Budapest, 28 oct (EFE).- El Gobierno ultranacionalista de Hungría ha lanzado este lunes una consulta con preguntas sesgadas en las que plantea si los ciudadanos quieren la guerra económica con Rusia, de la que acusa a la Unión Europea (UE), o si apoya una supuesta idea de Bruselas de traer inmigrantes en vez de un plan húngaro para fomentar la natalidad.
Esta nueva ‘consulta nacional’ no vinculante, y titulada ‘Hungría es capaz de hacerlo’, afirma que para el crecimiento económico es importante que el país “aspire la neutralidad económica y no se sume a la guerra fría comercial dictada por Bruselas”, contra países como China o Rusia.
Estas encuestas son un instrumento político del Gobierno del primer ministro, Viktor Orbán, para justificar sus políticas. El Gobierno ha realizado ya catorce desde el año 2010, en temas como la restricción de la migración o la defensa de la familia tradicional.
Las preguntas plantean las posturas del Gobierno como si fueran una realidad indiscutible y dan dos posibles respuestas: una que respalda la tesis oficial, formuladas de forma positiva, y una alternativa, normalmente atribuida a Bruselas, más negativa.
“Bruselas ha lanzado una guerra comercial contra los países del Este, principalmente contra China y Rusia. En su opinión, todos los países de la UE deberían sumarse a las anunciadas políticas de sanciones y a las medidas punitivas comerciales, también si esto daña su economía”, reza la primera pregunta.
Esa cuestión afirma que el Gobierno defiende la neutralidad económica y que así logrará un crecimiento económico superior a la media comunitaria.
Tras esa introducción, se dan dos posibles opciones: “Es necesaria la neutralidad económica” y “La guerra comercial está justificada y Hungría debe unirse a ella”.
Las siguientes preguntas se dirigen a varios programas que el Gobierno ha anunciado sobre la independencia económica, el apoyo de las pymes, el aumento de los sueldos, créditos a jóvenes trabajadores o diferentes subsidios.
En la penúltima pregunta el cuestionario afirma que la respuesta de Bruselas a la perdida de población es la inmigración, mientras que la de Budapest es dar ventajas fiscales a las familias húngaras que tengan hijos, y pide a los ciudadanos, sin más contexto, que digan cuál de esas opciones prefieren.
La consulta concluye con una crítica a Bruselas por una multa de 200 millones de euros del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, por no haber cumplido una sentencia que obligaba al país a garantizar el acceso de los solicitantes de asilo a los procedimientos legales.
“El castigo es indignante y Hungría tiene derecho a optar por no recibir y distribuir inmigrantes” y “Hungría también debe adoptar la política migratoria de Bruselas”, son las respuestas del cuestionario a esa cuestión.
(c) Agencia EFE