Por Sahil Kapur y Aaron Gilchrist – NBC News
Cuando el presidente, Joe Biden, ceda el poder en enero a Donald Trump, parte de su legado estará a salvo, pero otra puede desaparecer a manos del presidente electo yde un nuevo Congreso controlado por los republicanos.
El legado de Biden se divide en cuatro categorías. Trump fácilmente puede deshacer las medidas ejecutivas en asuntos como inmigración y derechos de personas transgénero, mientras que un Congreso republicano podría desmantelar los programas de gasto aprobados por los demócratas sobre una base partidista. Pero será difícil para el presidente electo deshacer legislación bipartidista, como las medidas sobre infraestructura y prevención de la violencia armada; los jueces nombrados por Biden además no pueden ser destituidos.
Legisladores republicanos dijeron a la cadena NBC News que esperan que Trump anule rápidamente muchas de las acciones ejecutivas de Biden y que el Congreso utilice el proceso presupuestario para revertir algunas normas de gasto, incluyendo porciones de uno de los logros de su Administración: la Ley de Reducción de la Inflación.
Órdenes ejecutivas en riesgo
En sus casi cuatro años en el cargo, Biden ha tomado medidas ejecutivas en temas como la seguridad fronteriza, mantener unidas a las familias migrantes, hasta el acceso al aborto, anticonceptivos y la protección de los derechos de la comunidad LGBTQ. Sus programas de perdón de miles de millones de dólares en deuda federal de préstamos estudiantiles se enfrentan a un futuro incierto después de que Trump se opusiera a ellos.
Las órdenes de inmigración de Biden son el blanco perfecto del republicano, que se presentó con una campaña de deportaciones masivas y medidas drásticas de seguridad fronteriza. En junio, el demócrata firmó una acción ejecutiva para suspender temporalmente las solicitudes de asilo cuando el número promedio de encuentros diarios supera los 2,500 en puertos de entrada oficiales, una medida que el presidente electo podría tratar de sustituir por una propia.
Ese mismo mes, una segunda orden de Biden permitía a los cónyuges e hijos indocumentados de ciudadanos estadounidenses solicitar un estatus legal sin salir del país (si llevaban viviendo en Estados Unidos 10 años o más).
El presidente también usó su poder para garantizar el acceso de las mujeres a la salud reproductiva cuando cruzaran fronteras estatales para recibir atención médica, incluidos abortos, después de que la Corte Suprema anulara la sentencia del caso Roe v. Wade. Su Administración además propuso en octubre una norma que permitiría a las mujeres con seguro privado acceder gratis a los anticonceptivos de venta libre.
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El senador Kevin Cramer, republicano por Dakota del Norte, dijo que esperaba que Trump se moviera “muy rápido” para deshacer las órdenes ejecutivas de Biden en temas como inmigración y derechos de personas trans, que Biden ordenó a su Administración proteger en una acción ejecutiva de 2022.
“El legado fronterizo es un auténtico desastre”, dijo Cramer, “son todos los problemas que le costaron la elección a Kamala Harris. Esa es la desconexión con su partido, con la gente real”.
Políticas de gasto e impuestos (en peligro)
Los republicanos se están preparando para actuar rápido para elaborar un proyecto de ley de línea partidista que extendería la Ley de Recortes y Empleos Fiscales (TCJA, por sus siglas en inglés) de Trump de 2017 y desharía algunos logros de Biden, sobre todo las disposiciones de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA).
Los beneficios al consumidor en la IRA incluyen un crédito de 7,500 dólares para comprar ciertos autos eléctricos, créditos para la eficiencia energética en el hogar y subsidios de Obamacare que limitaron las primas de seguros para muchas personas de clase media.
“Todo lo que hay en la Ley de Reducción de la Inflación y en el Plan de Rescate Estadounidense está potencialmente sobre la mesa”, afirmó el senador Thom Tillis, republicano por Carolina del Norte y miembro del Comité de Finanzas. “Dicho esto, creo que hay políticas ahí que deberíamos analizar por sus méritos, una vez que hayan sido aprobadas. Pero hay miles y miles de millones de dólares que fueron mal gastados en ambas leyes, y voy a apoyar su reasignación a la TCJA 2025”, agregó.
La senadora Shelley Moore Capito, republicana por West Virginia y candidata a presidir la Comisión de Medio Ambiente y Obras Públicas, dijo que tiene en la mira las disposiciones sobre cambio climático en la IRA.
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“Sin duda, IRA es algo que vamos a estudiar. Además de eso, creo que los presidentes de los comités están empezando a reunirse para empezar a discutirlo”, indicó.
El senador Tommy Tuberville, republicano por Alabama, señaló que es posible que los republicanos no prorroguen los subsidios de Obamacare, que expiran el próximo año. “No estoy seguro de ello”, dijo.
El representante Ben Cline, republicano por Virginia, declaró que no habrá vacas sagradas cuando los republicanos de la Cámara de Representantes intenten recortar el presupuesto. “Siempre que podamos, intentaremos ahorrar”, aseguró.
Leyes bipartidistas de la era Biden (la mayoría a salvo)
Las partes del legado de Biden que estarán relativamente seguras son las leyes bipartidistas que aprobó que están sometidas a filibusterismo y, por lo tanto, dan a los demócratas el poder de protegerlas. Los senadores del Partido Republicano, incluido el recién electo líder de la mayoría, John Thune, de Dakota del Sur, insisten en que preservarán el filibusterismo mientras estén al mando.
Entre esos logros figuran la Ley CHIPS y de Ciencia y la Ley de Infraestructuras, que han creado empleos en la industria nacional y en proyectos de construcción; la Ley de Comunidades más Seguras, para endurecer ligeramente las leyes sobre armas; la Ley de Respeto al Matrimonio, para codificar el matrimonio legal entre personas del mismo sexo; una ley de reforma del Servicio Postal; y una revisión de la Ley de Recuento Electoral para impedir que un futuro candidato presidencial intente utilizar el Congreso para anular unas elecciones.
“Estoy seguro de que irán contra la IRA. CHIPS y Ciencia, creo que probablemente está a salvo porque era bipartidista”, señaló el senador afín a los demócratas Angus King, de Maine.
Los republicanos tendrán 52 o 53 votos en el Senado, dependiendo del resultado de una contienda en Pennsylvania que se encamina a un recuento. No está claro que les interese derogar las recientes leyes bipartidistas, que algunos miembros de su partido elaboraron y apoyaron. Pero aunque lo intenten, están sujetas al umbral de los 60 votos, que los demócratas seguramente utilizarán para proteger sus logros. “Es lo que espero”, dijo King.
Jueces nombrados por Biden (a salvo)
La parte más segura del legado de Biden es posiblemente la más trascendental: los jueces federales que ha nombrado en tribunales de distrito y de apelación y su elección para la Corte Suprema, la magistrada Ketanji Brown Jackson.
Biden y el Senado, controlado por los demócratas, han confirmado hasta ahora a 215 jueces, una lista única con una diversidad histórica de antecedentes personales y profesionales, con un alto porcentaje de antiguos defensores públicos y abogados de derechos civiles. Los demócratas están aprovechando el periodo entre hoy y el 3 de enero, para aumentar esa cifra.
Todos los jueces sirven periodos vitalicios lo que significa que ni Trump o los republicanos tendrán el poder de destituirlos.