Los cinco principales procedimientos quirúrgicos realizados en esos 14 años fueron liposucción, aumento mamario, blefaroplastia, abdominoplastia y rinoplastia. Esta tendencia se mantuvo estable durante todo el periodo, con la excepción de 2022, cuando la cirugía de levantamiento mamario reemplazó temporalmente a la rinoplastia.
El relevamiento histórico fue publicado por la entidad que reúne a cirujanos plásticos estéticos certificados de 117 países y levanta encuestas anuales voluntarias, de forma directa o a través de las sociedades científicas de cada país. Los resultados están disponibles en la página de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética. En el último año, por ejemplo, 25.000 profesionales fueron invitados a participar en la encuesta y se recopilaron datos de unos 1.600 cirujanos.
En 2023, el ranking por número de procedimientos fue liderado por Estados Unidos, Brasil y México. Argentina ocupó el quinto lugar y, con una población semejante, España el décimo.[2]
Dra. Lina Triana
Sin embargo, la importancia de Latinoamérica no recae en el número de operaciones. “Los procedimientos empiezan a hacerse en tendencia en Latinoamérica y después se propagan en el resto del mundo”, afirmó la primera autora del trabajo, Dra. Lina Triana. La cirujana colombiana, presidenta 2022-2024 de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética, comentó que eso es válido para muchas de las cirugías y procedimientos no quirúrgicos. Proporcionó como ejemplo la lipoinyección glútea, procedimiento que había quedado en desuso porque los resultados no eran reproducibles y después resurgió en México y volvió a tomar auge a inicio de los 2000 para tornarse tendencia.
“Las mujeres latinas tienen más contornos naturales y eso hace que los cirujanos plásticos podamos estar reproduciendo la figura de una cadera grande, una cadera latina, desde hace mucho tiempo”. No era tan demandado en el resto del mundo, “pero ahora con las Kardashian y todo esto se volvió tendencia”.
Otro ejemplo compartido por la especialista es la cirugía plástica vaginal, que incluye dos procedimientos distintos, el de la parte interna, que se conoce como rejuvenecimiento, y el de la parte externa o labioplastia. “Estos procedimientos no cambian la apariencia de la zona, sino que empoderan a las mujeres con su sexualidad”.[1]
La cirugía estética vaginal empezó a ser considerada en las estadísticas de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética en 2010. La Dra. Triana señaló que empezó a practicarse cada vez más en Latinoamérica y después pasó al resto del mundo, y se ha ido multiplicando año con año. Hace unos años fue incluso el procedimiento de cirugía plástica estética más solicitado en el mundo, “algo que nunca nos imaginamos que pasaría. Ahora se ha vuelto más estable”.
En 2023, de acuerdo con las estadísticas de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética, se notificaron 11.300 cirugías estéticas vaginales en México, 7.500 en Argentina y 4.911 en Colombia; debe tenerse en cuenta que la cifra corresponde a la suma de los dos procedimientos, rejuvenecimiento y labioplastia. Todos los países están lejos del líder mundial, Brasil, con 41.317 mujeres operadas.
Estas dos cirugías no tienen la misma aceptación en el mundo por parte de los cirujanos plásticos. Mientras que en Colombia 65,5 % de los cirujanos declara practicar labioplastias y 40,6 % rejuvenecimiento vaginal, en México son 50,2 % y 20 %, respectivamente. España, con 75 % y 16,7 %, y Argentina con 44 % y 12 %, respectivamente, presentan valores intermedios, si se los compara con el Reino Unido, donde 71,9 % de los cirujanos realiza labioplastias, pero apenas 6,2 % rejuvenecimiento vaginal.
La Dra. Triana destacó otro aspecto: “La industria empezó a ver que este procedimiento se estaba popularizando y surgieron posibilidades no quirúrgicas. Hoy en día tenemos inundado el mercado en opciones no quirúrgicas de estética vaginal”.
La segunda cirugía estética más practicada en el mundo: aumento mamario
Con casi dos millones de procedimientos, el aumento de senos ocupa el segundo lugar en el ranking de las cirugías más practicadas en el mundo. En 2023 fue el procedimiento más frecuente en Argentina y España, y ocupó el segundo lugar en el ranking de México, donde la liposucción es más frecuente. En Colombia no se practica tanto, representa apenas 1 de cada 10 cirugías, lo que lo coloca en el tercer lugar, atrás de la liposucción y el aumento de glúteos.
La cirujana afirmó que “a pesar de tanta publicidad negativa sobre los implantes, y que cada vez vemos más en nuestras prácticas, la solicitud de pacientes para explantación, el aumento mamario con prótesis sigue siendo el segundo procedimiento que más se hace a nivel mundial”. El último año, sin embargo, esta cirugía mostró una disminución de 13 % y la extracción de implantes, por otra parte, fue el procedimiento de más rápido crecimiento desde 2015, con un aumento general de 46,3 % en los últimos cinco años.
La Dra. Triana hizo la observación de que ciertos implantes mamarios fueron asociados a linfoma anaplásico de grandes células, pero que fueron las redes sociales las que generaron angustia y afectaron a las pacientes en Latinoamérica y Estados Unidos. “Mi recomendación es educar al paciente bien, sin caer en el inmediatismo”.
