Otra figura que creció en era Ecclestone que ya no está en la F1

Otro vínculo entre el pasado y el presente de la Fórmula 1 se ha roto… por ahora. Puede que Alessandro Alunni Bravi no sea un nombre muy conocido para los aficionados, pero el anuncio de su marcha de Sauber pone aún más distancia entre el presente empresarial de la F1 y su pasado como feudo personal de Bernie Ecclestone.

Alunni Bravi se licenció y trabajó como abogado mientras trabajaba como periodista para las publicaciones italianas Vroom y Autosprint, inicialmente los fines de semana antes de conseguir un trabajo a tiempo completo cubriendo la F1 para Autosprint a principios de la década de 2000. Pero, sin duda, lo que lo marcó fue una petición para que se ocupara de algunos detalles legales relacionados con la organización de una carrera de F3000 Europea en la ciudad costera de Cagliari, en Cerdeña, en 2002.

La F3000, al igual que la GP2 que la sustituyó, era una empresa dirigida por y para los amigos de Ecclestone, y la petición vino del patrocinador del evento de Cagliari, Pasquale Lattuneddu, un orgulloso sardo y “ejecutor” del paddock de Bernie.

Para ser un ministro sin cartera específica en la F1, Lattuneddu ejercía un poder extraordinario y era tratado con la deferencia típicamente reservada a los capos de la mafia. Cuando él lo decía, se podían conceder o retirar pases en el paddock. Si eras el director de un equipo y él decretaba que uno de tus camiones estaba aparcado fuera de la alineación exacta con el resto, alguien tenía que abandonar cualquier otra tarea urgente que pudiera tener y ponerlo en su posición correcta.

La carrera de F3000 en el estadio Sant’Elia de Cagliari fue un proyecto apasionante para Lattuneddu. Algunos medios de comunicación de F1 viajaron con todos los gastos pagados para publicitarla.

Alunni Bravi fue recompensado por su trabajo con un papel más amplio en el evento del año siguiente, que incluyó una carrera de “Cerdeña F3 Masters” ganada por el prometedor Robert Kubica. Con el tiempo, Alunni Bravi se convertiría en su mánager.

Alessandro Alunni Bravi, mánager de pilotos, con Nicolas Todt, mánager de pilotos, y Gerard Neveu, promotor del WEC.

Foto: XPB Images

El patrocinio de Lattuneddu le abrió las puertas de otras empresas de la amplia red de amigos y familiares de Ecclestone. Después de dirigir Trident Racing en la GP2, Alunni Bravi recibió una oferta de otra figura muy bien relacionada, Nicolas Todt, cofundador de ART Grand Prix y propietario de All Road Management, cuya cartera incluía a pilotos de la talla de Felipe Massa, Jules Bianchi y Charles Leclerc. Las relaciones que Alunni Bravi entabló aquí propiciaron su fichaje por Sauber en 2017 a través del antiguo copropietario de ART Fred Vasseur, que abandonaba el equipo de F1 de Renault tras una breve pero infeliz etapa.

Se entiende que, después de los tortuosos absurdos políticos de Renault, Vasseur quería un aliado a un nivel superior, y puso la llegada de Alunni Bravi en la junta de Sauber como condición para aceptar el puesto de director del equipo. El fichaje de Vasseur por Ferrari, seis años más tarde, supuso una evolución para Alunni Bravi, que pasó a ocupar el difícil puesto de “director general y representante del equipo”, ya que el nuevo director general, Andreas Seidl, no quería estar al frente de la escudería.

Después de tantos años de trabajo discreto y feliz entre bastidores, aparecer en las ruedas de prensa televisadas con la vestimenta del equipo supuso un choque cultural. No es de extrañar que el modo preferido de Alunni Bravi como “representante del equipo” fuera una selecta reunión de medios de comunicación con café y pastas, encuentros no menos cordiales por ser sólo con invitación.

Han pasado ocho años desde que Liberty Media echó a Bernie a un papel de “presidente emérito”. Una empresa estadounidense obligada por los accionistas y el cumplimiento de las normas no podía permitirse que un mercader de tratos a dedo anduviera traqueteando por la cubierta. Poco después, circuló la noticia de que Pasquale no volvería a sus funciones en la temporada 2017. Había pasado una época.

Y ahora otra vieja “cara” ha dejado el cargo. Pero, dada la relativa juventud de Alunni Bravi (50 años), ¿por cuánto tiempo?