- Esto es lo que pasa según la ciencia al ponerse a dieta para perder peso sin hacer ejercicio físico
- La ciencia confirma las tazas de café diarias que pueden ayudar a vivir hasta dos años más de forma saludable
- El cardiólogo José Abellán revela la verdad sobre el consumo de huevos y el colesterol: “Te lo explico para que no te engañen”
Sin lugar a dudas una de las especias más comunes y utilizadas en nuestra gastronomía es la canela que, al igual que sucede con otras, tiene la capacidad de transformar por completo diferentes elaboraciones culinarias. Y además es tremendamente versátil ya que puede emplearse tanto en recetas dulces como saladas e incluso añadirse a determinadas bebidas como el café.
Y es que hablamos de una especia imprescindible para postres como el arroz con leche, las natillas o las torrijas, pero también para sopas, guisos cremas o platos a base de carne. Las posibilidades son casi infinitas. Sin embargo, no todas las canelas son iguales y elegir la adecuada puede marcar la diferencia en términos de salud.
“¿Sabías que no toda la canela es igual? Vamos a hablar de las dos protagonistas. La canela de Ceilán y la canela china, también conocida como Cassia. Porque sí, hay diferencias y no sólo en el sabor”, asegura el doctor Manuel Viso, especialista en Hematología y Hemoterapia en el Hospital San Rafael de A Coruña.
“La canela de Ceilán, conocida también como la ‘canela verdadera’ tiene un sabor suave y dulce, y contiene poca cumarina (sustancia que puede dañar el hígado en exceso) y es ideal para consumir a diario. Por otro lado, la Cassia más común, pero contiene mucha más cumarina, lo que la hace menos segura si la tomas frecuentemente”, añade.
Evidentemente, la calidad se paga por lo que existe una diferencia notable en cuanto al precio, aunque es probable que compense si anteponemos nuestra salud a la economía.
“La de Ceilán es un poquito más cara. Un frasquito de 50 gramos puede valer 5 euros mientras que la Cassia es mucho más económica y un frasquito cuesta menos de un euro”, asegura el especialista, que lanza una advertencia. “Ojo a esto, la mayoría de las veces la canela que encontramos en el súper suele ser… no está indicado porque es Cassia. Siempre que es de Ceilán te lo va a indicar en la etiqueta”.
Otra duda que puede surgir es si la adquirimos en rama o molida, un detalle que también tiene relevancia. “Si quieres sabor y aroma, la rama gana porque además aguanta más tiempo en mejores condiciones. Si lo que quieres son recetas rápidas, la molida es más práctica”, explica el doctor Viso. “¿Conclusión? Si usas canela todos los días, elige Ceilán. Es más saludable y segura”, zanja el experto.
Así pues, aunque más cara, la canela Celián es mucho más beneficiosa que la Cassia. Si es una especia que uses con frecuencia, es posible que quieras replantearte si de verdad merece la pena decantarse por la más económica.
Además, se da la circunstancia de que la canela tiene propiedades muy interesantes a muchos niveles. Sin ir más lejos, algunos estudios científicos, como uno publicado en Nutrients, concluye que ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina y facilita el control glucémico, por no mencionar que reduce la absorción de colesterol y ácidos grasos en el intestino.
Importantes beneficios para la salud
De igual forma, también tiene importantes propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, que en relación con lo anteriormente comentado pueden mejorar la salud del cerebro. Por ejemplo, el neurólogo estadounidense Brandon Crawford asegura que es conveniente añadirla al café porque ayuda a proteger las estructuras neuronales del estrés oxidativo.
“La canela también puede regular los niveles de azúcar en sangre, lo que es crucial para mantener la función cognitiva y prevenir las enfermedades neurodegenerativas”, explica en declaraciones a ‘She Finds’.
En definitiva, optar por uno u otro tipo de canela puede parecer una decisión sin importancia, pero dadas sus características tan especiales y sus importantes propiedades quizá convenga, más allá de otras apreciaciones organolépticas, apostar por la de mayor calidad.
Álvaro Piqueras es experto en deportes y en el último lustro se ha especializado en fitness, nutrición y otros temas de salud. Trata de mantenerse al día en lo que se refiere a nuevas investigaciones y tendencias de los campos que domina para poder compartir con rigor la rutina de entrenamiento que puede inspirar un cambio en tus hábitos, las propiedades de los alimentos que deberían formar parte de tu dieta o los hallazgos científicos que pueden mejorar el bienestar físico y mental de personas como tú.
Comenzó su trayectoria en medios locales y regionales de la tierra de Don Quijote, concretamente en Albacete. De ahí dio el salto a medios de ámbito nacional tras un enriquecedor paso por una maravillosa agencia de publicidad independiente con nombre de canción de los Beatles (GettingBetter), aunque siempre mantuvo intacta su vocación periodística.
De ahí que persiguiera su sueño de trabajar para alguno de los principales grupos editoriales del país como Prisa, Vocento y ahora también Hearst. Quizá le hayas leído en la versión digital del Diario As, abordando infinidad de temáticas, o en ABC y otras cabeceras y revistas del grupo elaborando reportajes de branded content para grandes marcas, multinacionales e instituciones. Y si no has tenido la ocasión, este es el momento de hacerlo en Men’s Health y Runner’s World.
Como no podía ser de otra forma, confiesa ser un amante de la práctica deportiva y desde muy pequeño ha probado con disciplinas tan dispares como atletismo, fútbol, baloncesto, tenis, ciclismo o natación. Unas veces sintiendo la adrenalina de la competición, y otras simplemente disfrutando de los beneficios de la actividad física. Ahora le ha dado por los ejercicios funcionales y el boxeo porque tiene la certeza de que el saco es incapaz de devolverle los golpes.
Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad de Alicante, también posee formación específica en gestión y dirección de RRSS, planificación estratégica y diseño gráfico. Últimamente se ha adentrado en el universo de la inteligencia artificial generativa aplicada al periodismo, pero jura y perjura que no la emplea profesionalmente porque, entre otras consideraciones, sigue disfrutando de cada palabra que escribe tras 20 años de experiencia en el sector de la comunicación.
