Esta semana regresa Paul McCartney a Colombia, después de que se presentara en el 2012 y los fanáticos pensaran que sería la primera y última vez del inglés en el país. Tiene 82 años y ha pasado los últimos dos de gira por el mundo, realizando shows de casi tres horas.
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El hombre que se presenta el 1 de noviembre en el Campín es el mismo que creó ‘Yesterday’, el del mito del accidente de auto, el de la granja en Escocia, el de las cinco detenciones por posesión de marihuana, el del divorcio que costó 40 millones de dólares y la carrera con mas de 20 álbumes de estudio.
Aparecerá en la noche bogotana con su clásico bajo para zurdo de marca Höfner, que utiliza desde hace sesenta y tres años, y varias historias más a cuestas. Como esa en la que supuestamente murió en 1966.
Por ese entonces, se regó entre los fanáticos de los Beatles el rumor de que McCartney había muerto en un accidente de auto y lo habían remplazado con un ‘doble’ para evitar la pena pública que supondría su muerte.
La premisa de muchos era que la portada de ‘Abbey road’ mostraba una procesión de funeral. Según los que teorizaban, en la foto John Lennon aparece de primero, vestido de blanco, reflejando la divinidad; le sigue Ringo Starr, vestido de negro, simbolizando la pena; el tercero es McCartney, que va en traje y descalzo; de último cruza George Harrison, con camisa y pantalón de jean, como el sepulturero.
La historia se popularizó al punto de ser noticia mundial en 1969. La prensa de la banda negó los rumores y McCartney se fue con su esposa, Linda, y sus hijas a su granja en Escocia, donde posteriormente fueron fotografiados para la portada de la revista Life, que titulaba: “El caso del Beatle perdido – Paul aún está con nosotros”.
Dos años más tarde John Lennon compuso la canción ‘How do you sleep?’, en la que atacaba a su ex compañero de banda y mencionaba el mito de la muerte del bajista: “Those freaks was right when they said you was dead/aquellos locos tenían razón cuando dijeron que habías muerto”.
Estuvo varias veces tras las rejas
McCartney tuvo diferentes encontrones con la fuerza pública a lo largo de su carrera. Incluso se puede ver su actitud irónica ante la autoridad cuando la Policía de Londres irrumpe en el concierto de la azotea del Apple Corps, que supuso la última aparición de los Beatles como banda.
La primera vez que lo detuvieron fue en 1972 junto a su esposa, Linda, después de dar un concierto en Suecia. Les encontraron cannabis y tuvieron que pagar una multa de 1.300 dólares.
En 1973, la Policía de Escocia allanó la granja en la que vivía con su familia. Las autoridades encontraron seis plantas de marihuana, a lo que McCartney respondió que era un amante de la horticultura y las plantas habían salido de unas semillas que le había regalado una fan. En esa ocasión pagó 240 dólares.
McCartney había estado intentando realizar una gira por Japón durante los últimos años, pero sabía que las leyes del país asiático eran estrictas en contra de las drogas y por eso habían negado su visa todas las veces que la solicitaba.
En enero de 1980 aterrizó por primera vez en Tokio junto a Linda y el grupo The Wings, con el que se presentarían en el estadio Nippon Budokan, que estaba reservado solamente para las artes marciales. Ese día en el aeropuerto encontraron en su equipaje una bolsa con, aproximadamente, 250 gramos de cannabis.
McCartney pasó la noche en la comisaría y al día siguiente lo llevaron a la cárcel de Kosuge. Ya en el penal, el inglés fue conocido como el preso número 22, a la espera de su juicio por tráfico de drogas.
El artista llegó a sentir la amenaza de que le cayeran siete años de condena, pero la presión pública internacional y su trascendencia como figura lograron que el músico quedara en libertad el 25 de enero, luego de haber pasado nueve días tras las rejas.
No hubo juicio, solo las pérdidas económicas por la cancelación de la gira y un disgusto que terminó por disolver a la banda, según lo ha confesado el mismo McCartney.
La última detención del ex Beatle sucedió en 1984, cuando el músico y Linda fueron detenidos en Barbados después de comprar cannabis en la playa. Nuevamente pagaron una multa y fueron puestos en libertad.
Tras regresar de Barbados, McCartney argumentó ante los medios que el licor era mucho más nocivo que el cannabis. Le preguntaron si volvería a fumar alguna vez, respondió que nunca más y guiñó el ojo. Otro periodista le pregunto si lo decía enserio en esa ocasión y Paul respondió que probablemente no.
Su Höfner 500/1 de Hamburgo
El bajo en forma de violín con el que saldrá McCartney el próximo viernes en el Campin es un Höfner 500/1, igual que el que compró en Hamburgo en 1961, cuando asumía el rol de bajista de los Beatles tras la salida de Stuart Sutcliffe, que se dedicó a la pintura.
McCartney había perdido el rol de guitarrista de la banda con la llegada de George Harrison, que era el guitarrista principal, mientras que Lennon tocaba la guitarra rítmica. Paul había quedado con el piano y asumió el bajo con el cambio en el grupo.
Adquirió su primer Höfner 500/1 por 30 libras esterlinas en Hamburgo, la ciudad donde los Beatles desarrollaron su música hasta volver a Liverpool y comenzar con la oleada que supuso la ‘beatlemania’ de mediados de los 60.
Desde 1963 empezó a recibir variaciones del modelo con la distribuidora de Höfner en Inglaterra y lo varió durante toda su carrera con el Rickenbacker 4001S, que marco su época con The Wings.
El modelo original fue robado en 1972 de la parte trasera de una furgoneta. El bajo estuvo oculto en el desván de una casa familiar en East Sussex, Inglaterra, hasta el año pasado, cuando dos periodistas y un experto en Höfner hicieron una campaña para encontrarlo y dieron con el en septiembre de 2023.
McCartney repetirá show en Colombia, 12 años después de que viniera la primera vez. Llega con 82 años, 60 discos de oro, un premio Oscar, un título como caballero real de la reina y unas cuantas historias más encima.
JUAN JOSÉ RÍOS ARBELÁEZ
Escuela de Periodismo Multimedia EL TIEMPO