Proyecciones, ciclos, retrospectivas y charlas en distintos puntos del país, con títulos clásicos y nuevos de nuestra producción, representan también un desafío a los tiempos que corren
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Hugo Soto en una famosa escena de “Hombre mirando al sudeste”, de Eliseo Subiela
El cine nacional sigue dando batalla por diversos campos, y lo está haciendo en funciones gratuitas, fuera del circuito comercial. A veces, solo por el gusto de compartir su existencia, como “Conversaciones con Ernesto Sábato”, de Pablo César, filmado en 1983, recuperado y restaurado 40 años más tarde, que se exhibirá mañana a las 18 en el Salón Presidente Alfonsín de la Legislatura. El propio César dialogará después con el público.
Otras veces, las películas se muestran como un gesto de desafío ante los tiempos que corren. Así pasará el viernes, con el Pantallazo Nacional en Defensa del Cine Argentino que prepara en diversos puntos la Asamblea de Cine Regional Organizado, con títulos como “Hombre mirando al sudeste”, del recordado Eliseo Subiela, en Ensenada; “Cipriano. Yo hice el 17 de octubre”, de Marcelo Gálvez, sobre el ninguneado Cipriano Reyes, en La Plata, “Silencio en la Rivera”, de Igor Galuk, en Neuquén, y otros, en Lincoln, Córdoba, etc. Diariamente se van sumando localidades.
Hay otros, también gratis, en las plataformas, como “La ceremonia”, de Darío Arcella, que ahora puede verse en Cine.ar.play, un trabajo de años siguiendo los ritos de iniciación a la vida adulta de los niños de la tribu ishir, Chaco Paraguayo, trabajo que contó con el respaldo de organismos canadienses y tupí-guaraníes, amén del Incaa de otros tiempos.
Asimismo, hasta el 12 pueden verse por Lumiton.com.ar algunos de los films que participaron en el 7° Finca, Festival Internacional de Cine Ambiental, como “La crecida” (Ezequiel Erriquez, el futuro de Panambí, frontera con Brasil), “Qué no daría yo por el recuerdo” (Tino Pereira, viejos azufreros quieren convertir en patrimonio histórico la mina donde trabajaron) o “Wacay, mujeres del tabacal” (Belén Revollo), junto a películas de Suiza, Colombia, Francia y México.
Dicho sea de paso, en ese festival, entre más de 60 títulos de unos 20 países, subieron al podio “El agrónomo”, de Martín Turnes, con Diego Velázquez, “Por el Paraná” (F. González y Di Risio), “El legado de los Andes” (Hernán Vilchez) y otros trabajos hechos a pulmón por gente de todo el país.
Donación
Trece excelentes documentales sobre otras tantas figuras argentinas de peso (Borges, Cortázar, Héctor Tizón, Laiseca, la histórica cortadora de negativos Margarita Brondolo, etcétera), realizados entre 1999 y 2007 por Contrakultura Films, acaban de ser donados a perpetuidad al Centro Cultural Recoleta por el Documentary Film Fund, una organización sin fines de lucro con sede en Charlottesville, Virginia.
Detrás de esta movida hay un solo nombre: Eduardo Montes-Bradley, que realizó y/o produjo esas y otras películas, a veces con seudónimo, y después se mudó a EE.UU., donde está realizando unos trabajos notables, de reconocible madurez, interés y belleza. Quizá no lo perdimos del todo, pero es evidente que en otro lugar ha crecido mejor. ¿Será ese el camino de quienes en este momento están mostrando aquí sus películas?