La industria estética dirigida a pacientes masculinos
Considerando los números globales, la cantidad de hombres que se someten a procedimientos estéticos se mantuvo estable en los últimos años, en torno a 14 %.”No han aumentado mucho, a pesar de que la industria está apostando en productos de belleza solo para hombres”, declaró la especialista.
Los pacientes masculinos se inclinan más por los procedimientos mínimamente invasivos: toxina botulínica, ácido hialurónico, depilación, estiramiento cutáneo no quirúrgico y reducción de grasa no quirúrgica. Los cinco procedimientos quirúrgicos principales fueron blefaroplastia, ginecomastia, liposucción, rinoplastia e injerto de grasa facial. Estos datos se obtienen cuando se consideran los datos globales de los últimos 14 años.
“Casi siempre en hombres, la ginecomastia ha estado en uno de los primeros puestos, después los procedimientos faciales: blefaroplastia, rinoplastia o plastia de cara, pero en los últimos años ha cambiado, la lipoescultura está punteando como uno de los procedimientos que más se hacen los hombres”.
La especialista, que explicó que la lipoescultura es sacar donde hay exceso, introducir donde hace falta y darle contorno al cuerpo tratando de simular músculos, acotó: “Es como en los otros procedimientos, nacen en Latinoamérica y se expanden por el mundo”.
Los procedimientos no quirúrgicos superan a los quirugicos
El 2023, las encuestas registraron un número mayor de los procedimientos no quirúrgicos que quirúrgicos (19,1 millones frente a 15,8 millones). Históricamente, los no quirúrgicos más populares son la toxina botulínica, el ácido hialurónico, la depilación, las exfoliaciones químicas y la reducción de grasa no quirúrgica. En 2022, las exfoliaciones químicas reemplazaron el estiramiento cutáneo no quirúrgico en el ranking.
“Son un matrimonio. Los procedimientos no quirúrgicos ayudan a mejorar o mantener el resultado de los quirúrgicos y los quirúrgicos me ayudan en lo que no resuelve el no quirúrgico. Van de la mano”. La especialista destacó que lo importante es que la práctica del cirujano plástico cambió. Hasta los años 80, los cirujanos solo hacían cirugías, después pasaron a hacer una práctica mixta de procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos.
Desafíos y problemas de la cirugía plástica estética
La cirugía plástica estética tiene desafíos que comparte con otras áreas de la medicina, pero también algunos problemas propios.
Aunque las y los profesionales que respondieron estas encuestas son cirujanos con la educación, entrenamiento y experiencia necesaria para ser miembro de las sociedades científicas de su país, no representan la totalidad de la oferta. De hecho, Medscape en español ya ha informado que en la región existe un problema latente de intrusión profesional, en el que personas no especializadas llevan a cabo estos complejos procedimientos sin contar con las credenciales académicas correspondientes.
El turismo médico para hacerse estos procedimientos en Latinoamérica tiene una popularidad creciente, principalmente en Colombia y México. Según los datos de Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética de 2023, 35 % de los procedimientos en México correspondió a pacientes originarios de otros países, fundamentalmente Estados Unidos, Canadá y España. “No lo promocionamos, pero si el paciente decide viajar para hacerse su procedimiento fuera de su país de origen, debe tener en cuenta unos estándares básicos de seguridad”, señaló la Dra. Triana, que ejerce su profesión en Cali.
“Lo llamamos el diamante de seguridad del paciente”, agregó. Se refiere a que quien opere sea un cirujano plástico, lo haga en una clínica con todas las certificaciones que exige el ente regulador del país, que el paciente se haya hecho los exámenes básicos y que estos se usen, y que se decida un plan quirúrgico que contemple los insumos que se van a utilizar.
Hay algunos procedimientos que presentan desafíos propios. Una gran cantidad de investigaciones combinadas con décadas de experiencia clínica han demostrado la eficacia y la seguridad relativa de los implantes mamarios de gel de silicona. Aparte del efecto adverso único de la contractura capsular, la tasa de complicaciones de la cirugía de implantes de silicona se acerca a la de cualquier procedimiento electivo limpio. Hasta la fecha, no existe evidencia convincente de ningún trastorno sistémico atribuible a la silicona, pero la falta de seguimiento y registro activo de linfoma anaplásico de grandes células asociados a implantes mamarios preocupa a médicos brasileños.
La historia muestra que algunas preocupaciones tuvieron sustento. Con la popularidad de la liposucción, otros procedimientos de contorno corporal comenzaron a ganar interés y con ellos surgieron las complicaciones. En 2018 y 2019, las principales sociedades de seguridad del paciente informaron a sus miembros sobre los riesgos inherentes de realizar una cirugía de transferencia de grasa glútea y cómo minimizar estos.[1]
Las nuevas tecnologías siempre son una fuente de preocupación. A este respecto, el equipo autoral del relevamiento fue claro: “Los cirujanos plásticos deben ser cautelosos, ya que la historia ha demostrado que los riesgos aumentan cuando se introducen nuevas tecnologías”.[1]
La Dra. Triana ha declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.