No necesitó un juego brillante el Barcelona para lograr su plaza en los cuartos de final de la Champions. La versión más eficaz de las azulgranas cumplió con su cometido en Estocolmo y se impuso con un sólido y trabajado 0-3, con doblete de Pajor y gol de Aitana, ante un Hammarby que vivió una noche muy especial.
El espectáculo estaba servido. Y ya había avisado Rolfö, que volvió a la titularidad tras un particular parón por lesión, a sus compañeras: “El ambiente es espectacular y el equipo se crece en casa”. Acompañado por 18.746 retumbantes almas, y sin nada que hacer prácticamente, el Hammarby quiso despedirse de Europa con dignidad ante las vigentes campeonas y decir adiós a su eterna capitana, Ellen Gibson, que se retiraba después de toda una vida -trece temporadas- en el club de sus amores. Todas en manga corta, porque a pesar de los seis grados bajo cero en Estocolmo, el club cubrió el Tele2 Arena con el techo retráctil y la temperatura era de unos diecisiete grados positivos. Ideal.
Centro del campo alternativo y Rolfö y Brugts en la banda
Consciente de lo que estaba en juego, porque la clasificación era un reto más que asequible, pero cada gol cuenta para hacer puntos por la primera plaza, Pere Romeu salió con su once de gala dadas las circunstancias. Con la baja de última hora de Keira Walsh -que se quedó los dos días en el hotel por una infección intestinal- y también sin Alexia, el técnico apostó por Pina para ocupar el interior zurdo.
Se repartieron el carril de la izquierda Rolfö, que partió de lateral, y Brugts, que lo hizo de extremo, aunque destacó especialmente por su juego incisivo por dentro. La neerlandesa fue alternando su posición con la de Pina, algo que ya demostró hacer con nota en la pretemporada. Faltó, sin embargo, verticalidad y profundidad en ambas bandas, tanto de la sueca como de Graham, menos protagonista de lo habitual. Pero el Barça tiró de eficacia para lograr una victoria de oficio.
Eficacia de la ‘killer’ polaca
Tardó solo siete minutos en estrenar el luminoso. El primer tanto fue obra de Pajor, que estaba donde y cuando tocaba para empujar un balón muerto. Joramo intentó bloquear a Pina en una incursión de la canterana y no pudo bloquear el esférico, que cazó la polaca a las mil maravillas.
Mapi León evitó el tanto del empate con su pie derecho tras una excelente reacción del Hammarby, que no logró hacerse con el control, pero sí dificultó el juego interior del Barcelona, con un bloque bajo muy ordenado, una presión que entorpeció la circulación del balón culé y que provocó errores e imprecisiones, y con Blakstad y Josendal especialmente atentas en las contras. Y luego Cata salvó un gol de Tandberg tras una cesión fallida de Paredes.
De nuevo, Pajor. La ‘killer’ que nunca falla. Y aunque las azulgranas gozaron de pocas ocasiones en el primer tiempo, la polaca lo remató todo y marcó el segundo tras un regalo de Mapi desde el córner. Lo botó perfectamente la central y Ewa entró sola para apuntarse un doblete y convertirse en la máxima goleadora culé en esta edición de la Champions.
Sentencia
Graham rozó el tercero en dos ocasiones tras el descanso, sin suerte, y Pere Romeu cambió la banda izquierda que no estaba funcionando como quería. Entraron Engen -que volvió a ser pivote un año después- y Kika. Y la portuguesa, tras un centro brillante de Patri, se cocinó un control exquisito para asistir a Aitana, autora del tanto definivito. Y la mejor noticia fue la entrada de Salma, que volvió a vestirse de corto cuatro meses después.
Con el primer objetivo cumplido, ahora viene lo más difícil para despedir un 2024 inmejorable. El Barcelona se jugará la primera plaza en Montjuïc, el miércoles, ante un City que no se ha dejado ningún punto en su regreso a la Champions. Una victoria con dos goles de diferencia será suficiente