthony dijo que habló por última vez con su padre alrededor de las 5 de la mañana del miércoles y le dijo que estaban esperando a ser evacuados, pero unos 30 minutos más tarde, su padre llamó a otro miembro de la familia y le informó que ya veía el fuego arder en la calle frente a su casa.
“Todo el mundo está consternado por lo ocurrido”, relató.
Anthony describió a su padre como un líder que apreciaba a su familia. Le ponía apodos a cada uno de sus nietos y bisnietos y siempre estaba dispuesto a echar una mano.
“Mi padre amaba a su familia”, dijo Anthony. “Él y yo habíamos tenido antes una larga conversación en la que me dijo: ‘Quiero que sepan que mis hijos y mis nietos, mis sobrinas y sobrinos, todos ustedes son mi legado. Son mi tesoro’. A Justin le gustaba ver la televisión y que le leyeran.
Sobre su hermano, dijo: “Era un chico muy dulce”.
Erliene Louise Kelley
Briana Navarro, una residente de 33 años, recordó a su abuela, Erliene Louise Kelley, como una mujer “dulce” pero “austera” que conocía a casi todo el mundo en su vecindario.
“Cuando salía con ella, nos paraban como cuatro o cinco veces. Todo el mundo la conocía. Su generación, la generación de mis padres, incluso todos mis amigos del instituto, todos decían: ‘Es tan dulce’”, dijo Navarro a NBC News el jueves.
Navarro dijo que estaba en la casa de la familia en Altadena ―donde vivía con su marido, sus dos hijas y su abuela― cuando miró por una ventana y vio humo.
“Salimos y se veía un resplandor rojo”, recordó. “No parecía nada grave”.
La familia no tenía prisa por dejar la casa, pero el marido de Navarro quería evacuar.
“Mi marido no es de aquí, así que lo veía de forma diferente a nosotros”, dijo Navarro. “Le preguntamos a mi abuela y nos dijo: ‘No, no, estoy bien. Váyanse ustedes’”.
Kelley, de 83 años, quien había vivido otro gran incendio forestal en el pasado, asumió que todo estaría bien, dijo su nieta. La policía confirmó a Navarro el jueves por la noche que Kelley murió cuando el fuego arrasó con la casa.
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Navarro cree que su abuela se quedó “en paz” cuando decidió permanecer en la casa que “cuidó todos los días”, durante más de cuatro décadas. La familia sufre ahora su pérdida.
“Mi abuela era muy activa. … Pensaba que llegaría a los 99 años y estaría simplemente de un lado para otro. No esperábamos perderla de forma tan trágica y eso es lo que más duele”, lamentó.
Victor Shaw
Victor Shaw, de 66 años, intentaba proteger su casa, que había pertenecido a la familia durante más de cinco décadas, cuando murió el martes por la noche en el incendio Eaton, según sus familiares.
Su hermana, Shari Shaw, dijo a la estación local de televisión KTLA que vivían juntos en la casa, y como las llamas comenzaron a devorar la propiedad trató de convencerlo para que se fuera.
“Cuando volví a entrar y grité su nombre, no me respondió y tuve que salir, porque las brasas eran muy grandes y se levantaban como una tormenta de fuego”, dijo. “Miré detrás de mí y la casa estaba empezando a arder y tuve que salir”.
Shari Shaw declinó ser entrevistada cuando fue contactada por NBC News, diciendo que necesitaba centrarse en los preparativos del funeral de su hermano.
Al Tanner, un amigo de la familia, dijo a KTLA que cuando regresaron a la casa el miércoles por la mañana encontraron el cuerpo de Víctor al lado de una carretera. Tenía en la mano una manguera de regar jardín.
“Parece que estaba intentando salvar la casa que sus padres tuvieron durante casi 55 años”, dijo Tanner.
Rodney Kent Nickerson
Rodney Kent Nickerson, de 83 años, había asegurado a sus seres queridos que estaría bien, mientras su familia y sus vecinos intentaban convencerlo de que evacuara su casa en Altadena, dijo su hija Kimiko Nickerson a la estación local KCAL News.
“Mi hijo intentó que evacuara, y mis vecinos y yo y él mismo dijimos que estaría bien, que lo encontraríamos aquí cuando volviéramos. Confió en que su casa estaría aquí”, relató su hija.
Nickerson salió de la casa y trató de regar con agua su propiedad con una manguera alrededor de las 7:00 p.m. del martes, dijo su hija. La última vez que habló con él fue por FaceTime alrededor de las 9:30 p.m.
“Su casa está aquí y él también estaba aquí. Estaba en su cama cuando lo encontré. Todo su cuerpo estaba intacto”, dijo.
Nickerson, que trabajó para la empresa aeroespacial y de defensa Lockheed Martin durante 45 años como director de ingeniería de proyectos, vivía en la casa desde 1968. Kimiko dijo a la emisora: “No conozco otro lugar que no sea éste”.
“He estado aquí toda mi vida”, añadió. “Aquí es donde hemos vivido siempre yo y mi hermano y mi hijo y sus otros nietos”.