Una moneda de níquel Buffalo de 1924, acuñada en la Casa de la Moneda de San Francisco, California, y marcada con la ceca “S”, se convirtió en objeto de gran interés entre coleccionistas. Este ejemplar es una de las piezas más raras de su serie y ha alcanzado cifras elevadas en el mercado de subastas de la numismática, por lo que tiene un valor que podría superar los 100 mil dólares.
Conocida por su diseño distintivo que presenta a un nativo americano en el anverso y un bisonte americano en el reverso, es una pieza clave en la colección de la serie níquel Buffalo. Fue producida entre 1913 y 1938, pero algunas ediciones, como la de 1924-S, destacan por su escasa disponibilidad.
La moneda de níquel Buffalo 1924-S es especial por varias razones:
Las monedas bien preservadas, con detalles nítidos y una superficie brillante, son extremadamente raras. Algunas, clasificadas como “gemas” (MS65 o superior en la escala numismática), han alcanzado precios elevados en subastas.
Si una persona posee una Buffalo de 1924 y desea determinar su valor, estas son algunas claves a tener en cuenta:
El mercado numismático evalúa las piezas en función de su estado de conservación y rareza. Un ejemplar de 1924-S en excelente estado, calificado como MS66+, se vendió por US$105.750 en una subasta organizada por Stack’s Bowers en 2016. Según explicó David Hall en el sitio web de PCGS, esta pieza es una de las ediciones más raras de la serie Buffalo.
Las monedas Buffalo son muy apreciadas entre los coleccionistas debido a su diseño icónico y su historia. Varias ediciones han alcanzado altos valores, que incluyen la 1926-S, que es considerada la más escasa de toda la serie.
Con una acuñación aún más baja, este ejemplar puede valer desde US$51 en estado promedio hasta más de US$3 millones si está en perfecto estado. Por otro lado, la 1913-S Tipo 2 y la 1937-D con error de “tres patas” también son altamente buscadas.
La fiebre por las monedas raras continúa en crecimiento, impulsada por subastas en línea y un interés renovado en el coleccionismo numismático. La serie de níquel Buffalo, especialmente las ediciones más antiguas y escasas como la 1924-S, representan una oportunidad para coleccionistas y aficionados.
La moneda de 1924-S es un ejemplo destacado de cómo una pieza histórica puede capturar el interés de coleccionistas en todo el mundo. Su rareza y atractivo la convierten en una joya del mercado de coleccionistas, con valores que pueden superar los US$100 mil.
